Lazos sólidos. Nudos que no se deshacen. Corazones que enseñan. Corazones… que cantan.
“Manchega…flor y gala de la llanura…
Manchega… te quiero por tus ojos y por tu boca…”
Estas frases, tan
bonitas y a la vez tan bien musicadas por el maestro Guerrero, fueron una de
las primeras que mi abuelo me cantó en el balcón de casa, en pleno verano y con
un calor de justicia, pero que yo recuerdo con gran claridad, como si fuera
ahora mismo.
Puedo aún verle
sentado en su butaca con el periódico en las rodillas, un refresco en la mesita
y un cigarrillo en la mano derecha. Yo, en pantalón corto y camiseta de
tirantes, sentada en el suelo, y embobada ante tal descubrimiento, ante tal
maravilla que, gentilmente, compartía conmigo.
Creo que en ese
momento algo dentro de mí cambió. Descubrí el poder de la música. O la
sensibilidad por ella. Se abrían las puertas a lo que, en breve, se convertiría
en mi gran fascinación.
Estaba y aún estoy
locamente enamorada de la voz de mí abuelo. Tenía un bonito timbre, sentía
enormemente lo que cantaba –fuera lo que fuera - y además, tenía algo que a
veces echo en falta a muchos intérpretes: tenía gusto cantando.
Nunca le escuché
cantar por cantar. Siempre adornaba la pieza, siempre le emanaba la pasión del
corazón, siempre lo cantaba con fe. Con seriedad. La música para él, al igual
que para mí, era mucho más que un pasatiempo. Era, es, una forma de vida.
Bien cierto es
que uno puede aprender a cantar, claro que se puede. Se puede aprender la técnica
del canto, también se puede, pero, el gusto a la hora de cantar es innato. Se
tiene o no. Y él lo tenía. Y mucho, a pesar de no dedicarse profesionalmente al
canto.
“Manchega…” (Juan Pedro)
“Déjame seguir…” – dice Sagrario a Juan Pedro.
Y Sagrario,
poniendo la mano en los labios de Juan Pedro, acalla al joven gañán. Así lo
cantaba Mirna, me decía. Mirna Lacambra, la soprano sabadellense impulsora de
la A.A.O.S.
Pero dejando de
lado este estupendo trozo de “La rosa del azafrán”, por el cual, y por razones
obvias, siento especial predilección, mi primer recuerdo musical consciente,
dentro de este mundo maravilloso de la zarzuela, y que viene intacto a mi
memoria, parte de algo tan simplemente extraordinario y bello como:
“Caballero de Gracia me llaman
Y efectivamente, soy así….
Pues sabido es que a mí me conocen
Por mis amoríos todo Madrid…”
Una de las piezas
más populares y más cantadas de “La Gran Vía”.
Un precioso vals que sirve para hacer alarde personal de un pintoresco personaje
como es el Caballero de Gracia, un transeúnte más del Madrid de principios del
sigo XX que pasea su chulería durante una caminata por esa gran y famosa
arteria de más de un quilómetro, y que une la calle Alcalá hasta Plaza España.
Tenía por aquellos
entonces casi tres añitos cuando me dedicaba a cantar frases (o a estropearlas,
quizás sería mejor utilizar este término) que ni sabía qué eran, pero que yo,
en mi voz reproducía porque se las oía cantar a mí abuelo.
La música, y
especialmente la zarzuela, van en mi caso, indisolublemente ligadas a él.
Fue, como siempre
he dicho, el impulsor de mí amor por la música. Me enseñó muchas zarzuelas, y
alguna que otra aria de ópera, pero, fueron de las primeras lo que más pudo
mostrarme y hacerme querer y respetar.
Amante del género
y defensor de su valía, me dejó este magnífico y rico legado repleto de bellas
melodías, de letras inolvidables, de momentos de su infancia para recordar,
todos ellos, mezclados con los de la mía.
Gracias abuelo,
gracias por semejante y tan gran regalo, gracias por ese haber lleno de música,
de consejos y de valores personales, pero, ¿sabes qué es lo que nunca me
enseñaste en todos estos años?
Pues como yo te
diría, a son de bolero, cantando, como siempre hacía a la mínima insinuación,
pues que en definitiva no me enseñaste cómo voy a vivir sin ti, sin tenerte a
mi lado, sin que me cantes y sin que me enseñes más cosas.
Desde allí donde
estés, desde el cielo, al que has accedido sin necesidad de llevar pasaporte ni
seña de identidad alguna, desde allí estoy segura que tu voz seguirá dictando
mi camino.
Tu voz ha callado
con la muerte, pero tu corazón sigue aun hablándome y cantándome. A través de
la música, a través del recuerdo, con un gesto, con un olor…
T´estimo molt,
avi.
Comentarios
https://www.youtube.com/watch?v=o3q9hYV3PRM&feature=kp
¡ COMO OLVIDAR A QUIEN QUISE TANTO!
Besitos,
Quan estimes, no oblides....