El primer Manrico de Jonas Kaufmann.
“Il
trovatore” representada en Munich el pasado 27-6-13 viene a sumarse a una larga
lista de funciones verdianas que se están sucediendo a lo largo de todo este
año, pero quizás esta fuera esperada con especial interés dado el calibre vocal
de la pareja protagonista, me estoy refiririendo a Jonas Kaufmann y a Anja
Harteros.
Y
cómo no iba a haber expectación ante semejante dúo… aunque a veces nos quedamos
solamente con esto… expectación y el resultado no acaba de ser del todo óptimo
ni al nivel de excelsitud que podíamos esperar o desear.
Ya un
par de días después de la función podíamos apreciar en youtube el “Ah si ben
mio” y la “pira” interpretada por el tenor alemán, supongo que el audio era
procedente del ensayo general, pero he preferido hacer una valoración global de
su aportación al personaje verdiano una vez escuchada toda la obra, que gracias
a la generosidad de Joaquim, el autor del blog “In Fernem Land”, he tenido la
oportunidad de gozar ya y a la espera de ver la producción el próximo viernes a
través de la web de la ópera de Múnich.
Con
este Trovador, KAUFMANN añade un personaje
más a su lista de óperas y aunque su estado vocal es óptimo, su Trovador no me
convence, lo encuentro totalmente desencajado, desorientado como Manrico y no
siempre logra encontrarse con el personaje ni vocalmente ni en estilo.
Me
falta en él la heroicidad, un canto más impulsivo y vigoroso, más dramático, un
poco más desbordado emocionalmente, y no tan cerebral como nos lo presenta. Su
personaje es interesante en el último acto pero lo empaña con unos pianos en “insano
ed io quest´angelo osava maledir” que para nada cuadran con la emotividad y
desespero del personaje, de alguien que está asistiendo a la muerte del ser
amado. No.
Quizás
Manrico sea una anécdota en su carrera y cante esta tirada de representaciones
muniquesas y sea lo suficientemente inteligente como para dejarlo aquí, porque Kaufmann
nunca podrá abordar psicolológimente este tipo de óperas, pues su línea de canto,
aquella que me gusta, aquella con la cual disfruto está muy alejada de la que
requiere, a mí gusto, “Il trovatore”. Si bien es cierto que cumple con “Di
quella pira”, su voz queda oculta tras una orquesta pasadísima de decibelios
durante toda la representación y que para nada ayuda a Kaufmann ni,
evidentamente, a Harteros.
Canta
la “pira” y la canta bien, claro que sí, y el agudo final “all´armi” es
generoso, pero con ello no hay suficiente.
Las
comparaciones son odiosas. Cierto. Pero no hace tanto escuché un Trovador a
Marcelo Álvarez, en una producción del Metropolitan y su Manrico me entusiamó mucho
más que el de Kaufmann, y me confieso una seguidora del tenor alemán. Y quizás
ello fue debido a la pasión que el argentino le pone a Manrico, dotándolo de un
canto más heroico e incisivo, con impulso, con pasión. Almenos para un Manrico necesito
estos elementos, de los cuales Kaufmann, en esta primera intervención, carece.
No es
cuestión de tener las notas o hacer las notas, sino de enmarcarse en el estilo
propio y en el personaje, y en este sentido, para mí Kaufmann nunca podrá
abordar este tipo de papeles más viscerales que intimistas como puede ser su Werther,
porque le falta sangre y carácter y un poco más de temperamento, temperamento
que debe perfectamente combinar con pasajes mucho más líricos como el “Ah si
ben mio”, bien interpretado, pero que no llega a tocar la fibra al oyente (al
menos la mía).
Le
falta de nuevo sangre y virilidad en su “Mal reggendo all´aspro assalto” notorias
carencias también en su “Un momento puo involarmi..”, Kaufmann lo aborda una
vez más con una falsa elegancia que quiere y no puede acercarse al drama del
momento.
Además,
precisa para mí este pasaje de una voz con un timbre más redondo y claro (su
voz me llega plana, sin armónico), su voz suena oscura (que ello no quiere
decir nada, porque su Werther suena oscuro y su aportación es extraordinaria) y
por algún momento me parece que no acaba de encontrar del todo la melodía sobre
todo al principio “Mal reggendo all´aspro asalto…).
Sin
ser un desastre vocal de Trovador es muy, pero que muy mejorable y matizable y
que en un cantante como Kaufmann podemos esperar mucho, pero que mucho más,
aunque auguro que muchos Manricos no va a cantar, y espero que así sea y no
malmeta su voz.
Pero
es que la segunda decepción de la tarde (después de la escena inicial de
Ferrando) me llega con el terceto del primer acto ente Manrico,Leonora y el Conde
de Luna, uno de mís momentos preferidos del Trovador. Y con este fragmento, la
pareja protagonista ya no le imprime carácter, sus voces no son cortantes, no
se elevan lo suficiente como para hacer que se me ponga la carne de gallina,
aunque el problema de la falta de volumen, o de que suenen sus voces un tanto apagadas
creo que es más debido al incontrolable volumen orquestal que a nada más, como
he dicho antes. Lo único que salva el momento es la extraordinaria belleza
musical que Verdi dejó escrito para la posteridad.
HARTEROS, al
igual que Kaufmann está para mí desencajada completamente en el papel de
Leonora, puesto que no logra sentirse cómoda en ningún pasaje, con una voz en color
oscilante que ningún favor le hace al personaje ni a ella misma.
Del
resto del elenco ni hablo porque una de las cosas peligrosas en este tipo de
repartos es caer en la tentación de poner en cartel los nombres de Kaufmann y
Harteros, cantantes de primera, porque se suele descuidar un poco la elección
de los personajes secundarios, que en esta ópera, tanto Azucena como el Conde
de Luna, de secundarios tienen poco, y en el caso que nos ocupa, se dedican a
cumplir pero no aportan nada de nada.
Veremos
que tal la representación del viernes a la que se añadirá una puesta en escena
de lo peor que he visto en mucho tiempo.
Comentarios
He tenido también la oportunidad de verle en directo dos veces, otras dos me ha cancelado, y ha sido impresionante y 100% una interpretación entregada. Aún recuerdo como "ardían" de emoción los jardines de Peralada el año pasado.
Me citas dos obras que ha cantado estupendamente, Carmen y Manon. Y aunque no la haya visto en directo, a esta lista de óperas francesas le añadiría su genial aportación de Werther, el role con el cual Jonas Kaufmann se ganó un lugar en mí corazón.
A mí no me convenció con Manrico, siempre he dicho que lo prefiero en ópera francesa.
En cuanto al Otello... veremos...
Estoy de acuerdo en que Kaufmann puede o no gustar, pero lo que está claro es que, lejos de hacerlo, no deja indiferente a nadie. Yo misma quedé impactada por aquella voz la primera vez que lo escuché con un fragmento del dueto de amor de la "Madame Butterfly"... ¿cómo era posible que alguien con un timbre tan oscuro, tan cómodo en la parte central, pudiera realizar aquellos agudos tan brillantes, claros y seguros?
Sin duda es un gran cantante, y también un gran actor cuando saben dirigirlo bien, cuando una buena dirección de escena le ayuda a adentrarse psicológicamente en el personaje (evidentemente con la voz) pero también con sus movimientos corporales. Quedé tan fascinada con su "Werther" de París que creo, que ni él mismo superará nunca una función como aquella.
Por tanto, puedes ver, Tiago, que yo también soy una entusiasta de este tenor porque además, tiene la inteligencia de no copiar a sus predecesores, y eso se agradece.
En lo que no estoy de acuerdo es en pasarlo por encima de Domingo. No. Ni por voz (la dulzura y la belleza de la voz de Plácido no la encuentro en la de Kaufmann) y como actor me gusta más también el madrileño, esa pasión que transpira por todos y cada uno de sus poros, ese saber estar, ese meterse en los personajes... no, aquí no estoy de acuerdo. Pero gracias a Dios, todos tenemos opiniones diferentes y es enriquecedor, al menos para mí, conocer de unas y de otras.
Me alegro que conozcas personalmente a Kaufmann. Ya me gustaría a mí también que sólo he intercambiado unas palabras con el bávaro... Enhorabuena, eres afortunado.
Respecto a su Trovador... pues en Verdi es donde menos me entusiasma Kaufmann, lo prefiero sin lugar a dudas en la ópera francesa.
Un abrazo, y espero contar con tus enriquecedores comentarios.