Compartiendo, con Plácido Domingo, 23 años de pasión
Llega el calor del verano y parece ser que esta vez va en
serio. Las tan deseadas vacaciones se huelen ya a la vuelta de la esquina.
Estamos en la recta final del curso y a unos días de que se nos permita tomar
una bocanada de aire fresco para empezar, en septiembre, la nueva temporada con
energía.
Julio es para mí un mes especial, y no por el hecho de ser
el mes que precede al ansiado descanso anual que todos nos merecemos, sino
porque hoy hace 23 años que nació mi pasión por la ópera.
Hablaba hace unos días de la pasión por las cosas a raíz de
una intervención de Plácido Domingo, y esto precisamente, pasión, es lo que yo
he venido sintiendo a lo largo de estos 23 años, pasión por la ópera y por lo
que me ofrece.
Quién tenía que decir que la voz de Domingo impactaría tan
fuerte dentro de mí y a esa temprana edad, pues hasta ese día, poco conocía
acerca de este género que consideraba aburrido y ramplón. Aunque no tan
sorprendente es para mí el impacto ocasionado como la duración del mismo, algo
por lo cual, nadie, ni incluso yo misma, hubiera apostado.
Cuál es el poder de seducción que tienen en mí las voces me lo he preguntado muchas veces a lo largo de toda mí aventura operística. Sin duda son gargantas todas ellas privilegiadas las que son capaces de transmitirnos con sus sones un sinfín de emociones que se clavan en los aficionados cual cuchillo bien afilado. La hoja del instrumento punzante traspasa nuestra piel y provoca la herida de la emoción, una herida que perdura en el tiempo y, aunque intente cicatrizar, se abre inevitablemente cada vez que sus voces nos regalan su arte.
La herida nunca sana, siempre sangra. El día que la mía no
lo haga, tendré que plantearme seriamente el dejar de escuchar ópera.
Y es que hoy hace 23 años desde que el triunvirato más famoso del mundo de la ópera se unió bajo el cielo romano, obvio ya nombrarlos porque de sobra todos conocemos sus nombres. Se cumplen 23 años de ilusiones, de nervios, de sentimientos y emociones, de lágrimas, de horas sin sueño esperando retransmisiones en directo, horas dedicadas a la ópera, horas de curiosidad ante el gran abanico de posibilidades que el género me abría, horas dedicadas a aquél que fue y sigue siendo a sus 72 años, el artífice de mí pasión por la ópera: Plácido Domingo.
Evocar en estas fechas el fresquísimo y joven concierto de
los Tres Tenores en las Termas de Caracalla es para mí obligado, porque cómo podría
olvidar semejante día si tan importante ha sido en mí vida.
En todos y cada uno de ellos no ha habido uno de solo en que
no lo haya recordado, y a través del tiempo, repitiendo una y otra vez el
concierto me doy cuenta de los mucho que ha cambiado la ópera y la manera de
cantar, y evidentemente de gestionarla, pero los aficionados también hemos
cambiado. Mucho.
Lo que en aquel ya lejano año 1990 empezó como una mera
afición se ha convertido en una pasión que, sin la cual, no concebiría este
mundo lleno de conflictos y problemas, porque la ópera, con sus historias y
apasionadas músicas hace que, por un breve intervalo de tiempo, nos olvidemos
de la cotidianidad de nuestro día a día.
He aquí el poder de las voces, he aquí el grandioso poder de
la música. Esto es lo que llamamos ÓPERA, y eso lo ha conseguido, con su voz,
un tenor que responde al nombre de PLÁCIDO DOMINGO.
Comentarios
He tenido la grandisima fortuna de tratarlo personalmente, tambien a su esposa Marta y sus hijos. La fortuna de verlo cantar muchas veces. Esas sensaciones, emociones experimentadas me acompañaran vívidamente hasta el final de mis dias. Una amiga dice que Placido es "inmorible" (licencia gramatical)y es verdad! Verlo cantar en vivo es una de la experiencias mas conmovedoras que se puedan tener. La pasion...si, la pasion (creo que hasta el Feliz Cumpleaños puede cantar con pasion...), la entrega, fisica, emocional,espiritual es absoluta. 72 años y sigue brillando, sigue aprendiendo roles. Me parece que ni en la RAE se puede encontrar una palabra que defina lo que este hombre es, no solo para la musica, sino para el mundo.
Paolo (Perú).
Permíteme que te llame así por lo identificada que me siento con las emociones que describes. Plácido y la ópera son dos grandes motores de mí vida que me han acompañado a lo largo de todos estos años.
¿Se puede poner más pasión cantando que la que él pone en cada una de sus actuaciones? No.
Porque Plácido lo siente, disfruta y nos hace disfrutar con lo que él disfruta y esto lo notas.
Dice tu amiga y dice bien que Plácido es "inmorible", se le permite esta licencia y las que quiera porque así es. Siempre en nuestros corazones y en nuestro pensamiento. Y lo mejor de todo es que con 72 años sigue provocándome los mismos sentimientos. Algo que solo puede lograr un gran artista como es el.
Espero contar con tus valuosas aportaciones, Mónica. Por favor no dejes de participar en este blog y en este espacio, que es tu casa.
Besos.
Muchas gracias. Sé que te identificas y que quieres muchísimo a Plácido.
Besos,
Te (les) quiero contar mi ultima anecdota con Placido y flia. En Marzo fui a New York una semana solo para ver opera en el MET, obvio que el lunes 18 era para La Traviata de Willy Decker con Placido como Giorgio Germont. Los dias previos (mientras veia Don Carlos) me habia encontrado con Marta Domingo....en el toilette (si, creelo) y estuvimos charlando y me dice: "estas anotada para verlo no?" y por supuesto le dije "eso ya esta arreglado Marta". Llega el lunes 18 y oh Dios otra vez la cruzo a Marta camino a...donde ya sabes y me dice: "tengo una mala noticia"...casi muero ahi mismo y continua "Placido no podra recibirte hoy, no puede recibir a nadie pues surgio un compromiso y lo espera un auto al finalizar la opera y se va".Mi rostro debe haber dicho muchas cosas pero yo dije "ay Marta un año preprando este viaje, por suerte puedo verlo cantar pero no saludarlo es terrible" Marta, divina ella, se deshizo en disculpas (no es increible?)nos saludamos y volvi a decirle a mis amigos las malas nuevas. Fui igualmente back stage para saludar a Yannick Nezet-Seguin y a Diana Damrau tan simpaticos y agradables ambos. A la salida nos encontramos con un monton de nieve y nostras ibamos a cenar a Fiorello's.La Providencia nos hizo llegar un taxi que se subio a la vereda y nos dejo en la puerta del restaurante. Nos sentamos atras y cuando vamos hacia el t....quien estaba en una mesa con su hijo? Si,claro, Marta y Placido Jr. Volvimo del T...y la salude y ella apenada y super amorosa. Al momento su hijo le da el celular y le dice: "toma mama" y ella sin mas dice "hola Placido, espera, espera que te paso con las chicas de Argentina" y me da el celular. Decirte que casi me muero es poco. Le dije Hola Placido como estas y el comenzo a disculparse de mil formas por no disponer del tiempo para recibirnos y saludarnos. Dije bien EL...PLACIDO se disculpaba conmigo....seguimos hablando hasta que me hizo un nudo en la garganta y le dije mira Placido si sigo hablando voy a llorar..y él:ay no por favor que no llores. Continue: te mando un beso gigante, te quiero mucho, te queremos mucho en Argentina y te paso con mi amiga. De las mesas contiguas nos miraban estupefactos. Volvimos a la mesa mudas, con los ojos llorosos y con una indescriptible emocion. El Sr.Placido Domingo, cantante reconocido en el mundo entero, amigos de reyes, presidentes, etc, etc, etc me pedia disculpas por no recibirme. No puedo agregar nada mas. Fin del relato. Gracias por el espacio Brunilda. Muchos cariños desde Buenos Aires.
Sin duda, tengo muchas cosas en común contigo que me encantaría compartir contigo.
Habrás podido ver que yo también estuve en NY para esta Traviata que comentas, mi función fue la del sábado día 30 y por suerte, pese no estar apuntada en ninguna lista (no lo sabía) tuve la oportunidad de saludar a Plácido al final en la entrada de artistas. Era la única persona, a parte de mí madre, que me acompaño, que en la salida hablábamos en español. En pleno NY...!!!
Las gracias te las debo dar a tí por participar en este rincón dedicado a la figura de Plácido y a la ópera. Por favor no dejes de hacerlo, y si quieres, y te apetece, claro, podemos comunicarnos via email, compartiendo experiencias, emociones y anécdotas,porque en la que cuentas del restaurante me siento muy identificada.
Cuál es tu email? Sino mándame un email al correo del blog, y estamos en contacto.
Saludos desde España.
Saludos de:
Cristine
Primero de todo, gracias por tus amables palabras.
Es verdad lo que dices que también es importante tomar en consideración los gestos, los movimientos y en definitiva la actuación escénica del cantante y más con un cantante del calibre de Kaufmann.
Y no solamente como él, sino con todos, la expresión de sus rostros, sus manos, etc… todo son elementos que ayudan a una mejor interpretación y más creíble escenificación.
Particularmente en el Trovador no acabó de entusiasmarme, siempre he dicho que prefiero a Kaufmann en la ópera francesa, pero estoy segura que con una buena puesta en escena, ese Trovador hubiera sido diferente.
Gracias Cristine por tus comentarios. Ya sabes que esta es tu casa y puedes intervenir cuantas veces te apetezca.
Por cierto, si aún no has visto a Kaufmann en directo, hazlo a la que puedasm en directo es espectacular.