“Domingo Verdi”: Plácido, no te encuentro.
“Domingo Verdi” este es precisamente el título del último trabajo discográfico
del carismático tenor Plácido Domingo, a través del cual, rinde su particular homenaje
en el año que se celebra el bicentenario del nacimiento del compositor de
Busetto.
En esta ocasión, y como ya nos tiene acostumbrados desde hace unos cuantos
años, el antaño tenor, ahora reconvertido en barítono, presenta una grabación
acompañado por la Orquestra de la Comunitat Valenciana bajo la dirección de
Pablo Heras – Casado y que, muy a pesar mío, nada me aporta de novedoso ni
beneficia, creo, en absoluto una dilatadísima carrera llena de éxitos.
Y es que escuchando la grabación encuentro a un Plácido irregular intentando
en vano oscurecer artificialmente una voz de tenor que, milagrosamente, aún conserva
sus ecos de belleza, como tenor, claro, y en esos momentos es cuando el timbre que tanto adoro queda a mí
oído completamente desconocido y desvirtuado. En otras palabras, cuando
oscurece no es Plácido Domingo. No es el Plácido que estoy acostumbrada a
escuchar.
El desgaste y su estado de salud vocal son más que evidentes, y no hace
falta que venga a enumerar una por una sus múltiples carencias actuales, no
quiero entrar en ellas, pero el disco no le hace, francamente, ningún favor. Es
una más que clara revelación de que Domingo ha llegado al límite.
El cubrir notas, cerrar vocales y empujar la voz como recurso técnico para
ir a la zona aguda, empobrecen y afean el bello timbre de tenor y denotan aún
más sus dificultades vocales actuales.
¿Cosas positivas?
Evidentemente también hay, porque en tesitura central, cuando la voz se
mantiene en esta zona Domingo sigue siendo el único en belleza y donde no llega
la voz por flexibilidad, llega al oyente con su expresividad, ducho en este
arte como nadie, Plácido consigue poner la carne de gallina con su “Simon
Boccanegra” sin duda alguna una de sus mejores aportaciones en la cuerda
baritonal.
Plácido Domingo regresa con este registro a su origen, a su tesitura, a la
tesitura que utilizaba ya cuando hacía pequeños papeles en la compañía de
zarzuela de sus padres, y bien es cierto que ya había cantado como tal en piezas
y romanzas de zarzuela.
Después por todos ha sido conocida su inmensa carrera como tenor y el
primer flirteo serio de Domingo con esta cuerda fue con el bello papel de Vidal
Hernando de la zarzuela “Luisa Fernanda”. A él siguieron sus Simones,
Rigolettos, Thaïses, Orestes, Foscaris, Germonts, Nabuccos, y la última
incursión ha sido precisamente este verano en el Festival de Salzburg con la “Giovanna
d´Arco”, así es que no es extraño ya escuchar al Domingo barítono.
Pero no nos engañemos, Plácido Domingo no es barítono, y él lo sabe, por
esto no entiendo la necesidad, a parte de la puramente comercial y de unirse a
los fastos verdianos, de realizar este trabajo.
Tiene sus momentos buenos, claro que sí, aquellos en que el que, por
decirlo de alguna manera, el recitado está por encima de lo vocal, como se
puede comprobar en su atronador Simon, quizás de lo mejor que puede apreciarse
en el disco, junto con su “Per me giunto” del “Don Carlo”, así como su versión
del “Di Provenza” o “Rigoletto”.
El oscurecimiento artificial de la voz puede apreciarse en el inicio del aria
“Alzati! Là tuo figlio” del Ballo, aunque acabó por convencerme al final de su
interpretación.
Y en cuanto al Trovatore… pues qué decir…veremos que da de sí cuando a
finales de noviembre lo debute en Berlín.
Un trabajo prescindible, la verdad, que acrecienta la larga lista de
discografía del madrileño pero que sin embargo no consigue cautivarme porque no
encuentro, como bien decía en el título, a Plácido, al Plácido que estoy
acostumbrada a escuchar, al Plácido que yo quiero, sin embargo, me quedo y me
aferro a la magia de su expresividad que a pesar de todo, sigue conservando
como poderosa arma de seducción para con su público.
Comentarios
Yo despedí a Plácido, a mi Plácido, hace 5 años en su Valquiria del Liceu.
Ains...!
Sabes perfectamente lo que siento porque lo hablamos.
En fin...
Celebro que te haya gustado el disco y celebro a la par que lo hayas comentado en este rincón dedicado a la figura de Plácido Domingo. Bien es cierto que todo son opiniones.
Yo no soy crítico, soy una simple aficionada a quien no ha acabado de convencer su último trabajo.
Cierto que Domingo todo lo que canta, lo canta estupendamente bien, pero simplemente no me ha convencido.
La voz, muy a mí pesar, denota el paso de los años y sus actuales problemas, pero como decía todo son gustos.
Me alegro muchísimo, y de todo corazón que lo hayas disfrutado. Siento que en esta ocasión no pueda decir lo mismo.
Te invito, Fran, a que intervengas tantas veces como desees aportando tus puntos de vista y opinión. Cualquier comentario es bien recibido.
Un abrazo,
Tuve ocasión de verlo por primera y quizás por última vez en Il Postino, ópera que me dejó frío.
A propósito soy de santiago de Chile
Con Plácido nunca digas que es la última vez, yo llevo diciéndolo desde hace mucho tiempo, y ya ves que sigue en la brecha, aunque siempre cuando le escuchas en directo, y más ahora con la edad que tiene, salgamos del teatro con la euforia del momento y con esa sensación de que puede ser la última.
Me alegro de que hayas intervenido, y te invito a hacerlo cuantas veces más quieras.
Un fuerte abrazo.
Thanks to him I discovered the opera.