Qué veinte años no es nada...
Así dice la vieja letra del tango “Volver” que ha sido inmortalizada por una infinidad de cantantes.
Hoy, siete de julio de 2010 es una fecha importante a recordar.
Sí, sí, ni “San Fermín 2010” y ni siquiera el hito histórico de que la Selección Española juegue por primera vez una semifinal en un Mundial pueden ensombrecer para mí esta fecha tan especial en mí vida: 7-7-90.
En aquel lejanísimo 7-7-90 se reunieron en las Termas Romanas de Caracalla, por primera vez (y parecía ser en aquel momento la única ocasión) los denominados entonces “los tres mejores tenores del mundo”, José Carreras, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti.
Quién podía adivinar esa noche que bajo el cielo romano nacía un fenómeno mundial que aficionó a a la ópera a millones de personas en todo el mundo, entre ellas yo, y todo grácias al magnífico “No puede ser” que cantó Plácido Domingo.
Con ello, nació mí amor por la ópera, por esto deberé estar por siempre agradecida a este concierto, único e irrepetible.
El concierto de Caracalla hace dos años que cumplió su mayoría de edad, nos quedan cinco para su primer cuarto de siglo. En verdad el tiempo pasa... y rápido... el tango diría “que es un soplo la vida, qué veinte años no es nada (...) vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez”.
Quizás yo viva “aferrada” a ese recuerdo de mí infancia, sí, sin duda así debe ser sino no recordaría esta fecha tan importante en mi vida que marcó para mí un antes y un después.
Hoy es un día muy feliz en mí vida. En el link de abajo podeis encontrar el comentario de cuando se celebró el 19 aniversario.
Comentarios
Pues Josep, si para tí fue el "click", puedes imaginarte lo que significó para mí ese concierto, es enncuentro irrepetible.
Yo lo sigo escuchando muy a menudo 20 años después.