tag:blogger.com,1999:blog-31826567062957978812023-12-27T10:48:49.951+01:00E così dolce il suon della sua voce...A él, a la ópera, a las pasiones y sentimientos que en mí provocan. En su honor, mis comentarios, mis recuerdos y mis ilusionesTeresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.comBlogger412125tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-9846247375150904112023-05-01T11:32:00.000+02:002023-05-01T11:32:09.182+02:00La luz del lado oscuro de “Il trovatore” sabadellense<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzvGPLtYIWKC5-fwYFc3WTjPhHeQUw1TLHeYaKIKsHeMG1tstKMlItavbzDmZRHs_579PNTzzOdr5lMKUefhA8DxYZHYb5aBHlBnyb_ycX7YX46AstpfEdFKlZFcudA8mlfNaCMZckW2OWVV2K5HyFAsDNlb35XYZknwxcHqUOpSxjbz4yaNwXLNNaTg/s2560/trovatore-red-scaled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1708" data-original-width="2560" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzvGPLtYIWKC5-fwYFc3WTjPhHeQUw1TLHeYaKIKsHeMG1tstKMlItavbzDmZRHs_579PNTzzOdr5lMKUefhA8DxYZHYb5aBHlBnyb_ycX7YX46AstpfEdFKlZFcudA8mlfNaCMZckW2OWVV2K5HyFAsDNlb35XYZknwxcHqUOpSxjbz4yaNwXLNNaTg/s320/trovatore-red-scaled.jpg" width="320" /></a></div><br /><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">“Il trovatore” de Verdi es una ópera ya de por sí oscura.
Y no solamente porque la mayoría de sus escenas se dan durante la noche, sino
porque sus roles predominantes son precisamente los que se mueven en las notas
medias y centrales. Claro que hay soprano y tenor y con páginas absolutamente
brillantes que salieron del genio del de Busetto, pero, sin lugar a dudas,
Verdi confiere una vez más enorme protagonismo al barítono y a la mezzosoprano
como ningún otro compositor hizo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Ayer por la tarde en Sabadell se daba cita a la tercera
función de la última ópera de esta temporada 2022-2023 que empezara en el mes
de octubre con “Don Giovanni”. A los intérpretes, no obstante, aún les aguarda
un largo periplo por diferentes localidades catalanas, pero, con la de ayer, se
cerraba el círculo en la capital vallesana, a la espera de la nueva e
interesante temporada que ya se ha anunciado para el año que viene. Empezará
con un “Romeo et Juliette” seguida de una “Doña Francisquita”. De esta forma en
la <b>FUNDACIÓ D´ÒPERA A CATALUNYA </b>recupera mi muy querida zarzuela después
de unos cuantos años sin que tuviera presencia. Aplaudo pues la iniciativa y
bienvenida sea de nuevo a casa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">En el mes de febrero podremos disfrutar de “Manon Lescaut”
de Puccini y finalmente, dentro de un año, la que ahora suscribe cuatro
palabras sobre “Il trovatore” hará lo mismo con la “Turandot”. Dos óperas de
repertorio clásico, arriesgadas y difíciles y que los que adoramos Puccini
disfrutaremos sin lugar a dudas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Austero Trovatore<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Sabemos de los medios y los recursos de los cuales
dispone la <b>FUNDACIÓ D´ÒPERA A CATALUNYA, </b>por tanto sería de dementes
esperar un decorado recargado y suntuoso, así como un vestuario más vistoso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">El equilibrio entre la seriedad del negro, la oscuridad
de la obra y la época en la que se enmarca este Trovatore hacen que, escena y vestuario
nos sitúen más o menos en la época. Por tanto, no hay nada que decir acerca de
esto, y destaco como siempre la excelente iluminación para crear ambiente a
cargo de <b>NANI VALLS.<o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Con un mismo motivo conductor a nivel escenográfico
salpicado de grises y columnas, <b>CARLES ORTIZ </b>y <b>JORDI GALOBART, </b>otorgan,
a este Trovatore sencillo una notoriedad absoluta sin salir del contexto. El
resto de ambientación, como en otras ocasiones, lo dejan al libre albedrío de
los asistentes. Soñar es gratis, y de momento, imaginar, también.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Equilibrio vocal y coral<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">He de reconocer el gran trabajo y mejor resultado de la <b>ORQUESTRA
SIMFÒNICA DEL VALLÈS</b> y el <b>COR DELS AMICS DE L´ÒPERA DE SABADELL </b>a
cargo del Maestro <b>DANIEL GIL DE TEJADA</b> que supo mantener el volumen justo
y adecuado que requiere esta gran ópera verdiana. Gil de Tejada imprimió
notoriedad y <i>tempi </i>adecuados, quizás a mi gusto en alguna ocasión un
tanto ralentizado sobre todo el momento coral de la “pira” con esos “all´armi” más
lentos que el propio ritmo del aria más esperada de la noche.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Pero a pesar de este pequeño contraste, el maestro llevó
muy bien la función de la tarde, atento en todo momento, cantando con el coro,
concentrado en la escena y en total comunión y entendimiento con los cantantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Reparto<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">MARIBEL ORTEGA </span></b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">regresaba una vez más al role de Leonora. Su voz es más
que suficiente para abordar sin problema el papel verdiano. Los agudos son
claros, limpios y seguros, bien colocados y sin estridencias de las que, otras
habituales en este papel, suelen adolecer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Empezó en su primera escena quizás algo titubeante en
emisión. Me daba la sensación que la voz se quedaba un poco atrás aunque sin
embargo, finalizada su aria “Tacea la notte placida” afortunadamente, lo dejó,
valga la redundancia, atrás. Bien ejecutada esta primera pieza que culmina con
una <i>cabaletta</i> criminal como es el “Di tale amor” de la que solo cantó la
primera estrofa. Lástima.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Sin embargo, fue en su gran <i>scena </i>del cuarto acto
cuando la jerezana escuchó los atronadores aplausos y bravos del público tras
escuchar su “Damor sull´ali rose”. Cantada sin prisas, con matiz y <i>pianos</i>
bien matizados y ejecutados fue uno de sus mejores momentos que acabarían con el
espectacular dúo con el perverso Conde de Luna.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">El tenor argentino <b>GUSTAVO PORTA</b> no fue Manrico en
ninguno de los sentidos. Su voz es suficiente para cantar el role, si, pero con
esto no basta. No basta con ejecutar una buena “Di quella pira” (dicho sea de
paso, con agudos bien asentados tanto en el “o teco all meno” y el “all´armi”
final seguro y dilatado que hacen las delicias de aquellos que, desgraciadamente,
hoy en día continúan pensando que la ópera es tener un buen agudo, o lo que en
catalán diríamos “un bon pinyol”).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">No, Manrico no es cantar “Di quella pira” de una forma
solvente y reservarse para ese instante. Manrico es un papel, quizás no tan
agradecido para el tenor si lo comparamos con otros roles verdianos, pero, no obstante
el personaje tiene otras posibilidades expresivas. Y a tal efecto Verdi le
escribe un aria sensacional como es “Ah si ben mío”, momento en que el tenor
tiene que desplegar todos sus recursos expresivos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">No está dotado de una voz especialmente bella ni de un
fraseo que brille, aunque hubo momentos en que imprimió buenos matices, pero,
no acaba de funcionar a pesar de que intentó asentar <i>piani </i>que en algún
momento me dio la sensación de que la voz se tornaba un poco ronca. No se le puede
negar que lo intentó después de un inicio con “Deserto sulla terra” más que prescindible
y cantado con demasiada ligereza muy lejos del canto de un trovador.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Luz en la oscuridad<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Sí, quizás un poco rebuscada la frase o parafraseada de
otra que se ha hecho famosa en Catalunya, pero lo cierto es que la oscuridad de
las voces del Conde de Luna y de Azucena fueron la que dieron, a este Trovatore
sabadellense, la luz y el equilibrio a esta magna ópera de Verdi.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">No miento si digo que el gran triunfador de la noche fue
sin lugar a dudas <b>CARLES DAZA</b> que regaló su voz al Conde de Luna. Un
volumen y corporeidad más que suficiente para abordar un papel como éste.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Su voz suena bien, sana, robusta y tajante, acompañada de
una excelente dicción, cosa que siempre he destacado del interprete catalán (y
eso tanto si canta solo como si se trata de duetos o de concertantes). Con Daza
no hace falta que sigas la subtitulación porque se entiende perfectamente todo
lo que está cantando, y eso, para mí es muy importante, y es otro de los
grandes recursos expresivos a los que, un cantante inteligente, puede dar a un
personaje y hacerle justicia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Ya desde su primera entrada en escena con su “Tace la
notte” se pudo presentir cómo avanzaría en el resto de la obra. Supo dar al Conde
autoridad y austeridad avaladas ambas por un volumen que resonó en todo el teatro
de La Faràndula ayer por la tarde. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Serio en su gesto, autoritario sin rozar el despotismo
que otros intérpretes se empeñan en darle a este papel superó con creces mis expectativas
para con Carles en este role. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Su gran escena del segundo acto fue muy aplaudida y
agradecida por el público y con su voz, con su matiz, en escenas conjuntas en
las que las voces de Daza y Porta se medían, ganaba el catalán respecto del argentino
en autoridad y en volumen. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Para mi fue un enorme placer escucharle en tan espléndida
forma y ver su sin duda notable evolución en todos los sentidos. Aquel a quien
descubrí con un ya lejano Silvio de “I pagliacci” y al que ya auguré a mi
salida del teatro que allí había una buena voz a seguir y de la cual oiríamos a
hablar, ver ahora donde está y lo que ha ido cosechando, es sin lugar a dudas,
como aficionada una auténtica satisfacción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">No quiero no obstante dejar de comentar otro de su grandes
momentos, en esta ocasión al lado de Maribel Ortega y que fue el apabullante
dueto del cuarto acto “Mira d´acerbe lagrime” en las que la voz de Maribel hizo
más buenas migas con la del barítono que en otros pasajes que aún estaban por
venir junto al Trovador. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Enhorabuena, Carles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">De los intérpretes principales, de los 4 intérpretes
principales mejor dicho de este Trovatore, quiero hacer, por supuesto, una
mención especial para la mezzosoprano catalana <b>LAURA VILA</b> que afrontó
uno de los papeles más exigentes salidos de la pluma del gran Verdi.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Y es que Laura es muy bien conocedora de sus medios vocales,
de sus posibilidades y de su capacidad como cantante y artista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Valga por delante que aplaudo que no presentara una
Azucena escénicamente pasada de vueltas como hacen otras de las que hemos
considerado grandes Azucenas con el simple y vulgar objetivo de erigirse, sin
lugar a dudas, en el centro de las miradas durante una representación operística.
Y recordemos que una ópera es un trabajo de equipo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Laura dotó a Azucena de inteligencia. Cantó lo que tenía
que cantar sin exagerar un ápice la parte vocal y sobre todo la escénica. No sobreactuó.
Simplemente actuó. Y eso, a nivel personal, yo se lo agradezco. Mucho.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Azucena es, a la par que Anmeris, un bombón de papel. Oscuro,
perturbado, con pulso. Y esto se nota en su ejecución. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Su “Stride la vampa” ya fue un claro ejemplo a nivel
vocal y artístico. ¿Por qué poner los ojos fuera de órbita para cantar esto?
¿Por qué exagerar el gesto cuando tienes los recursos para hacerlo con la voz?”.
¿Por qué desviar al público con esos recursos manidos si el recurso lo tienes
en tu garganta?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Brava Laura porque su voz sonó como tuvo que sonar, sus
graves, sin ser la suya una voz de gran dramatismo es más que suficiente para
esta Azucena. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Genial como paseaba su voz por las zonas más altas y exigentes
que se puede encontrar en la escala de la mezzosoprano, y el gran contraste –
aquel que a mi me hace estremecer cuando se lleva la voz del agudo al grave en
dos segundos – estuvo presente ya desde el principio de esta aria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Quiero destacar también, porque para mi es muy importante
que, al igual que comentaba para Carles Daza, que Laura Vila tiene un fraseo
impecable y completamente inteligible. Tampoco necesitas seguir la subtitulación
cuando ella está cantando. Y eso es más que meritorio dado que, de por sí, es
mucho más difícil entender las voces femeninas que las masculinas cuando están
cantando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Tanto en el dueto del segundo acto “Non son tuo figlio”
como en el del cuarto “Madre non dormi”, ambos con el tenor, estuvo realmente
fantástica. Me sorprendió sin embargo, en el primero, en el “Non son tuo figlio”
el cambio de <i>tempo </i>en el “Ma dell´alma dell´ingrato non parlò dal cielo
un detto” respecto al que se había llevado todo el dueto. No acabé de
entenderlo aunque si el objetivo era remarcar la autoridad de la madre y las
instrucciones que con ello daba a su hijo, pues bueno, de acuerdo. Personalmente
estos cambios bruscos, marcados obviamente fruto de un trabajo previo con
dirección, no acaban de convencerme. Pero es simplemente mi opinión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Quiero decir también que, a pesar de que las páginas más
famosas para Azucena sean acaso ese “Stride la vampa” o el demencial “Condotta
era in cepi”, a nivel personal para mí, Azucena tiene otro <i>momentazo</i> si
se me permite usar esta expresión popularizada años ha. Y este momento es el de
“Deh, rallentate, o barbari,</span> le acerbe mie ritorte...Questo
crudel supplizio è prolungata morte...” Si, el clímax final de
esta primera escena del tercer acto es para mi cuando Verdi, cuando el genio de
Verdi y todo el infierno que arde en su imaginación, brinda a la zíngara una de
las mejores y más emotivas páginas jamás escritas para ella. Y aquí si que
Laura hizo que se me pusiera la carne de gallina con ese arrebato tan típico y
tópico de las obras de Verdi.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Brava!!! Brava Laura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">No fue sin embargo aplaudido el dueto del cuarto acto con
Manrico “Madre non dormi” pero fue ejecutado excelentemente al igual que su fulminante
“Sei vendicatta, o madre” que concluye la obra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Roles secundarios<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">De los cuales destaco el Ferrando de <b>JEROBOAM TEJERA </b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y la Inés de <b>MARIYA MELNYCHYM</b>, el
primero por tener una voz de aquellas que, en cuanto emiten la primera nota ya
ves que son de aquellas que inundan por completo el teatro y porque la difícil
partitura que Verdi le encomienda, la hace sin titubeos. La segunda, por
calidez de voz y fraseo completamente inteligible, que insisto, para mí es muy
importante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Sin duda una tarde de ópera la de ayer recomendable si lo
que se busca no es la espectacularidad de los agudos en “Di quella pira” o los
pasajes más populares de la ópera de Verdi como lo son el coro de los gitanos del
segundo acto, o el coro de soldados del tercero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;">Si lo que se busca es disfrutar de unas buenas voces que
tienen sentido de la interpretación y que les prestan atención al texto y a
cuán importante es la expresividad que se le puede dar a un personaje
operístico, sea de la cuerda que sea, entonces, este, es vuestro “Trovador”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-66739976311216962822023-02-20T11:32:00.001+01:002023-02-20T11:32:15.320+01:00Butterfly tiene nombre de mujer<p><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_Wddyx_vyCWrkrWvXduAUrXP0rzAZV5Tw25W1_o3ZKC61OxcvbK8I_08qZ4FsdaLNYADZQUYwVSXF0ET0w1jy9tKlzm3UfUSXCkU2dRN1EoDaB9OMk-1KLahjdqtztOrMp4Kv5vVtZX0C-HGa4NdcwhAJ_GBJOd4qYnb5o7UOn7LbEOEo1d61q-BRgA/s2560/butterfly-red-scaled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1708" data-original-width="2560" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_Wddyx_vyCWrkrWvXduAUrXP0rzAZV5Tw25W1_o3ZKC61OxcvbK8I_08qZ4FsdaLNYADZQUYwVSXF0ET0w1jy9tKlzm3UfUSXCkU2dRN1EoDaB9OMk-1KLahjdqtztOrMp4Kv5vVtZX0C-HGa4NdcwhAJ_GBJOd4qYnb5o7UOn7LbEOEo1d61q-BRgA/s320/butterfly-red-scaled.jpg" width="320" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Cuando
alguien sale de un teatro de ópera y piensa en lo afortunado que es de poder
disfrutar la música hasta extremos indescriptibles, es por la mera razón de
que, lo que acaba de escuchar, le ha llegado hasta el rincón más lejano de su
corazón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Esto
bien podría ser simplemente el resumen o preludio de lo que viene a
continuación, pero, emocionarse hasta tal punto en el teatro, llorar con la
música, sentir como llegan las voces y estar durante la ópera completamente
metida ella es algo que cuesta de consiguir, pero, que cuando se logra, no hay
palabras ni poder humano suficientes como para describir la avalancha de
sentimientos que desfilan delante de una.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Pocas
veces salgo del teatro con esta sensación, y cuando de manera excepcional la
comunión entre el artista y el público van de la mano, entonces es, y reitero, cuando
digo, que soy una persona afortunada. O a mí me lo parece.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Y
ayer tarde lo fui. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">No
solamente porque “Madame Butterfly” invita a serlo, sino porque es una ópera
cargada de fuerza emocional, de sentimiento, con una historia de trasfondo que
conmueve y con una música con la cual, se tiene que ser muy insensible – o cantarla
muy mal- como para no sentir nada de nada en las casi tres horas, intermedio incluido,
que duró la función.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Qué
música tan excelsa escribió mi querido Giacomo Puccini para su amada
Cio-Cio-San. Un mago del sentimiento, de la emoción, de las reacciones, del
matiz, de todo lo más profundo que un ser humano pueda llegar a sentir. Todo
ello está intrínsicamente ligado a su música.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Buttefly
remueve el cuerpo porque enseguida empatizas con la joven e inocente japonesa víctima
de un engaño vil por parte de un oficial de la marina de un país llamado Estados
Unidos de América, donde todo vale, donde todo se compra inclusive el amor, la
inocencia y el dolor. El poder que pisotea al débil. Una clara exhibición de lo
que hoy en día podríamos llamar turismo de explotación sexual donde Butterfly
es la víctima de un sistema podrido y corrupto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">“Badate,
ella ci crede” </span></i><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">le
masca Sharpless a Pinkerton al principio del primer acto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Ella
lo cree. La niña lo cree. Y la niña hecha mujer también, hasta que por conciencia,
el cónsul la desengaña y la niña Butterfly se convierte en adulta de golpe con
el estruendo seco de la percusión que la saca de su sueño pueril y la sitúa en
la realidad de un mundo donde solamente va a poder encontrar la paz a través
del sacrificio y la muerte. <i>“Con onor muore chi non può serbar vita con onore”.
</i>Giacosa e Illica no lo hubieran podido escribir mejor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Si
hay alguien que no se emociona con esto, con todos los respetos para aquellos
que no lo logran, pues, es que hay mucha insensibilidad esparcida por este
mundo, o, también, es que hay mucha gente que va a la ópera porque toca, y nada
más.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Nunca
he podido hacer eso. A la ópera se va a disfrutar, a emocionarse, a vivir la música
y a disfrutar de las voces. Lo siento, pero no me lo puedo mirar desde otra perspectiva.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Fue
Madame Butterfly<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Demos
gracias a Dios ya que en los tiempos que corren, lo habitual no es encontrar
una puesta clásica si no una fumada del director de escena que quiere <i>explicar
</i>lo que se escribió hace más de 100 años. Que quiere <i>explicarme</i>, y me
dirijo a mi misma, qué es Madame Butterfly y qué representa…. Ummmm… quizás si
que se necesite explicación cuando ves que la pobre Cio-Cio-San te la visten de
astronauta y el granuja de Pinkerton pilota una nave espacial. Pero no, gracias, no quiero explicaciones. Quiero una
Madame en Japón. ¿Tanto cuesta entender esto?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Y
ayer, afortunadamente, y como viene siendo marca de la casa<b> </b>el tándem <b>CARLES
ORTIZ </b>y <b>JORDI GALOBART</b> entienden a la perfección la obra y lo que le
gusta al público que, entre los cuales me encuentro, vamos a gozar de la
música, de las voces y de la historia, en el contexto que le toca. Voy a sentir,
no a pensar. Que para eso, ya trabajo toda la semana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Poco
<i>atrezzo </i>y a penas sin decorado su Madame funciona. Las puertas corredizas
típicas de las casas japonesas, un vestuario cuidado y una soberbia iluminación
de <b>NANI VALLS</b> completan una Butterfly sencilla, muy bien ambientada en
la que no se necesita cargar el escenario para hacer creíble la historia. Una
bandera de los Estados Unidos en el primer acto, una rama de cerezo en el
segundo, ceden el paso a la desolación de la protagonista en el tercer acto,
donde se ve despojada de todo: del amor, de la maternidad y de la vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Me
gustó la dirección de <b>SERGI ROCA</b>, atento al cantante y a la orquesta. Si
que al principio la fricción de los arcos de los violines sonaban un tanto
ásperas, demasiado enérgicas, y quizás en algún momento el volumen orquestal
fue demasiado <i>forte</i>, pero, en un Puccini, las crecidas orquestales son
lo habitual y lo que hace que la música del de Luca tenga en el oyente el
efecto devastador de un tsunami. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Estuve
pendiente de algo que para mi es esencial en una Butterfly. En el segundo acto durante
el aria de Buttefly, <i>“Un vel dì vedremo”. </i>Los que me conocen saben perfectamente
lo que viene ahora a continuación. Los que no, pues bueno, espero de alguna manera
que, con el comentario, en su próxima Madame, lo puedan apreciar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Es
sabedor que Puccini nunca escribía una nota que no tuviera sentido musical ni
concordancia con el texto. No había ni una nota de más ni una nota de menos.
Podríamos decir, de una forma jocosa y con todo mi respeto, que en sus óperas
hay momentos de psicopatía en los que el propio Giacomo se cercioraba de buscar
el sonido verdadero, la realidad. Muestra de ello, las campanas que acompañan
al amanecer romano en el último acto de su “Tosca”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">En
Butterfly, hay un momento como este, psicopático… <i>“Poi la nave bianca, entra
nel porto, romba il suo saluto… vedi? Egli è venuto…” </i>y ese <i>“romba”</i>
ese estruendo del cañón del puerto que anuncia la llegada de las naves a Nagasaki
Puccini la describe magistralmente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Lo
esperaba, quería oír ese <i>“romba” </i>ese cañón lejano del puerto que se aprecia
con un sutil, pero audible golpe de timbal. Me fijé en el gesto del director, y
segundos antes de este matiz, se gira, busca al timbal, y con un ojo en el
escenario y otro en el músico, le marca que lo ejecute. Pasa el examen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Inspirado
también en el coro a “boca chiusa” y en el preludio del tercer acto, Sergi Roca
firmó una muy buena versión de Butterfly, mientras que el coro, dirigido por <b>DANIEL
GIL DE TEJADA</b> alcanzó momentos extraordinarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Grandes
voces<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Habituales
de la casa como <b>ENRIQUE FERRER </b>que hubiera podido firmar un muy buen
Pinkerton si en ocasiones su canto no fuera tan engolado. Ha corregido mucho su
emisión y tiene la voz para Pinkerton aunque le falte un pensamiento de belleza
en ella. Da el personaje y es creíble en el escenario y es en sus escenas
conjuntas, con Sharpless o la misma Butterfly, en las que su voz brilla más
quizás porque queda equilibrada – aunque debería decir, un tanto camuflada. Sin
embargo, tengo que decir que alcanzó su mejor momento, y contrariamente a lo
que acabo de decir dos líneas atrás, en su <i>“Addio, fiorito asil” </i>donde a
mi gusto faltó un poco de aquel <i>squillo </i>que otros Pinkerton tienen,
pero, fue de lo mejor que le pude escuchar durante la tarde-noche, con un
volumen más que suficiente y ejecutado con mucha sensibilidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Cuando
la voz de <b>MANEL ESTEVE</b> irrumpe en el escenario, una no deja de decirse a
si misma que debería estar haciendo grandes teatros. Una voz muy bien timbrada,
con un volumen más que suficiente para abordar el breve, pero no obstante
difícil papel de Sharpless, el cónsul que permite a Pinkerton que actúe como un
canalla. Y, aunque tiene un poco más de moralidad que el marino, deja que pase.
Y pasa lo que nadie puede evitar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Rotundo
en su dueto del primer acto con Pinkerton y sublime en la lectura de la carta,
además de un fraseo y expresión cuidados, y, un sentir de la actuación marca de
la casa. Cantar lleva unido el actuar, el lenguaje corporal y facial. Saber
escuchar y reaccionar a lo escuchado es ser también un buen cantante y artista,
en mi opinión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">La
Suziki de <b>ANNA TOBELLA</b> cumple con creces el cometido. Una voz con cuerpo
aunque a veces me da la sensación de que se queda un poco en la garganta, sin embargo,
cuando esto no ocurre, y la voz corre bien, se puede apreciar un bello timbre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Ideal
para esta representación fue una de las más aplaudidas, junto a Manel Esteve y Tina
Gorina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Sorprendente
el Goro de <b>JORGE JUAN MORATA</b>. Una voz y timbre realmente bonitos que
contrastaba muy bien con la de Enrique Ferrer y Manel Esteve. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Destacable
también la breve intervención de <b>JOAN CARLOS ESTEVE </b>como el tio Bonzo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Cio-Cio-San<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Siempre
he dicho, y perdonad quizás la brusquedad de mis palabras, pero, una ópera como
lo es Madame Butterfly, como decía al principio, tiene que estar muy, pero que
muy mal cantada para que no te emocione. Si la primera entrada de Cio-Cio-San
ya no te llega, ya no te hace emocionar ni sientes que tu cuerpo no se remueve,
entonces eso significa que la soprano que la canta no sirve para cantarla. Ya puedes
guardar el pañuelo que hasta este momento has tenido en la mano en previsión de
enjugar lágrimas, porque una Butterfly que no te hace saltar las lágrimas ya en
su entrada, me reitero, no sirve para cantar esta ópera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">A
la Buttefly yo siempre voy preparada, pañuelo en mano, y el resto en el bolso,
porque si la cosa funciona, vas a utilizar más de uno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">TINA
GORINA, </span></b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">ya desde el
momento en que escuché su timbre de voz supe que la iba a disfrutar mucho. Tina,
y permíteme la franqueza, me hiciste llorar y emocionar ya desde el principio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Una
voz dulce, un gesto cuidado, un buen fraseo y una sensibilidad para el
personaje que me transportó a Japón, y que me hizo sentir totalmente afín y en
concordancia con el personaje que interpretó. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Ella
fue, sin lugar a dudas, la triunfadora de la tarde. Una Butterfly que invita a
amarla. Sensible, pero para nada pueril, segura y firme con una proyección de
voz de auténtico manual y todo ello, sin que su voz sonara estridente y
perdiera belleza, dado que Butterfly es un papel muy agudo para la voz de
soprano. Nunca rozó el grito, no tuvo ningún momento de dar la sensación de que
estaba al extremo de sus posibilidades, y eso, es de agradecer, porque hay “grandes”
que no lo logran.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Su
Butterfly no es desagarrada al extremismo que a veces exige el verismo. Es una
Butterfly fina, educada, sumisa y su actuación escénica complementa y refuerza
su visión del personaje. Es decir, su gesto no es exagerado, no es una Butterfly
histriónica, como no lo es su voz y tiene la inteligencia de no traspasar la
barrera de la elegancia para lograr el efecto teatral de desgarro que a veces
buscan y no encuentran otras Buttefly. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">No,
ella, lo hizo todo con la voz. Lo dominó. Se podía apreciar que sus ojos se
humedecieron en algún momento, sobre todo al final del tercer acto antes de
ejecutar su <i>“Tu, tu, piccolo iddio” </i>con un control y dominio vocal de lo
emocional y lo canoro verdaderamente impresionante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">¿Quién
es capaz de cantar Buttefly y que no se llenen sus ojos de lágrimas? Yo no
puedo, me llega demasiado esa música que brotó de la sensibilidad de alguien que
cogía notas, las ponía encima del pentagrama y… zas… magia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Muy
aplaudida en su <i>“Un bel dì vedremo” </i>y no fue para menos, como aplaudido
fue su dueto del primer acto <i>“Viene la sera”</i> en la que su voz, con la de
Enrique Ferrer, se fundieron hasta su <i>“Vien” </i>final con todo el oleaje de
la orquesta pucciniana pasándoles por encima. Sublime.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Gran
momento de contraste de voces también en el dueto de <i>“Tutta la primavera
voglio che olezzi qui” </i> con Anna Tobella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Sold-out<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Y
no es para menos. Puccini, Madame Buttefly… era de prever, título clásico,
puesta clásica. Un lleno total más que justificado, una sesión de ópera de un
gran nivel de la cual salí completamente emocionada, eufórica y contenta, tanto…
que hoy lunes, los efectos aún me duran y, retendré en mi memoria por mucho tiempo
esta fantástica y muy recomendable Madame Butterfly que nos han propuesto en
Sabadell desde la <b>FUNDACIÓ ÒPERA CATALUNYA”. </b>Si hay alguien que se lo
está pensando…no penséis, decidiros simplemente y abogad por una más que magnífica
tarde de ópera y estad dispuestos a dejaros envolver por algo que puede llegar
a conmover tanto como es una de las más grandes óperas jamás compuestas por el
grandísimo Giacomo Puccini. “Madame Buttefly”, apuntad, confiad en la calidad
de los artistas, y simplemente dejaros llevar y disfrutad… <i>“Un bel di
vedremo…”<b><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" />
<o:p></o:p></b></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"> </span></i></b></p>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-60938455770514757372022-09-19T15:48:00.000+02:002022-09-19T15:48:06.440+02:00Cuando la felicidad tiene nombre y apellidos<div class="separator"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0eMgMw0zIPns9WKcQwqdpI4dY03_EkZaswrRxikprWQex146WbtAIRfouQHIDuRArwHqyhGZmzlM9BstckXiUWd5fRTneQcmdE7zPbvHkx9OUcicBMFZeJeCxDK8SGK1Rr9z5ULtfFlSMC0qxkDNpo7FfKswOEJyDqtP4sqjrjJrFL6Q__3Zagvfa6Q/s2048/297402854_5356708464419825_896095108626778743_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1784" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0eMgMw0zIPns9WKcQwqdpI4dY03_EkZaswrRxikprWQex146WbtAIRfouQHIDuRArwHqyhGZmzlM9BstckXiUWd5fRTneQcmdE7zPbvHkx9OUcicBMFZeJeCxDK8SGK1Rr9z5ULtfFlSMC0qxkDNpo7FfKswOEJyDqtP4sqjrjJrFL6Q__3Zagvfa6Q/w279-h320/297402854_5356708464419825_896095108626778743_n.jpg" width="279" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tuvo que ser en Sevilla, en esta ciudad que embruja al que la visita, la que fuera testigo de mi reencuentro con la voz que hace más de treinta años que acompaña mí día a día.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Bajo la luna plateada de un casi ya final de verano largo y cálido por que sí, las infernales temperaturas del día dieron paso a una agradable brisa que acarició la noche sevillana en un enclave icónico como es la Plaza de Toros de la Real Maestranza. Allí, en esa plaza por la cual han pasado los más importantes toreros, allí donde Bizet la escoge como marco en el final de su “Carmen”, allí, precisamente allí fue donde se presentó de nuevo ante el público sevillano y el venido de fuera el gran <b>PLÁCIDO DOMINGO.</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La noche era especial. Había chisporreos de magia en el ambiente. Tenía un sabor especial. Como en todos los conciertos en que este gran artista ofrece. Siempre así y sin excepción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Plácido, de 81 años, sí de 81 años, el dato es importante y relevante, saltó al ruedo y nunca mejor dicho, ofreció, como siempre todo lo mejor de sí mismo. Todo aquello que puede ofrecer a sus años. Disfrutarlo y aceptarlo en esta etapa final de su carrera está en cada uno de nosotros, y como siempre depende de los ojos con los que se mire y con los oídos con los que se escuche.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>¿Por qué aún?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta pregunta me la han hecho muchas veces. Muchas. Me la ha formulado la gente que me conoce y sabe de mi trayectoria y de mi admiración por Plácido, y gente que se sorprende de que tantos años después esté aún intacta mi pasión y la ilusión con la que empecé a admirar a este gran artista siendo aún una pre adolescente. Y mi respuesta continúa siendo la misma e inalterable 32 años después.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pues porque Plácido con su voz me hace sonreír, así de tajante y real. Porque su voz y su arte aún conservan el poder para arrastrarme allí donde tenga la oportunidad de irle a escuchar. Porque su fraseo, su gusto, su decir continúa estando intacto. Porque su voz me llega hasta el fondo de mi alma y me da bienestar. Porque cuando canta, notas perfectamente que disfruta y eso a mí me hace disfrutar a la par viendo cuán feliz es Plácido encima de un escenario. Porque cuando emite las notas, aún y a su edad, sigue produciéndome escalofríos. Porque logra que me emocione, que nazcan las lágrimas en mis ojos cuando le escucho y revuelva agradablemente mi cuerpo con un sinfín de sentimientos que mezclan emociones, recuerdos, nuevas sensaciones y también nostalgia. Porque cuando lo explico, revivo el momento y me emociono por todo cuanto sus actuaciones me proporcionan. Porque he aprendido a aceptar y disfrutar lo que ahora nos puede dar – y desengañémonos- que aún es mucho teniendo en cuenta la edad que tiene. Porque no le exijo lo que sé que no me puede dar. Porque a mí me vale lo que me da. Porque aprecio su valor, su coraje, su valentía y sus ganas de subirse aún encima de un escenario. Porque da generosamente lo que tiene y lo que no. Porque le admiro y le respeto profundamente. Pero, sobre todo, y por encima de todo lo anterior, y que no es poco, porque escucharle y verle me hace inmensamente feliz. Y eso, no tiene precio en la vida de una persona.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Que un artista tenga la capacidad, y a sus años, de hacerte sentir todo esto, es de aquellas cosas tan raras y remotas que solo grandes como lo es Plácido Domingo, logran. Cante ópera, cante zarzuela, cante tango o cante rancheras. Lo que está claro es que a nadie deja indiferente. Que alguien con esta capacidad de remover sentimientos haga que durante 2 horas y media de espectáculo solo haya música, solo haya buen ambiente, que solo haya felicidad es absolutamente para destacar. Y lo digo así de claro y alto porque es como lo siento. ¿Quién sino Plácido Domingo te hace salir de un concierto con una sonrisa que no cabe en la cara? Que de Plácido Domingo solo hay uno, y que no existiera, tendrían que inventarlo porque el mundo de la ópera sería muy aburrido sin y pobre de espíritu sin él.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lástima que no le tuve delante ni tuve la oportunidad de poderle decir todo esto en persona. Una vez más, no se pudo dar un encuentro. Pero, de todo corazón y humildemente, se lo digo aquí: Maestro, fue Vd, únicamente Vd. con su voz y su saber hacer quien hizo que fuera la persona más feliz de todas las que el sábado llenaban la Real Maestranza. Gracias por su arte. Gracias por darnos tanto. Gracias por hacerme tan feliz. ¡Larga vida, Maestro!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Festival “Noches de la Maestranza”</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Plácido Domingo puso punto y final a este recién inventado festival de verano en Sevilla. A él le precedieron artistas como Joan Manuel Serrat, Eros Ramazzotti o Niña Pastori, entre otros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El marco, inmejorable. Una plaza vestida con la mejor de sus galas para acoger a aquel a quien, años ha, tan vinculado ha estado con la ciudad. Fue precisamente Plácido Domingo quien impulsó una temporada de ópera estable en Sevilla. Fue asesor artístico durante la Expo’92 y muchos de los que lean estas palabras, recordarán sin lugar a dudas, la gala de inauguración del Teatro de la Maestranza por la que desfilaron, en 1991, casi todas las leyendas de la ópera española. Muchos de ellos, ya no están desgraciadamente entre nosotros, otros, están ya retirados. De todos ellos queda en activo solo Plácido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me gustó como vistieron la Plaza de Toros. La arena se cubrió de césped artificial, y el amarillo desierto del ruedo vestido ahora de verde, albergaba una platea generosa con varias hileras de sillas blancas impolutas con el numerito de la localidad colgado detrás. Dicho sea de paso, por el precio al que se pagaban las entradas en platea, no eran para nada cómodas, ni tan siquiera un pequeño cojín o algo que amortiguara la dura madera. Tan pobre fue, que por no haber no hubo ni programa del concierto ni tan siquiera en código QR, como ya viene siendo habitual en muchos sitios en la época post-Covid.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pantallas gigantes a los dos lados del escenario y una megafonía que no siempre iba muy fina. Lo único que atestiguaba que aquello es una Plaza de Toros, pues las graderías iluminadas con una luz amarillenta y las barreras protectoras del ruedo. En cuanto al resto, daba la sensación de estar en un festival de verano cualquiera, pero no en Andalucía, porque como he dicho por la noche, el bochorno cansino del día dio tregua hacia una noche realmente mediterránea y para nada húmeda. No se vieron abanicos. No hacían falta. Y eso amenizó el espectáculo siendo la agradable temperatura un cómplice perfecto de los artistas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Sabor sevillano</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como ni podía ser de otra manera, la primera parte estuvo dedicada enteramente a la ópera, y tuvo a Sevilla como telón de fondo, exceptuando dos momentos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En esta ocasión, la <b>REAL ORQUESTA SIMFÓNICA DE SEVILLA</b> estuvo dirigida por el maestro <b>EUGENE KOHN</b>, un habitual en la carrera de Plácido Domingo y especialista en esta clase de eventos multitudinarios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La obertura de “Carmen” abrió una noche que presagiaba ser inolvidable. Habría sido un condenable delito si en Sevilla, si en la Real Maestranza, no hubiera sonado esta manida y preciosa obertura para situar al espectador. Aquello era Sevilla. Señores, están en Sevilla y Sevilla ya se sabe – dicen – tiene un color especial. Sevilla tiene magia y eso se percibe en el aire, en sus calles, en los más recónditos rincones de Santa Cruz. Allí, en ese laberinto de callejones distintos se respira un ambiente diferente y único. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirmHZQ4ybHgsSNwRJUIli3z5VpPi8TQa_AFGB1QWH6pYvrKSKhaub3u6xKYXs7KNIU6GVpBi_GST45R7TJBq6E1y8VMlKWjf3r0DiCpWFKzFUYPqE4LSw9XsJmW82GaLm4l3fCQ99vwJk45gYwIzHjiG9-o5Kflx0pksDHSGvbAldrtVhCb6B-uhftKQ/s2048/307648308_5816631755047888_1084134639389790576_n%20(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirmHZQ4ybHgsSNwRJUIli3z5VpPi8TQa_AFGB1QWH6pYvrKSKhaub3u6xKYXs7KNIU6GVpBi_GST45R7TJBq6E1y8VMlKWjf3r0DiCpWFKzFUYPqE4LSw9XsJmW82GaLm4l3fCQ99vwJk45gYwIzHjiG9-o5Kflx0pksDHSGvbAldrtVhCb6B-uhftKQ/s320/307648308_5816631755047888_1084134639389790576_n%20(1).jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La primera aparición de <b>PLÁCIDO DOMINGO</b> en el escenario despertó ya los primeros atronadores aplausos y bravos. Escogió el aria “Nemico della patria” de la “Andrea Chernier” de Giordano, que nada tiene que ver con Sevilla, pero que interpreta fantásticamente bien. Y la cosa no había hecho más que empezar. Plácido venía fresco y reposado después de un parón vacacional y se notaba. Eso ya hizo que en mis ojos aparecieran las primeras lágrimas de emoción. Su “La coscienza nei cuor ridestar delle genti” ya te pone en aviso. La orquestación de Giordano cambia completamente en ese tramo final y se vuelve mucho más sentida que en el resto de la propia aria para culminar con un “e in un sol bacio e abbraccio tutte le genti amar” que con la fuerza del libreto, de su significado (y en un solo beso y abrazo, amar a toda la gente) y con la emoción que Plácido le pone, es imposible que no te emociones, valga la redundancia, con él. Tengo debilidad por esta aria, sí, confieso mi delito.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entramos después en un tramo dedicado a “La forza del destino” de Verdi. Hecho expresamente, claro, ya que la obra transcurre obviamente en Sevilla. Fue un desigual <b>JORGE DE LEÓN</b> quien, después de la introducción orquestal pertinente atacó con “La vita è inferno a l´infelice”. Una voz la suya que no es especialmente agradable en la zona central, demasiado oscura y tosca – para mi- y que alcanza quizás un poco más de belleza en la zona más alta, en la que también allí encuentra sus puntos de dificultad.</div><div style="text-align: justify;">Tiene volumen y registro, nadie lo niega, y yo tampoco. Pero le falta matiz, dulzura, sentido del fraseo y seguridad en la zona alta que siempre da la sensación de rayar el accidente vocal.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Seguidamente la soprano uruguaya <b>MARIA JOSÉ SIRI</b>, que viene siendo desde hace una época habitual en los conciertos y espectáculos de Plácido Domingo, abordó la segunda pieza dedicada a “La Forza del destino”, el “Pace, pace mio Dio” que empezó muy bien la voz con un efecto regulador en el volumen de primera. Siempre lo he dicho y continuó pensando, y más por lo que le he escuchado recientemente, que Siri tiene una gran voz y tiene un talento especial para la expresión, para el fraseo, para el saber decir, para marcar el texto, y esto me gusta. Porque lo intenta, porque lo hace y porque lo consigue, sin embargo, es una voz con mucho cuerpo y con mucho volumen que no siempre sabe dominar. Y es en estos momentos cuando desde mi punto de vista pierde el control de la situación, y ya no percibes voz, ya se encamina al grito y eso sin tener para nada un timbre estridente. Creo sinceramente que, si consigue dominar esto, Maria José llegará más lejos de lo que ha llegado ya.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzyeGTRzDOXsrQPVLyUYu0nLgr9dzAAtO35MeMWSlwwpCbe3Fhu8tXN-u7hSGexh3WfgK86LGeD8jZRgKThHWAp21R3VhHAFid7QCgvWqvb4OhnDRBNgy7yvg9bfCdhLXMBRn-g_QN6hd21pJxJDUp_90fK0-0kXVwnHAL5j9h2AifJS0i5p2ZmVpDDg/s2048/307722034_5816632045047859_4014028047043635586_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzyeGTRzDOXsrQPVLyUYu0nLgr9dzAAtO35MeMWSlwwpCbe3Fhu8tXN-u7hSGexh3WfgK86LGeD8jZRgKThHWAp21R3VhHAFid7QCgvWqvb4OhnDRBNgy7yvg9bfCdhLXMBRn-g_QN6hd21pJxJDUp_90fK0-0kXVwnHAL5j9h2AifJS0i5p2ZmVpDDg/s320/307722034_5816632045047859_4014028047043635586_n.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Temiendo que sonara la clásica, en este tipo de conciertos, obertura de “La forza del destino”, <b>PLÁCIDO DOMINGO</b> nos sorprendió con el imponente dúo de tenor y barítono de esta misma ópera al lado de <b>JORGE DE LEÓN</b>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Invano Alvaro ti celasti al mondo” la misma pieza que, 31 años antes sonó en la inauguración del Teatro de la Maestranza al que días antes del evento, como aquél que dice, le habían puesto la última piedra. 31 años antes, aquel 10 de mayo de 1991, Plácido compartió escenario con otro gran español ilustre, el barítono Joan Pons. Barítono, claro, porque allí Plácido cantó de tenor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Años después el gran Domingo, como un guiño a ese concierto cambió de role y se puso en la piel de Don Carlo y desafió a un Don Álvaro, antaño soldado, ahora convertido en monje.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es verdad que hubo momentos de lapsus en la letra por su parte. Me dio la sensación que fue una pieza escogida para la ocasión y la cual no tiene para nada rodada, como barítono. Y es normal. Que son 81 años. Bueno…¿y qué? ¿Disfruté menos debido a esto? No, para nada. Porque no salía de mi asombro por su capacidad camaleónica y por su valentía, arriesgando en un programa operístico difícil, porque no fue un concierto de trámite para nada. Fue una primera parte muy exigente y no un simple bolo de verano en el que hubiera podido escoger cualquier otra pieza mucho más cómoda y fácil y que no le exigiera la concentración que requiere la ópera, una concentración que ahora mismo le empieza a pasar factura. Pero es lógico. ¿Quién canta de manera más que aceptable a los 81 años? Pues evidentemente solo 1. Y ese uno, tiene un nombre y apellido bien bonitos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Vamos a juzgar a un cantante con 81 años por lo mismo que exigimos a uno de 40? No se puede hacer esto porque se puede salir lastimado en el intento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Finalizado este dueto, llegó uno de los momentos inesperados para mí. De repente las notas de la Obertura de “Le nozze di Figaro” de Mozart, que, por ende, también transcurre en Sevilla. Esos compases inconfundibles que dan la sensación de movimiento en las estancias, en los pasillos, de enredo, de vodeville… Mozart no podía faltar en la noche sevillana. Su personaje más famoso, Don Giovanni, el seductor español, cedió su sitió a un pícaro Figaro que logró captar la atención de todo el público.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnC7CUQ0a-rA5UsKef3I7TWBNoFztTqqylqYMRT8thVRGz5Ic9-x95gTLY597dqZfgC0JtRoWbqIWVI3TGjPpuXXlzwalbv1VL_0H012_-3wBDLV49we6i2km7DBI19qmqyVpp3Gc4xiHjB5MQFo0qHov2GZPIs_FEMTGbMM1Mif0r3LR7I2UqoLEbxQ/s2048/307699461_5816631785047885_2109961545889602213_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnC7CUQ0a-rA5UsKef3I7TWBNoFztTqqylqYMRT8thVRGz5Ic9-x95gTLY597dqZfgC0JtRoWbqIWVI3TGjPpuXXlzwalbv1VL_0H012_-3wBDLV49we6i2km7DBI19qmqyVpp3Gc4xiHjB5MQFo0qHov2GZPIs_FEMTGbMM1Mif0r3LR7I2UqoLEbxQ/s320/307699461_5816631785047885_2109961545889602213_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Finalizó la primera parte del concierto con otro dúo que transcurre en España, pero sorprendentemente muy lejos de Sevilla. “Mira d´acerbe lagrime” de “Il Trovatore” de Verdi, otro de mis duetos preferidos, y donde un <b>PLÁCIDO DOMINGO</b> mucho más centrado y tranquilo que en el dueto anterior cantó junto a una más que acertada <b>MARIA JOSÉ SIRI</b>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los momentos dubitativos de atención y concentración que se habían sucedido en la Forza, dieron paso a uno de los momentos más especiales de esta primera parte. Es un dúo que ha cantado mucho y popularizado mucho y con el que obviamente, Plácido, encontró la comodidad que le daba lo conocido y rodado. Impresionante las dos voces al unísono.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue el propio Maestro Konh quien anunció un breve descanso de entre 15-20 minutos. Eternos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Y con la zarzuela hemos topado </b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Después de la danza de “La vida breve” de Manuel de Falla se sucedió un programa dedicado íntegramente a la zarzuela, con piezas muy conocidas y habituales en los conciertos de homenaje a este género, pero también de romanzas menos frecuentes, no por ello menos conocidas por aquellos, que, entre los cuales me encuentro, amamos tan profundamente esta música tan nuestra.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Luche la fe por el triunfo” de la “Luisa Fernanda” de Moreno Torroba, fue la romanza con la que <b>PLÁCIDO DOMINGO</b> abrió la segunda parte. Con voz poderosa, que sorprende por volumen, por un volumen que impone aún y que imprime su sello personal y distintivo como es ese saber cantar, ese fraseo y ese timbre bellísimo que conserva intacto aún con el paso del tiempo.</div><div style="text-align: justify;">Y no es para menos decir, ni le quita mérito al arte del Maestro Domingo que, es precisamente en este género, en el que ahora se encuentra más cómodo.</div><div style="text-align: justify;">Lo conoce, lo ha sentido y vivido desde niño, y le requiere ahora mismo – entiéndaseme bien- menos exigencia y concentración. Y eso se nota. Él la disfruta cuando la canta. Y nosotros, aquellos que, al igual que él, amamos la zarzuela, nos transmite ese amor y ese disfrute. Y con estas condiciones, obviamente, todos salimos ganando.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbrWtf9kd2YjaYB5YncfKqFvxCVfl3vflvD_jRF6c9TmDAHAtYtkTg46YXoV6tvBqmyH6z47dzm6BzwzrtUcX3St4qJma-VvWIsoTuIFQM9-9NHjK2GIFNbWpaLJvY9I_1BvhClaUih_ztmB2odxwrNcVRPqhVDznXzZluqnQ3hHO05pDZvSJvtKq1Cg/s2048/307356666_5816632491714481_2405863894594345083_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbrWtf9kd2YjaYB5YncfKqFvxCVfl3vflvD_jRF6c9TmDAHAtYtkTg46YXoV6tvBqmyH6z47dzm6BzwzrtUcX3St4qJma-VvWIsoTuIFQM9-9NHjK2GIFNbWpaLJvY9I_1BvhClaUih_ztmB2odxwrNcVRPqhVDznXzZluqnQ3hHO05pDZvSJvtKq1Cg/s320/307356666_5816632491714481_2405863894594345083_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Qué momento de expresión y matiz tuvo <b>MARIA JOSÉ SIRI </b>en la romanza de Rosa de “Los claveles” de José Serrano, “Qué te importa que no venga”. Es que es de loar su acento, y su fraseo, e incluso el timbre de voz cuando dosifica el volumen.</div><div style="text-align: justify;">Cabe decir que era la primera vez que la escuchaba en directo. Su voz, como anteriormente he dicho impresiona y su actuación en el escenario es seria y respetuosa. Pero el torrente de voz que tiene, o la emoción que le pone detrás, le traiciona.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y de nuevo <b>PLÁCIDO DOMINGO</b> junto a <b>JORGE DE LEÓN</b> interpretando su segundo dueto de la noche. En esta ocasión viajamos a las costas catalanas de Lloret de Mar, pueblo pesquero donde transcurre la “Marina” de Emilio Arrieta. “Se fue, se fue la ingrata” uno de los momentos más bellos de la obra y en el que sucedió un poco lo mismo que en el dúo de la Forza, a pesar de aquí Plácido estaba a sus anchas, permitiéndose incluso poner cara y gesto a lo que Jorge iba cantando. No, definitivamente la voz de Jorge de León no es bella. Cumple, sí, pero para cantar, para emocionar, para que te hagan sentir que aquello que cantas es especial o que con tu voz lo haces especial, hace falta mucho más.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg_M1BJQ5ufBqKuzxaqHiddi6HayCYgcBUfI92Lajsb8ZHx0PKfaA2NX-X1ewaiMINMgw0wIuP-8Os9ObZ9eRFTcN1tACYXk1QJp9PKI_tbEWk4mmbSyyWspPyRaUb5m_YlAibfcU8ZNNqOkMd8vrEtBccmZqEGXsWY_E6a0BnXUGihk8ZGL26zqbhXA/s2048/307748895_5816632325047831_1371242302530232744_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgg_M1BJQ5ufBqKuzxaqHiddi6HayCYgcBUfI92Lajsb8ZHx0PKfaA2NX-X1ewaiMINMgw0wIuP-8Os9ObZ9eRFTcN1tACYXk1QJp9PKI_tbEWk4mmbSyyWspPyRaUb5m_YlAibfcU8ZNNqOkMd8vrEtBccmZqEGXsWY_E6a0BnXUGihk8ZGL26zqbhXA/s320/307748895_5816632325047831_1371242302530232744_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y sin salir del escenario, una vez Plácido ya lo había abandonado, llegó para <b>JORGE DE LEÓN</b> uno de los momentos más exigentes de esta segunda parte, con una romanza bellísima que no suele prodigarse mucho en los conciertos. “Hecho de un rayo de luna” de la zarzuela “La leyenda del beso” de Soutullo y Vert. Permítanme… qué geniales compositores… Tenía que decirlo.</div><div style="text-align: justify;">Una romanza difícil, bella, poco cantada porque es de una dificultad extrema y a la que su voz – perdóneme el artista – no le hizo, a mi parecer justicia, haciéndosele bastante cuesta arriba.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otro de los momentos más españoles, y también más aplaudidos, y sorprendentemente, al que no se le había puesto voz, fue cuando la <b>REAL ORQUESTA SIMFÓNICA DE SEVILLA</b> bajo la dirección del maestro <b>KOHN</b> interpretó el intermedio de “Las bodas de Luis Alonso” de Gerónimo Giménez. ¿Quién no conoce este pasaje orquestal? ¿Quién no lo ha escuchado alguna vez en su vida? Y, ¿cuántas personas del público, no siguieron ese compás tan característico con pies y manos? La respuesta, pues fácil, a mi alrededor, todos.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las filigranas y castañuelas que salieron de la pluma de Giménez dieron paso al dueto que sirve como telón de fondo a uno de los pasodobles más famosos en todo el mundo y que, si no voy equivocada, siempre se toca en las corridas de toros. El dueto “Me llamabas Rafaelillo” de la ópera del maestro Penella “El gato montés” con su final “Torero quiero ser…” y encima interpretado en la Real Maestranza, levantaron ya por primera vez al público hispalense que el sábado por la noche se dio cita en este recinto. Agradecí que <b>MARIA JOSÉ SIRI</b> no le palmeara ni taconeara el “Torero quiero ser” a <b>PLÁCIDO DOMINGO</b>. ¿Y por qué digo esto?</div><div style="text-align: justify;">Pues porque por lo conocido de la pieza, porque en Sevilla las palmas es algo connatural en sus habitantes, y en una plaza de toros y en una zarzuela claramente de ambiente taurino, aquello hubiera podido ser todo un festival que, a pesar de contar con una megafonía atronadora, hubieran ensombrecido el arranque torero de Plácido.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y el programa oficial terminó con una “No puede ser” de “La tabernera del puerto” en una interpretación de <b>PLÁCIDO DOMINGO</b> que en los días que corren, es difícil de escuchar con este sentimiento y pasión, pero también con una voz que sorprende y que no puedes evitar preguntarte, ¿pero vamos a ver… de dónde saca la voz este señor?</div><div style="text-align: justify;">El segundo momento de la noche en la que Plácido me hizo llorar y en una romanza que para mí significa mucho, que me trae muchos recuerdos y que me vincula aún más estrechamente a personas que ya no están conmigo pero que siempre me las llevo a mis conciertos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyKUcchrVpbjyCUTXvVqLM3Hi2jLGWILlT-UkYot5we3PMOI14x7OkOcp-j87ytsquncoFBN0gRpEJQZ-rQObcbnWMSh4Nja5JyrUTMOt9Hp8k00CYmpi25UtfSRj5DAvWpOagGCb_TjYBiV-7M1GPLd1IKoHAxPA9MkxePFcYPL7YFfu_P9TGuzBZ5g/s2048/307550769_5816631941714536_7598798011529582593_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1366" data-original-width="2048" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyKUcchrVpbjyCUTXvVqLM3Hi2jLGWILlT-UkYot5we3PMOI14x7OkOcp-j87ytsquncoFBN0gRpEJQZ-rQObcbnWMSh4Nja5JyrUTMOt9Hp8k00CYmpi25UtfSRj5DAvWpOagGCb_TjYBiV-7M1GPLd1IKoHAxPA9MkxePFcYPL7YFfu_P9TGuzBZ5g/s320/307550769_5816631941714536_7598798011529582593_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>El momento en el que la Real Maestranza se le pone de pie</b></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ducho como es en su arte, <b>PLÁCIDO DOMINGO</b> aún guardaba varias sorpresas para la tanda de propinas. Cuando le vimos entrar con una gran sonrisa y una partitura en la mano, ya dijimos… “a ver la que lía ahora”… Lejos de liarla, si aún no había tocado lo suficiente el talón de Aquiles del público sevillano con un repertorio que fue un pedal continuo de guiños a Sevilla, el grandísimo Domingo se arrancó con, quizás, una de la coplas más bellas y bonitas de todo el repertorio, “Morena de mi copla” de Alfonso Jofre de Villegas.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No hizo falta presentación, porque todos los ahí presentes, sevillanos, españoles, e incluso los extranjeros que habían cruzado medio mundo para estar allí, la reconocieron.</div><div style="text-align: justify;">La música, independientemente del género que sea, digamos ópera, digamos zarzuela, digamos tango o bolero, o lo que sea, si es bonita, la cante quien la cante llega al corazón del público.</div><div style="text-align: justify;">La copla tiene todos los ingredientes necesarios y suficientes para gustar, claro está, al público que esté dispuesto a ello: explica una historia generalmente de amor o desamor, de traición, de celos, o de nostalgia -cuál ocurre en la ópera, ¿nos suena, verdad?- con diferencia de que Verdi o Puccini, necesitan 2 horas y un poco más (Wagner… pues bueno…unas 4 por lo bajo), y en cambio la copla, con dos minutos, remata la faena con unas letras bien construidas, fáciles y que llegan y con una música realmente en muchas ocasiones talentosa y envidiable.</div><div style="text-align: justify;">Además, y hecho que también influye, la copla siempre hace alusión a este nuestro gran país que es España y eso, a los españoles, nos toca y nos hace vibrar, lo mismo que un francés cuando escucha “La marsellesa”.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y pensaba yo, si siendo española, y en esta ocasión estando en España aunque a muchos quilómetros de mi casa, eso a mi como española me llega, me emociona, no me quiero ni imaginar escuchando esa “Morena de mi copla” fuera de nuestras fronteras, porque aún removería muchos más sentimientos. Un poco como también se canta en el pasodoble “En tierra extraña” que ya había cantado Doña Concha Piquer y que narra la vida de unos emigrantes españoles en Nueva York durante una cena de Nochebuena y que bebiendo vino en una reunión de españoles haciendo eco de la nostalgia hacia su país dicen, “que bien sabe este vino cuando se bebe fuera de España”… Si una escribiendo esto se emociona, cómo no tenía que emocionarme teniendo a Plácido delante de mí cantando esta belleza de copla.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y esta “Morena de mi copla” reúne todos estos elementos. Plácido lo sabe. Y fue un disfrute verle tan cómodo, tan feliz cantando, verle como su expresión cambiaba y se tornaba realmente tan placentera y de satisfacción cuando sus labios arrancaban ese… “Morena… la de los rojos claveles…” Qué bien se lo estaba pasando… Esa cara, esa sonrisa, esa voz… Creo que no hubo nadie, nadie que no le hiera los coros el sábado. A mi lado una pareja que la tarareaba, a mis espaldas, uno de los integrantes de “Los del Río”, también hacía lo propio, y yo… que acostumbro a hacerlo siempre, pues también.</div><div style="text-align: justify;">Los olés cuando llegaba el citado pasaje eran impresionantes. Fue uno de los “momentazos” de la noche, como alguien popularizó y sinceramente pienso que si Plácido hubiera pedido “colaboración” al público como a veces suele hacer, nadie se lo niega, y la Real Maestranza se le pone en pie y le acompaña. El final, pues ya se puede imaginar. La Real Maestranza enloquecida y lanzándole bravos “a grito pelao”.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero lo más importante es que, como digo, es que a Plácido se le veía extraordinariamente feliz cantando a sus anchas algo que para él no presenta la menor dificultad. Y con toda sinceridad también puedo decir y testimoniar que pude ser partícipe de esa felicidad. Porque en ese momento era lo único que podía sentir, y el resto del mundo no existía.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Un momento que tampoco olvidaré</b></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo especial y por lo que me sorprendió y que, sin ir conmigo, hizo de nuevo que se me pusiera la carne de gallina.</div><div style="text-align: justify;">Eso se produjo cuando <b>JORGE DE LEÓN</b> estaba cantando un “Júrame” que sin duda no pasará a la historia de este concierto, ni mucho menos, pero creo que lo sucedido en ese momento, a mi sí que me acompañará siempre.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay un momento muy bonito de esta bella canción en el cual se dice “Bésame, con un beso enamorado como nadie me ha besado”…</div><div style="text-align: justify;">Aquí, yo creo que se produjo magia. A mi lado tenía sentada una pareja joven, entre 35-40 años. Sevillanos ambos de pura cepa, y vale decir, los dos muy atractivos. Justo cuando Jorge entona esto, el chico que estaba justo a mi derecha, se inclinó hacia su pareja y le dio un beso, largo, como manda la canción “un beso enamorado”. Un beso limpio, bonito. Un bonito beso de amor.</div><div style="text-align: justify;">Sí, no iba como decía lógicamente conmigo, pero me pareció muy bonito y estremecedor. No dije nada, ni les comenté nada, lógicamente, fue un momento muy íntimo pero que ellos compartieron sin el menor pudor. Un acto de amor, sin lugar a dudas. Solo desear que este amor, les dure.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Tramo final</b></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Plácido aún tenía cuerda para un rato más. Y cantó de Agustín Lara una canción que en su momento prodigó bastante en el disco dedicado a este compositor mexicano, “Bajo el cielo español”. De nuevo como decorado, Sevilla, con “Clavel sevillano” partitura en mano, algún pequeño desliz que dejó al desempolvar una partitura de la que seguramente debe hacer más de 25 años que no canta.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Seguidamente fue <b>MARÍA JOSÉ SIRI</b> la que interpretó “Tres horas antes del día” de la zarzuela “La marchenera” de Moreno Torroba y, cerró el concierto, otro de los clásicos del inmenso repertorio que atesora el grandísimo <b>PLÁCIDO DOMINGO</b>, y que no podía ser otra canción que “Granada”. Y de nuevo la Maestranza de pie rendida a aquella voz que acababa de darlo todo a un público completamente en comunión con el artista madrileño. Ya no hubo más bises, a pesar de que las inconfundibles palmas sevillanas pedían a Plácido más.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Declaración de intenciones</b></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No miento, y la gente que me conoce lo sabe porque lo he comentado en más de una ocasión, que iba completamente convencida y con muchas ganas a este concierto después de un lapsus de dos años de Covid y porque no se había dado la oportunidad de poderle escuchar antes.</div><div style="text-align: justify;">También iba pensando, debido a su edad, que 81 no son pocos, de que esta vez en Sevilla, y más después de sus últimas actuaciones y reportes en los que se lo ha machacado mucho si se me permite usar esta palabra, de que esta sería sin lugar a dudas mi última vez. Mi despedida. El final. Mi final, lógicamente, de poderle ver en directo, aunque estaba segura que él seguiría un poco más aún, pero no tenía la esperanza de volver a verle.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Sin embargo me encontré a un Plácido en forma – siempre valorando y teniendo en cuenta su edad- un Plácido Domingo que como viene sucediendo va a tener días mejores, y días no tan buenos, claro está, pero un Plácido que – Dios le guarde la salud- va seguir quizás mucho más de lo que yo me pueda imaginar.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No sé si sea ya o no la última, ya que esto vengo diciéndolo desde el año 2008 y en cada función me digo “puede ser la última”, “esta será la última”, “ya no le veré más”… Pero bueno…después de lo del sábado, tengo mis dudas – agradables dudas, claro- y eso me abre las puertas a la ilusión de podría haber una próxima vez y de que a lo mejor, y ojalá así sea me he vuelto a equivocar y a anticipar, y ésta, la del sábado, no sea la última.</div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vamos a dejarlo en que Sevilla fue… la penúltima.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-12111070614550548042021-05-03T15:07:00.001+02:002021-05-04T07:43:31.623+02:00Gloria all´Egitto!!!: Sabadell cierra su temporada con la colosal ópera de Giuseppe Verdi<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY3xZh77nD_15E6GBQo_H_KxnU-1G7kfZH2cu69dDezorTbwLSVbTX0lKxZM10zVsQ7QNz5FA-LBLez6sz0mlFAPC7zGUEZNx6yex7PreREKeMKREdscIi9nn78jaTK8T38A7zZfBLbYIf/s1926/176729379_1113544725721451_3277427630600118591_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1926" data-original-width="1345" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgY3xZh77nD_15E6GBQo_H_KxnU-1G7kfZH2cu69dDezorTbwLSVbTX0lKxZM10zVsQ7QNz5FA-LBLez6sz0mlFAPC7zGUEZNx6yex7PreREKeMKREdscIi9nn78jaTK8T38A7zZfBLbYIf/s320/176729379_1113544725721451_3277427630600118591_n.jpg" /></a></div><br /><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Un
año y medio sin pisar un teatro de ópera es mucho tiempo y con pandemia o sin
pandemia la vida continua. Y la cultura también, dentro de lo posible y lo
permitido, que viniendo de donde venimos, eso ya es mucho. Hace tan solo un
año, disfrutar de una ópera en directo hubiera sido del todo imposible e
inadmisible.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Ayer
por la tarde, el Teatre de la Faràndula de Sabadell levantaba de nuevo el telón
con una obra de grandes dimensiones y dificultades, vocales y escénicas, como lo
es la gran “Aida” del maestro Giuseppe Verdi. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">“Aida”
es para Sabadell la última obra de esta temporada convulsa marcada por
restricciones y toques de queda que han obligado a limitar el aforo de la sala
y adelantar horarios para cumplir con la normativa vigente anti-Covid. Y aún así,
la entidad sabadellense <b>ASSOCIACIÓ AMICS DE L´ÒPERA DE SABADELL </b>y <b>FUNDACIÓ
ÒPERA CATALUYA</b> han logrado mantener los cuatro títulos de la temporada, con
sus más y sus menos, aunque se cambiaron fechas de las funciones de “La flauta mágica” durante
el mes de octubre pero llegaron a hacerse todas aún estando inmersos en plena segunda ola Covid.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCPjJYWFn3hfTJ_0Ogm8owUJ7PMAJvxPTIRfh2vcTDHL7lisX6r0DAtkXXei7jk0ZHsYBzQJBHC2fWQQwDrXwr8w8-jr2Dgv90rlTMqz1916K2SPsPilSVi9XEHoX7e-PIA373dE_r4xbq/s1949/178349514_1115029158906341_3313211955350511779_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1299" data-original-width="1949" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCPjJYWFn3hfTJ_0Ogm8owUJ7PMAJvxPTIRfh2vcTDHL7lisX6r0DAtkXXei7jk0ZHsYBzQJBHC2fWQQwDrXwr8w8-jr2Dgv90rlTMqz1916K2SPsPilSVi9XEHoX7e-PIA373dE_r4xbq/s320/178349514_1115029158906341_3313211955350511779_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><span face=""Verdana",sans-serif"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif">Cartón
piedra y telones transparentes<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Con
una escenografía completamente reciclada de versiones anteriores, Egipto
desembarcó en Sabadell en forma de grandes escalinatas rojas llenas de motivos
y jeroglíficos egipcios, que funcionan y ambientan bien los espacios; de
telones transparentes en blanco y negro simulando columnas de los templos y
grandes colosos. Todos esto fue perfectamente secundado con un gran
protagonista que fue, como ya viene siendo desde hace muchos años, la brillante
iluminación de <b>NANI VALLS </b>que tan bien recrea la escena del Nilo en una
noche egipcia bajo las estrellas, como el fulgor de la gran escena de la Marcha
Triunfal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">El
vestuario, también reciclado, estaba dominado por el color rojo, el blanco y el
negro. Faltaron más dorados, aquel color que tanto amaban los egipcios. Un
dorado que apareció tímidamente en la peluca de Amneris o en la capa que luce
espectacularmente en el segundo acto casi cegadora al ojo humano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Una
vez más los habituales de la casa, <b>CARLES ORTIZ</b> y <b>JORDI GALOBART </b>demostraron
lo mucho que se puede hacer con tan poco. Que se tiene que recortar los
ballets, pues se recortan. Y la cosa funciona. Que se tiene que reducir masa en
la escena del desfile triunfal de Radamés, pues se reduce, y se sustituye lanzando
pétalos blancos de manos de muchachas egipcias con túnicas blancas. Y la cosa
funciona. Y funciona porque detrás hay un buen trabajo, horas de esfuerzo,
dedicación y sobre todo de ilusión, de ganas, de compromiso y de talento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif">Ligero,
como el río que fluye<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Mención
especial para el maestro <b>DANIEL GIL DE TEJADA</b> en la ejecución de una
obra tan difícil e inconmensurable como es la “Aida”. ¿Por qué mención
especial? Pues porque el maestro supo en todo momento dominar a una orquesta en
una obra en que la orquesta tiene que sonar fuerte, portentosa, a toda
potencia, porque Egipto lo requiere y todo es a lo grande. Pero Gil de Tejada
conoce la orquesta y conoce el Teatro, y que en una obra como “Aida” y
escuchada desde la segunda fila deje que los cantantes se escuchen y no se vean
sobrepasados por el volumen de la orquesta es un hito importantísimo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Sus
“tempi” fueron ligeros y para mi perfectos, sin caer en el error de ralentizar.
“Aida” es lo suficientemente larga y Gil de Tejada lo suficientemente inteligente
para arrastrar esa gran ópera como si fuera una pluma y no un gran bloque de
piedra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Estuvo
atento y comprometido con la orquesta y coro -dicho sea de paso que a pesar de
cantar con mascarilla estuvo a la altura- y fue cómplice con cada uno de los
cantantes, respirando con ellos en cada momento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_mpJprQQnTSlQfgMzX5-u-9Cxg6gLDIqMZgKCbH386RpRYMoShkRF2LQptmpjezu90VHO6DEBxVSNUYXAWiknIulpM-TsuAMymQyCHeV14JXkAl8skDR-MiRaChkA48WYaFkmuf10PiSN/s1949/178390494_1115029235573000_3763463028615163865_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1299" data-original-width="1949" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_mpJprQQnTSlQfgMzX5-u-9Cxg6gLDIqMZgKCbH386RpRYMoShkRF2LQptmpjezu90VHO6DEBxVSNUYXAWiknIulpM-TsuAMymQyCHeV14JXkAl8skDR-MiRaChkA48WYaFkmuf10PiSN/s320/178390494_1115029235573000_3763463028615163865_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><o:p><br /></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p><br /></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif">Los
protagonistas<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif">ALEJANDRO
ROY </span></b><span face=""Verdana",sans-serif">fue el encargado
de dar vida a Radamés. Es una voz más que suficiente para cantar este
comprometido role verdiano cuyo inicio en la partitura es de auténtico
suicidio, ni más ni menos que un “Celeste Aida” y en frío, es como para salir
por patas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Roy
tiene una voz corpórea y espesa, amplia, no especialmente bonita pero que resulta,
con mucho metal y con mucho volumen, cosa que para el personaje le viene bien sobre
todo en las escenas corales y en los dos concertantes del segundo acto. Sin duda
fue un Radamés loable y a la altura de la producción, pero, le eché en falta
momentos más sutiles, cambios de estilo en su ejecución sobre todo en el “Celeste
Aida” que está bien que lo empiece afrontando como un aguerrido soldado y con la
rudeza del que ha luchado en mil batallas en el campo, pero, cuando habla de
Aida su canto tiene que ser dulce, más íntimo evocando a la mujer que ama. Lo mismo
sucedió en la última escena del cuarto acto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">En
esta ocasión <b>MAITE ALBEROLA</b> fue quien se puso en el papel de Aida, la
esclava etíope que está al servicio de la hija del Faraón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Al
igual que Roy, tiene volumen y voz para cantar Aida, sin lugar a dudas, pero le
falta un poco de dulzura, a mi gusto, en algún pasaje. Claro ejemplo en el “Numi
pietà” o en el dueto final con Radamès, “O terra addio” y lógicamente en su “La
tra foreste vergine” su gran escena de seducción a Radamès para obtener el
secreto que tan celosamente éste debe guardar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Tuvo
gran notoriedad en las escenas concertantes y la seguridad que imprime al role,
en una cantante tan joven como Maite, es para quitarse el sombrero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWhD54WIRobPhHWpOXaM6mcCfKwjUkzr7wHlXjdm9UXmucD8zSyJHVpsDWrZa58M8p7S8Pa6f3l-L7SeToNXHoRcxltUZWvAYucWF-6VmEKVUcU_5GpXluwX4FGt1rgyDufEjixJaJrngW/s1126/178469676_10159461015022122_689270775666037026_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1126" data-original-width="1126" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWhD54WIRobPhHWpOXaM6mcCfKwjUkzr7wHlXjdm9UXmucD8zSyJHVpsDWrZa58M8p7S8Pa6f3l-L7SeToNXHoRcxltUZWvAYucWF-6VmEKVUcU_5GpXluwX4FGt1rgyDufEjixJaJrngW/s320/178469676_10159461015022122_689270775666037026_n.jpg" /></a></div><br /><o:p><br /></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p><br /></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Amneris
es para mí el bombón de la ópera. Siempre lo he dicho y nunca me voy a cansar
de repetirlo. Es un personaje que evoluciona a lo largo de la ópera. Ama, traiciona,
suplica y se arrastra como un gusano por el amor de Radamès sin importarle
casta ni dinastía. Es tan grande su pasión que la lleva a la demencia extrema
en el último acto, su gran, grandísima escena. A <b>LAURA VILA </b>le tocó ayer
este cometido, humanizar a este gran personaje para llevarlo a la locura, y
todo por amor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Fue
para mí, la gran triunfadora de la noche. Si bien empezó un poco floja en el primer
acto, en el que se vio un tanto abrumada por las voces potentes de Roy y Alberola
en el terceto del primer acto y con un “Ritorna vincitor” que necesita a mi
gusto, un poco más de potencia o cuerpo. Su voz es más que suficiente para un
personaje como el de Amneris, pero estamos ante una obra en que la ola de
sonido orquestal es muy, muy grande.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Sin
embargo, fue a partir del segundo acto en su dueto con Aida en el que Laura
Vila les ganó el pulso. Su voz iba del agudo al central-grave, con las inflexiones
propias en la voz que solo pueden hacer las mezzos cuando cantan y que tan
anillo al dedo van como complemento para expresar sentimiento de rabia, de
venganza y de desesperación. Brava Laura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Pero
aún no había acabado, faltaba la escena final del segundo concertante del
segundo acto, y allí a pleno rendimiento junto con las voces de Roy, Alberola,
Daza, coro y orquesta todos a tuti plen, Laura Vila se hizo escuchar de forma
notable. Algún día le preguntaré, cuando todo esto del Covid pase y se pueda volver
a las salidas de artistas, cómo lo hizo!!! Sorprendente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Como
abrumadora fue su escena última en el cuarto acto. Una Amneris demente que no
cae en el manido recurso de demostrar a Radamés, ni tan siquiera en este momento,
la desquicia que le corroe por dentro. Y eso denota el carácter y origen noble
del personaje. Es la hija del Faraón, y si, suplica, llora, y se arrodilla
hasta perder la dignidad, pero, aún así conserva ese espíritu triunfador hasta
el momento en que los sacerdotes decretan “Traditor”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">De
gran efecto fue su final “Empia raza, anatema su voi”, que le hizo merecedora
de los “brava” más sentidos que se escucharon durante toda la tarde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Del
cuarteto protagonista queda tan solo hablar del Amonasro de <b>CARLES DAZA, </b>que
debutaba este role y además, lo hacía en casa. Es un papel corto y con poco
lucimiento vocal. No tiene grandes momentos, pero, se nota en su voz como la evolución
del tiempo ha jugado en su favor. Una voz baritonal de timbre bello y generoso
que además cuenta con una de sus mejores bazas, ese fraseo nítido y noble que
no le ha abandonado a lo largo de todo este tiempo. Lástima que el role sea corto
y poco lucido para una voz como la suya que merece más minutos. A ver si
podemos disfrutarle próximamente de nuevo… quizás con este “Rigoletto” que se
anuncia en el programa de mano. Ojalá. Dicen que soñar es gratis. Pues, vamos a
soñar y a cruzar los dedos. Después de su Fígaro en el Barbiere ya hace unos
años, sería para Carles Daza, su segunda y gran confirmación en Sabadell. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Del
resto del elenco, destacar la primera intervención del Ramfis de <b>JEROBOAM
TEJERA </b>que fue de gran efecto en su breve escena con Radamés. Una correcta <b>EUGENIA
MONTENEGRO</b> en el papel de Sacerdotessa y un más que suficiente Re de <b>ALEJANDRO
BALIÑAS.<o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">En
conjunto una muy buena apuesta en estos tiempos que vivimos ejecutada con
seriedad y la profesionalidad que son ya marca de la casa en Sabadell.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif">Ópera
en tiempos de pandemia<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Quiero
hacer una reflexión y quiero ser muy clara para no levantar ampollas ni que
haya lugar a tergiversaciones en lo que digo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">No
hay mal que por bien no venga. Dicho esto, y directo a la vena, más de uno se
me podría tirar a la yugular. Y lo entiendo. Por eso decía que quiero ser muy
clara en este aspecto en el sentido de que, de las situaciones desfavorables,
siempre hay algo de lo que se puede aprender. Y ayer me pareció que asistimos a
una de estas mejoras en la gestión de los teatros y que debería perdurar más
allá de la era Covid. Me refiero a las entradas escalonadas, a la puntualidad
del horario fijado y al orden de la salida sin el típico tapón humano en el
vestíbulo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Bien
es cierto que había la mitad del aforamiento. Si, cierto, pero, si en época
Covid se abren las puertas ¾ de hora antes para garantizar distancias y
seguridad, ¿por qué no mantener esto cuando se vuelva a la normalidad? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Si
en épocas de Covid -reitero- somos capaces de empezar la ópera a las 18h y
garantizar que todo el mundo esté en casa cuando empiece el toque de queda, ¿por
qué no mantener esto cuando se vuelva a la normalidad? Que la falta de puntualidad
es fatal en nuestro país.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">E
insisto de nuevo, si somos capaces de seguir directivas de evacuación de un teatro
de manera ordenada, sin pisarnos los unos a los otros, y cruzar los vestíbulos
en 10 segundos, ¿por qué no mantener esto cuando se vuelva a la normalidad?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Creo
que de la experiencia de ayer los teatros y el público deben tomar buena nota
de ello. Reflexionar y cambiar hábitos. Si lo podemos hacer porque así nos lo
exigen, ¿por qué no seguir haciéndolo luego por el bien de todos? Si volvemos a
lo anterior, entonces es que no habremos aprendido nada de nada durante todo
este tiempo, y como se suele decir, vamos a tropezar de nuevo en la misma piedra
cayendo en los mismos errores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">¿Qué
cómo es ir a la ópera en tiempos de pandemia y con mascarilla? Pues, excepto
por lo contado anteriormente, la fórmula no cambia, es lo mismo y se puede
disfrutar igual, aunque en mi caso, no pude cantar la “Aida” con ellos porque
con la mascarilla se me empañaban las gafas y tuve que desisitir en mi intento
de sentirme Ameris, Radamès, o Aida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif">Por
lo demás, id a los teatros, es seguro si se hacen las cosas bien hechas. No
dejemos que muera la cultura, uno de los sectores también muy afectados por el Covid,
y, demos gracias a estos valientes que se suben a un escenario a cantar sin
mascarilla para ofrecernos su arte, para hacernos disfrutar y para distraernos
un buen rato de todo lo que hay allí a fuera. Por todo esto y por todo lo que
me hicieron disfrutar, muchas gracias a todos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8S2Bu_SvhdnVdUVAGz7MYWQ59gZ4UIelSaqRWD52HwNiSJkimxONvn2-yA1Zu4DyDxH1-c42HY3yEYb5dAQNTCV5M6mKg1BJ_BCJxFJZ3CgTK6ze_EoAAr-TCGteQDMVD4yVp4H6k-qtn/s960/182010513_3923010881107829_1087819492772576046_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8S2Bu_SvhdnVdUVAGz7MYWQ59gZ4UIelSaqRWD52HwNiSJkimxONvn2-yA1Zu4DyDxH1-c42HY3yEYb5dAQNTCV5M6mKg1BJ_BCJxFJZ3CgTK6ze_EoAAr-TCGteQDMVD4yVp4H6k-qtn/s320/182010513_3923010881107829_1087819492772576046_n.jpg" width="320" /></a></div><br /><span face=""Verdana",sans-serif"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif"><o:p> </o:p></span></p>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-32305339552222409872021-01-21T06:00:00.001+01:002021-01-21T06:00:07.622+01:00Plácido Domingo cumple 80 años<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeXya7rbu6uOdmOGVuom8yHVAML6nRHOmeGVaz_LCk7JeNE-ksGKY-yS4gaaotw7h7y_sHCQ043aswaqA7Q4_Wv7xP9tIg3VOECvt-m6P7330_-5EdwIyTNXqtNJsphZsTvfb3ascGNouh/s450/Caracalla.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="343" data-original-width="450" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeXya7rbu6uOdmOGVuom8yHVAML6nRHOmeGVaz_LCk7JeNE-ksGKY-yS4gaaotw7h7y_sHCQ043aswaqA7Q4_Wv7xP9tIg3VOECvt-m6P7330_-5EdwIyTNXqtNJsphZsTvfb3ascGNouh/s320/Caracalla.PNG" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: Verdana, sans-serif; text-align: justify;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: Verdana, sans-serif; text-align: justify;">Plácido
Domingo tenía 49 años cuando salió a cantar bajo el manto de estrellas del
cielo romano y ante el tímido estío que empezaba a apuntar ya maneras en la
capital italiana. Pisaba fuerte el escenario, con seguridad, desafiando con su
voz a un público heredero de batallas ganadas y de territorios conquistados, de
disciplina y de orden. De un público cuyos antepasados se habían hecho amos y
señores del mundo entero a base de ejércitos, corrupción, poder, estrategias,
oro y comercio. Roma sin duda nos ha dejado un legado poderoso en política, en
Derecho, en arte, en escultura, en arquitectura, en literatura y en religión. Y
de nuevo, Roma, la ciudad eterna, nos dejó en 1990 el más grande regalo que haría
girar por completo al mundo de la ópera y a sus aficionados habidos y por
haber.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Aquella
noche, en su primera aparición, Plácido emitió las primeras notas del “Oh
Paradis” de “L´Africaine” de Meyerbeer, y las Termas Romanas de Caralla
vibraron con la onda expansiva de su voz, lo suficientemente poderosa como para
derrumbar el recinto, una voz en plenitud cual río con el caudal desbordado y
que, finalmente llega al mar en calma.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Aunque
ya hacía décadas que Plácido Domingo se había hecho un nombre en el mundo de la
ópera fui consciente de él por primera vez en ese concierto que marcó el pistoletazo
de salida de mi afición a la ópera. Sin embargo, su nombre, el nombre de
Plácido Domingo no me era desconocido en absoluto. Mi primer contacto inconsciente
con él fue ni más ni menos que a los dos años, y quién había de decirme a esa
tierna edad que ese nombre, ese artista, esa voz sería la que me acompañaría de
por vida y la que estaría a mi lado en los momentos más felices, pero también en
aquellos más tristes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Plácido
Domingo entró a formar parte de mi vida de lleno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">49
años tenía en aquel momento y el paso del tiempo, el peor de los enemigos entre
los humanos y contra el cuál se lucha, pero al que nunca se le ganan disputas,
hace que hoy estemos aquí celebrando los 80 años del Maestro. Los 80 años de la
mejor y más bella voz de tenor que ha dado la historia de la ópera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Plácido
Domingo ha cantado, y ha cantado mucho. Ha cantado de todo, desde una ranchera
hasta Wagner, flirteando entre medio con boleros y canciones latinoamericanas. Se
ha enamorado del crossover y también de los tangos, y ha frecuentado la
zarzuela, la opereta y el musical y, todo ello sin desatender su compromiso con
la ópera. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Sin
duda alguna estamos delante de un titán, de una fuerza sobrehumana de la
naturaleza que ha resistido en el mundo de la ópera durante más de 50 años,
algo realmente prodigioso e increíble y tan infrecuente en el mundo de la
música. Ha sobrellevado críticas, vendavales, terremotos y tsunamis. Ha
recogido las mieles del éxito y ha probado la hiel de las críticas, pero, si de
algo puede regocijarse el gran Plácido Domingo es de tener un público fiel que
le adora, que le admira, que le apoya, y que sobre todo le respeta y le quiere
de manera incondicional y sin reservas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Se
ha dicho que quizás haya hecho un pacto con el diablo. Puede…No lo sé. Pero lo
cierto es que me inclino más a pensar que de artistas como Plácido Domingo no
hay y que simplemente no hay porque como dijo en su momento Birgit Nilsson,
otra grande entre las grandes, “Dios tuvo un día inspirado cuando creó a
Plácido Domingo”. Y aquí, añado de mi propia cosecha, que ese día, el 21 de enero
de 1941, se rompió el molde. No habría nunca otro igual. Y los años, nos dan a
ambas la razón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Hoy
celebramos sus 80 años. El mundo de la ópera celebra en pleno los 80 años de
Plácido Domingo. Nada más y nada menos que 80.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Pronto
se dicen… 80 y en activo, porque las ganas y la ilusión de Domingo continúan estando
allí y mientras estén, y la salud le respete, nosotros sus admiradores continuaremos
gozando de su arte, de su saber cantar, de su bella voz, y esto – permitidme-
no se paga ni con todo el dinero del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Si
nos damos un paseo por su agenda, atención, tiene programadas actuaciones hasta
2022, pero antes se dejará ver, si las condiciones sanitarias lo permiten, en
Viena, en Rusia, en París, en Alemania, en Italia, en Suiza….y no continuo
porque el viaje es vertiginoso. Pero añado también que en España le echamos de
menos. Y sobre todo, en Barcelona le echamos aún mucho más de menos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Volviendo
a su calendario, me pregunto que, a su edad, quién si no Plácido Domingo podría
realizar tal hazaña… La repuesta es tan sencilla como decir que nadie. Algo así
solo está al alcance de sus manos porque no es un simple tenor, no es un simple
artista, simplemente es Plácido Domingo, el más grande entre los grandes sin
lugar a dudas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7klzmYqxFXpiT2ei9Ocd9pexlr6iFS_yCIJ7QyZPpbtxt3SPK6lbyVa1ljyYKX6HnMDVlYqw-15o5j5e9tsMYCQql7clEOgLrj1jjApDG4APEc01s4KDsDa84p07nCV5es_prGoIaTTPE/s700/https___d1e00ek4ebabms.cloudfront.net_production_b3564dea-a273-4336-bd4c-56b1336211d6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="394" data-original-width="700" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7klzmYqxFXpiT2ei9Ocd9pexlr6iFS_yCIJ7QyZPpbtxt3SPK6lbyVa1ljyYKX6HnMDVlYqw-15o5j5e9tsMYCQql7clEOgLrj1jjApDG4APEc01s4KDsDa84p07nCV5es_prGoIaTTPE/s320/https___d1e00ek4ebabms.cloudfront.net_production_b3564dea-a273-4336-bd4c-56b1336211d6.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Amado
por muchos y discutido por otros, lo que no se puede negar es que el nombre de
Plácido Domingo va a perdurar a lo largo de los años y de la historia, por los
siglos de los siglos, porque el legado que nos deja lo hacen imperecedero y lo
hará siempre actual. Su nombre no se reducirá nunca a polvo porque se ha cimentado
con esfuerzo, con trabajo, con talento y con inteligencia, al igual que los
imponentes monumentos romanos o, anteriormente a ellos las colosales pirámides
egipcias que aún siguen en pie. Lo grande, lo bien construido siempre dura. Y
lo bueno, también.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;">Muchas
serán las felicitaciones que reciba en el día de hoy, a todas ellas, uno la
mía. Felices 80, Maestro! O como le gustaría más a Plácido, felices 4 veces 20.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif;"><o:p> </o:p></span></p>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-20786257142815818842020-12-12T08:30:00.001+01:002020-12-12T08:30:04.465+01:00Mis primeros veinticinco años<p><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 10pt; text-align: justify;"><br /></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7g3kXto_Ea6uEzeTsZ9xcKjLQhRNsITUbs9MjMOtDR8LsToPE0ajQxM_wERJpMM748NrG4cozZdpjmg3nEhbrEXdmb9OPCLtZLPUqc_lyQTeNPa_efF-n6z3dmZoP8Vbvq9Tyaqt9CBZl/s756/32629735.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="756" data-original-width="550" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7g3kXto_Ea6uEzeTsZ9xcKjLQhRNsITUbs9MjMOtDR8LsToPE0ajQxM_wERJpMM748NrG4cozZdpjmg3nEhbrEXdmb9OPCLtZLPUqc_lyQTeNPa_efF-n6z3dmZoP8Vbvq9Tyaqt9CBZl/s320/32629735.jpg" /></a></div><br /><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 10pt; text-align: justify;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 10pt; text-align: justify;">Hoy, 12 de diciembre de
2020, es el día en que giro la cabeza hacia atrás y recuerdo con cariño
aquellos tiempos en los que estaba en plena adolescencia y sumergiéndome
vorazmente al mundo de la ópera. Hoy, día 12 de diciembre de 2020, hace
exactamente 25 años, veía por primera vez en directo a este gran artista y
cantante que responde al nombre de </span><b style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 10pt; text-align: justify;">PLÁCIDO DOMINGO.</b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">¿Quién podía imaginar tan
solo la mañana anterior, que ese día acabaría de la forma en que acabó? Nadie,
absolutamente nadie. Y soy consciente de que muy probablemente, si el 31 de
enero de 1994 no se hubiera quemado el Liceu – gran tragedia para los aficionados
a la ópera - no habría tenido la oportunidad,
hasta muchos años después, de poderle ver por primera vez en un escenario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Sigo pensando que mi
encuentro con el gran Maestro fue único, mágico. El cómo llegué hasta allí fue
arduo y farragoso, pero no importa, porque llegué y en una época en que los
recursos eran escasos y precarios. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Aquel 12 de diciembre de
1995 fue una noche inolvidable para mi familia – que me dio apoyo en todo
momento- y sobre todo para mí. Estaba
hecha un manojo de nervios y acabé viviendo un puñado de emociones a la misma
altura que la del artista que tenía delante mío. Ver por primera vez a Plácido
Domingo y como aquel dice, jugando en casa, te marca para toda la vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">25 años después, muy probablemente
el Maestro con todo lo que tiene en la cabeza no recuerde aquel nuestro primer
encuentro, pero para mí aquel día continúa estando intacto en mi memoria. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Gracias Maestro, por su voz,
por su amabilidad, por permitir que pudiera acercarme a Vd. de la forma más
cordial, sencilla y sincera. Gracias por estar allí y gracias por seguir
permitiéndonos que disfrutemos todavía de su voz, de su arte, de su carisma de
su entrega y de su emoción e ilusión. Hoy, en este día, como siempre, solo
tengo palabras de elogio para Vd. y le agradezco de nuevo su gesto conmigo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Hoy -y permítame Maestro que
me tome la siguiente licencia verbal-, hoy, celebramos nuestros primeros 25
años de directo. Gracias por hacerlo posible.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><br /><p></p>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-90415845337535030062020-11-01T18:56:00.004+01:002020-11-01T19:47:38.035+01:00 “Le Chanteur”: Canciones francesas, melodías del mundo<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgB-tc3MRugjGG7O2bMWrzRVjrghYGX2B4ikX0sbvHuxs3Qy7Ewygx5QHcAuIrRBDFqn2ZqC_INj2O2Ks5_jEtkNMmkhlyioeg0wCV2DS39F0bVGBSs7xg21dAv7Uts20NCKSfHqWcHuiN6/s355/71odkSvQaoL._SY355_.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="355" data-original-width="355" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgB-tc3MRugjGG7O2bMWrzRVjrghYGX2B4ikX0sbvHuxs3Qy7Ewygx5QHcAuIrRBDFqn2ZqC_INj2O2Ks5_jEtkNMmkhlyioeg0wCV2DS39F0bVGBSs7xg21dAv7Uts20NCKSfHqWcHuiN6/s320/71odkSvQaoL._SY355_.jpg" /></a></div><br /><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Lo primero que me viene a la
mente cuando escucho un nuevo cd del gran <b>ROBERTO ALAGNA </b>es lo bonita
que es su voz, en lo bien que suena y sobre todo que, a lo largo de más de 30
años de carrera, lo sana que se conserva. Todos los harmónicos de esta bella
voz mediterránea están ahí, intactos, resistiendo con elegancia el paso inexorable
del tiempo. Una voz que te lleva a soñar y a disfrutar. Sin duda alguna, la mejor
y más bella voz de tenor actual posterior a la generación de los tres tenores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Grabado en pleno
confinamiento, en este nuevo disco “Le Chanteur” Roberto Alagna nos propone un alentador
viaje dentro y fuera de Francia a través de melodías populares francesas
rellenas de letras impactantes, potentes, sufridas y en ocasiones también
azucaradas. Sin lugar a dudas, con este “Le Chanteur” invita al oyente a
desplegar su imaginación, su posibilidad de crear imágenes y lugares, y con ambas
a trasladarse desde los barrios de Montmatre y el patetismo de los años 20-30
hasta la Argentina de Carlos Gardel para regresar, al final, a ese París de
Alagna que ha sido fuente de inspiración de tantas canciones, de tantas
películas y de tantas óperas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Si hay algo que tiene la
música popular francesa, es que, con tan solo los primeros acordes, eres capaz
de reconocer París, de sentir como surcas el Sena y cómo son los paseos por sus
grandes boulevares e inclusive, de oler el ambiente de los antros de bajo fondo
de Montmatre. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Y es que para mí, el viaje
empieza precisamente allí, en Montmartre con la canción que da título al disco.
Esto es, con “Le Chanteur”. Ya con las primeras notas quedas mentalmente
situado y, se adivina tras su discurso que es el cantante-actor, Roberto
Alagna, quien personalmente nos invita a cada uno de nosotros a ese recital
explosivo de sentimientos y recreación de lugares que escucharemos a
posteriori. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Cuál Tonio en Pagliacci en
su prólogo, veo a Roberto convertido en Canio, y, enharinando su cara deja
entrever al cantante, aquél que reirá y que llorará a lo largo del cd, ya nos
lo dice. Con estas bien colocadas y encontradas palabras – que serán fundamentales
en este recorrido- Alagna comienza su recital en París y lo culminará también
en la ciudad de la luz después de haber dado la vuelta al mundo, igual que
cualquier cantante-actor. “Venid esta noche a ver al cantante, el cantante que
os hace ver a aquél que ríe a aquel que llora”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Escuchad con qué elegante
fraseo, con que dominio de las palabras, de los silencios y del buen gusto,
Roberto Alagna nos deja en esta primera canción. Soberbio. Magistral. Y eso,
solo es el principio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Empieza la función<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Sin movernos de Montmartre. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Cualquier local, una noche
como tantas otras de las noches que se viven en ese barrio. Finales años 20,
principios de los treinta, quizás. Humo y aire sofocante dentro, y frío
invernal fuera. El ambiente está muy cargado y las copas de alcohol servidas en
vasos raídos por el tiempo y el uso han dejado ruedo en las pegajosas mesas de
madera. Llega la locura y la obcecación con ese “Padam, Padam”. Me alegro de no
entender el francés al 100%, porque ello me permite dar rienda suelta a mi
imaginación y a la creación de imágenes en la mente a partir de una música que es
lo suficientemente descriptiva. “Padam, padam, padam…” una y otra vez, como
alguien que da vueltas de forma descontrolada después de haberse pasado un
tanto por las copas. “Padam, padam, padam” y cada vez más fuerte e intenso. Y
cada vez más subido de tono. La música que acompaña ambienta la canción y los
personajes. Ojos excesivamente maquillados y labios rojos hasta la exageración.
El ambiente de un cabaret barato, de los bajos barrios. El cabaret patetizado y
agobiante de Liza Minelli.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Pero seguidamente, Roberto
abandona por un momento Montmartre y, sin dejar aún de lado París nos propone
conocer una cara más amable de la ciudad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Un domingo en París. Los
domingos en París los imagino tristes y más en tiempo de pandemia. Junto con el
otoño – estación a la que siempre he asociado esta ciudad-, el cielo gris y los
nubarrones amenazadores de tormenta vacían las calles, unas vías en las cuales
solo cobran vida las alfombras de hojas muertas que caen sin piedad sobre el
cemento urbano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">“Les feilles mortes”. Así es
como imaginas a Roberto, solo, caminando por alguno de sus amplios boulevares.
A ambos lados, hileras de árboles que se van deshojando. El ambiente, húmedo.
Triste y melancólico. La soledad del cantante y la tristeza del amante aunadas
en esta canción le permite un canto relajado y suave en ese París tan suyo, y que
gracias a su voz, ahora tan nuestro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Pero Roberto no se conforma
con esto. Si al principio hueles los atolondrados y malolientes años 20, luego,
desciende de Montmatre hasta el centro de París, con su “J´attendrai”. Ves unas
calles en las que empiezan a titilar las primeras luces del amanecer y el aire
que respira, mucho más limpio, deja atrás la cargada noche que muere. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Aquí imaginas al
actor-cantante en una época muy posterior. Años 50, una sala elegante. El
vestuario caro y el ambiente lujoso de una sala de fiestas de postín. Un cóctel
que combina a la perfección con la línea canora de Roberto. Y aquí deja
entrever de nuevo que su fraseo no es bueno por casualidad, al igual que su
gusto innato por la belleza. Y eso, se tiene o no se tiene. Y Roberto, lo
tiene. Y muy agudizado, además.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">“J´attendrai” empieza
haciendo un guiño al coro de “bocca chiusa” de la “Madame Butterfly” de Puccini
y en la que Roberto está absolutamente fantástico. Y allí es donde sale una vez
más lo que yo llamo “tener la sonrisa en la voz”. Alagna la tiene, y te das
cuenta de ello por su manera de cantar. No hace falta que le veas para saber cómo
el cantante interpreta al personaje, como el cantante hace de actor. Su voz nos
lo dice.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Y habiéndonos mostrado
diversas caras de París, Roberto, ahora sí, hace sus maletas y abandona su
Francia para irse a otro país. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Tengo que reconocer que
cuando escuché la canción “Adieu mon pays”- la pieza más exótica del disco- el
primer país que me vino en mente fue Afganistán. El estilo de música
árabe-musulmana que me sugiere me hace ver a un Roberto en medio de un desierto
bien protegido del abrasador beso del sol, lamentando haber dejado toda su vida
en otro lugar y, a su hija, en otro país que le puede dar una oportunidad mejor
de vida. Los ecos de su hija pequeña <b>MALÈNA</b>, en esta primera
colaboración con su padre, nos llevan al desgarro y al dolor de un padre que
está lejos de ella. Aunque tiene sentido, para mí, es la canción que me
descuadra de este disco en una primera escucha, pero que luego, me he dado cuenta
de que es una pieza clave para entender la idea de “Le Chanteur”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Necesito una brújula<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Una de las características
que me llaman más la atención de este trabajo es que las piezas se van
ejecutando sin solución de continuidad y ya desde la primera de las canciones.
Seguramente esté hecho a posta para que el oyente entre dentro de la función
que Canio, el actor-cantante, el que ríe, el que llora, nos invita a disfrutar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Me gusta, pero a la vez me
provoca un poco de caos. Hasta ahora el recorrido ha estado muy bien marcado,
por estilos, por ambientes, y por fraseo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Abandonamos Afganistán y
maleta en mano Roberto aterriza en un barrio cualquiera de Argentina. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">En “Un jour je te dirai” es
indiscutible el estilo del tango porteño, y una vez más, Roberto Alagna
despliega toda la belleza de su voz, y con el toque justo de tristeza y del
desgarro del tango, hace de esta pieza una interpretación magistral,
aprovechando todos sus recursos expresivos y el gran uso y el partido que saca
a aquellos silencios de los que una vez la gran Teresa Berganza dijo que
“también eran música”. Y cuánta razón tenía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Seguidamente, del tango
Argentino, Roberto sigue trazando su ruta con la canción “Mayari” que canta a
dúo con su hija mayor <b>ORNELLA</b>. “Mayari” es para mí uno de los bombones
del disco y situada estratégicamente justo a la mitad del recital. Recordemos
que de Afganistán viajamos, más o menos, en línea recta a Argentina, y desde
Argentina, Alagna de nuevo en línea recta nos traslada a Cuba. Al menos es lo
que me sugiere cuando escucho los primeros compases de esta canción. Puedo
reconocer claramente el estilo de Lecuona, pero me generó duda en uno de los
momentos de la canción en los que unas simples palabras pusieron en jaque mi noción
del tiempo y del espacio. ¿Era Cuba o era África? Los balbuceos de Ornella
simulando la esclava Mayari, ininteligibles para mí me hicieron dudar. ¿Cómo
podía ser que desde Argentina reculara a África? No tenía sentido ir de nuevo
sobre los pasos ya dados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Pero no, cuatro vocablos en
español de Roberto Alagna simulando el estilo y acento cubano me reafirmaron
que no había errado a la hora de adivinar en qué país estábamos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Decía que en esta ocasión es
su hija Ornella la que le da la réplica a su padre. Una voz afinada y muy bien
entonada, que junto a la de su padre luce de forma extraordinaria y sin duda la
hija, ha heredado de su progenitor el gusto y el fraseo claro. Ya lo dicen,
¿no?... De tal palo…tal astilla. Fijaros en los adornos que padre e hija se
marcan en su “oh, Mayari, esclave…”. Lo dicho un bombón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Y de Cuba, me da la
sensación de que Alagna continua su camino hacia América del Norte pero con
algún eco español. El tema del destino de Carmen es el que escuchas cuando
sales de Cuba, y su “Bohémienne aux gran yeux noirs” empieza a sonar, quizás
con un ritmo de swing. No tengo muy claro el estilo, pero lo que si tengo claro
es que en estas 5 palabras está presente de nuevo el estilo de Lecuona
apuntando un tanto descaradamente a la canción “Siempre en mi corazón” pero con
diferente ritmo, y también, por qué no, un toque al tercer acto de “Los cuentos
de Hoffman” con el “Oh mon Antonia” que canta el poeta que da nombre a esa
ópera. A estas alturas del viaje se mezclan ya canciones y melodías, óperas y
palabras. Un símil al caos de un aeropuerto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">“Nuages”, o lo que es lo
mismo en español, “Nubes”, me llevan a la película “Sabrina” a la escena del
baile en que Audrey Hepburn hace pareja con William Holden. Una melodía que me
recuerda y me sitúa en los años 50 de nuevo. Una música que probablemente, de
haber vivido en Francia, quizás la hubieran bailado mis abuelos con toda seguridad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Pero la plácida fiesta que
me sugiere “Nuages” se opone con un toque espectral en la canción “Domino” que
canta a dúo, de nuevo con su hija pequeña,<b> MALÈNA</b> y en la que puedes
adivinar ya su estilo propio a pesar de su corta edad. La canción y el dúo te
hace poner la piel de gallina cuando es la niña quien da la réplica al padre,
como si fuera un eco, una voz del más allá que le viene a la mente a su
progenitor al recordar primaveras vividas con ella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Podría estar situada en
cualquier lugar, en cualquier país, pero mi mente se traslada a una feria. Una
noria dando vueltas tristemente, y los árboles desnudos en otoño. El incipiente
frío y un cielo gris ayuda a darle un toque de tristeza, y, mientras la noria
gira, el padre evoca el recuerdo de su pequeña Domino. Algodones de azúcar que
acaban enganchados en la naricita de Malèna y, el recuerdo de aquellas tardes
infantiles con ella y padre e hija de la mano, es lo que aparece en la mente Roberto.
Seguramente la letra no hable de nada de eso, pero, de tener que ponerle una
imagen a esa canción, sin duda alguna, esta es la que escogería.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Quizás las tres siguientes
“Mon pot´le gitan”, “Il pleut sur la route” y “C´est un mauvais garçon” me
quedan un tanto más lejanas después de haber quedado bastante tocada al
escuchar “Domino”, y no haber tenido aún tiempo de sobreponerme. Sí que adivino
el retorno de Roberto a Argentina y después de un batiburrillo musical deja sus
maletas en Polonia con la canción divertida y simpática y espumeante “Maniusiu,
ach” que canta a dúo con su esposa <b>ALEKSANDRA KURZAK</b>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Y escuchándola me viene en
mente la opereta “El murciélago” o quizás una fiesta de fin de año. El ambiente
alegre y jovial de esta canción polaca se cuela en esta penúltima pieza para
culminar con “La Chanson des vieux amants”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Y aquí claramente hemos
llegado al final del recorrido exhaustos tras un extenso viaje. <i>Le chanteur,
</i>el cantante-actor acaba su función dónde la ha empezado. En París, en el
gris París otoñal en el cual se escuchan melodías del bandoneón en las barcazas
del río Sena. La bruma matinal sorprende a dos viejos amantes caminando al alba
por los puentes de París. Se quieren. Se quieren hasta el fin de sus días.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">¿Algo en contra del disco? Solo
una cosa y es terminar esta desgarrada canción en italiano porque me mezcla sin
piedad la tristeza del gris París con la luminosidad mediterránea de esa
Italia, que, dicho de paso, amo tanto. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinz6nNtxjGL2kVoA827wza8pgEGMwY8kM5xNuwD72Tr1TTAkFXv7buQYw4RdiwNVfKfZvHlL79htOGkCWQDAPl-LebNw7LIIgh-hc7MwExrXDw1jW5-A39jNa8Brmnh6LzNwRB6mCfCdtG/s300/descargar.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinz6nNtxjGL2kVoA827wza8pgEGMwY8kM5xNuwD72Tr1TTAkFXv7buQYw4RdiwNVfKfZvHlL79htOGkCWQDAPl-LebNw7LIIgh-hc7MwExrXDw1jW5-A39jNa8Brmnh6LzNwRB6mCfCdtG/s0/descargar.jpg" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Verdana",sans-serif" style="background: white; color: #222222; font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">On est venu, ce
soir, voir le chanteur…<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Fijaros todos los estilos
que nos comparte en este trabajo Roberto Alagna y que permite que un disco
enfocado totalmente en francés consiga alejarte de ese París en el que empieza
y en el que acaba el recital. Y eso tiene mucho mérito, por los ritmos y
estilos, pero también por la recreación que hace Roberto. Por tanto, la
sensación que tienes cuando te dispones a escuchar el disco de que va ser algo
muy nacional, se rompe con “Adieu mon pays”, y te das cuenta que, aunque
disonante en estilo, es del todo imprescindible para entender este trabajo como
el viaje del cantante-actor, que ofrece una noche de diversión a los que han
decidido irle a ver.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">Reitero sus palabras… “On
est venu, ce soir, voir le chanteur”… y disfrutad de la extraordinaria voz y
del fraseo del grandísimo Roberto Alagna. Un buen regalo en tiempos de
confinamiento que, con imaginación, ya que no podemos viajar físicamente, Roberto
nos permite hacerlo de pensamiento, y de momento, tanto soñar como pensar, es
gratis. Soñad, vivid, viajad con él, y sobre todo, disfrutarlo tanto como lo
estoy disfrutando yo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-66924341710482934152020-07-07T07:57:00.001+02:002020-07-07T07:57:34.292+02:00Soy de la generación de los tres tenores<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p> </o:p><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu3mRMjjVZYOmztZn_4lebmNqjZELvPbkz8bpka658KqAAJ9WWF_sxquTH5iUXtgKZZqaF5pOqVJw58-XXODpb-yrYAiWUGMDXHH2ZUKaEFiJ_7QHLsvkuK0bwI6vV0sCnB7ILF66WgU_6/s1600/30+a%25C3%25B1os.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1135" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu3mRMjjVZYOmztZn_4lebmNqjZELvPbkz8bpka658KqAAJ9WWF_sxquTH5iUXtgKZZqaF5pOqVJw58-XXODpb-yrYAiWUGMDXHH2ZUKaEFiJ_7QHLsvkuK0bwI6vV0sCnB7ILF66WgU_6/s320/30+a%25C3%25B1os.jpg" width="226" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sí,
efectivamente, de la generación en que tres voces de tenor mundialmente
conocidas, decidieron unirse bajo la sofocante noche del estío romano y que,
sin pasarles por la cabeza ni tan siquiera un segundo, cambiaron el mundo de la
ópera poniéndolo patas arriba de un día para otro. ¡Qué digo en un día…! En
dos horas, y en ese intervalo de tiempo tan reducido, resquebrajaron por
completo los cimientos de la ópera sacudiéndolos como un brutal terremoto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los
tres tenores fueron tres revolucionarios. Tres innovadores. Tres fenómenos. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ajenos
y totalmente inconscientes a la magnitud que tomarían los hechos, José
Carreras, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti se sucedieron uno por uno
desfilando de manera superlativa por las milenarias Termas de Caracalla a lo
largo de dos horas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Habría
podido ser un acontecimiento cualquiera, uno más de tantos otros conciertos, pero,
no lo fue. Transgredieron las reglas del decoro operístico cantando al unísono arias
de ópera, napolitanas, rancheras, tangos y fragmentos de opereta. Y es que, lo
que hasta entonces había estado prohibido, mal visto y considerado como un gran
pecado capital, quedaría plenamente legalizado a partir de la noche del 7 de
julio de 1990. Una noche en que todo valió, lo serio y lo más ligero y, lo
elitista, se convirtió en popular. Y nada
jamás volvería a ser lo mismo porque la ópera ya no se entendería de igual
manera. La liaron. Vaya si lo hicieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desataron
pasiones y avivaron otras. Convencieron a muchos, pero también decepcionaron a tantos
otros, y gracias a la difusión en soporte cassete, disco compacto y VHS, acercaron la ópera a la gente y nacieron
muchos aficionados a ella en todo el mundo. Se vendió una barbaridad ingente de
copias -más de un millón en todo el mundo- realmente una proeza siendo un álbum
de música clásica, pero, lo más curioso y emotivo es que, hoy en día, los tres tenores,
treinta años después, aún siguen vendiendo.<s><o:p></o:p></s></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Han
intentado copiarlos. Pero no ha funcionado. Han probado de explotar la fórmula
de muchas maneras distintas, pero… ¿cómo puede obtenerse el éxito sin saber del
todo cierto cuál fue la fórmula mágica que desencadenó el éxito de ese
encuentro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No
hubo fórmula, simplemente estaban allí, en el momento adecuado y en la época
correcta, en una noche mágica. Vivieron el momento y lo disfrutaron. Solo
ellos, los bautizados en ese momento como los tres mejores tenores del mundo
podían lograr un hito similar. Y repito, ni tan siquiera ellos mismos fueron
capaces de prever ni de medir sus consecuencias cuando las Termas de Caracalla,
aún calientes por el magnetismo de sus voces, empezaban a recuperar la calma
después de una noche diferente y llena de emociones. Una noche sin precedente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Solo
puede entenderse la dimensión de su éxito si se ha vivido el fenómeno de cerca.
En este punto, pero, me permito hacer una reflexión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Nunca
pude verlos a los tres juntos, pero, me aficioné a la ópera con ellos. Viví
todos sus mundiales al otro lado de la televisión aguardando impaciente cada
uno de sus reencuentros. Y, treinta años después, hoy se cumplen precisamente,
el concierto de Roma, lejos de anticuado, continúa siendo fresco, válido, emocionante,
sorprendente. Mágico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero
pienso un poco más allá, y lo hago poniendo foco en las generaciones
posteriores a las mías, los que ahora cuenten con 10 u 11 años. Cuando sus
padres o abuelos les muestren quién eran esos tres hombres y lo que aportaron a
la ópera, me asalta la duda de si serán o no capaces de vivirlo o apreciarlo
como hicimos nosotros en su momento que fuimos contemporáneos al fenómeno tres
tenores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Decía
Nerón en la película “Quo Vadis” que para escribir una gran epopeya, tenía que
vivirse previamente, tener un modelo o una experiencia, que solo así podía
comprenderse el auténtico valor de una obra de arte. Gran monstruosidad la
suya, quemar la ciudad de Roma llevando al límite el principio del arte por el
arte. Vivir, para crear. Vivir para entender. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No
he necesitado ir tan allá, pero treinta años después, y con toda una vida llena
de bagaje musical a mis espaldas, tengo el deber y compromiso moral de dar encarecidamente
las gracias a estos tres grandes artistas por haberme permitido vivir tantas y
tantas noches de música. Gracias por existir. Gracias por regalarnos sus voces.
Gracias por descubrirme el maravilloso mundo de la ópera. Me considero una
persona afortunada, porque -valga la redundancia – 30 años después de aquel 7
de julio de 1990 a las vísperas de jugarse la final del mundial de Italia 90,
continúo emocionándome con sus voces y reviviendo sensaciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Casualidad?
No. No lo creo. Tan sencillo como que simplemente estaba allí, en el momento
adecuado y en la época correcta, en una noche mágica. Como ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Feliz
30 aniversario! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-57086514218575179782019-12-17T15:34:00.000+01:002019-12-17T18:40:58.800+01:00Y eso iba de cumpleaños….los 50 años de Plácido Domingo en la Scala<br />
<div align="center" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-small;"></span></b><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVbmRXuWWUc7-Jq6T1ZXBX7nVg13DSHy23gNaxGmhaLmN71LPECKxexAi9Yin-oSrkp1YsFb5VaQSudW0q-Fyg9I94ASupZCxx49a0KWW2hX2wMvVJLvxOnYGRN4R17Wj7jnWi7ZaahgJw/s1600/20191215_153523.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVbmRXuWWUc7-Jq6T1ZXBX7nVg13DSHy23gNaxGmhaLmN71LPECKxexAi9Yin-oSrkp1YsFb5VaQSudW0q-Fyg9I94ASupZCxx49a0KWW2hX2wMvVJLvxOnYGRN4R17Wj7jnWi7ZaahgJw/s320/20191215_153523.jpg" width="240" /></a></div>
<div align="center" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" style="text-align: center;">
<br /></div>
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Porque no todos los días un gran artista, permítanme que matice, un
grandísimo artista, tiene la oportunidad de celebrar 50 años, y en activo aún, en
un teatro con la solera de la Scala de Milán, el gran templo de la ópera por
antonomasia. </span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Y porque tampoco todos los días una celebra el comienzo de una nueva década
en su vida.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Dicen, y así es, que cuando entras en una nueva década es propio y casi de
obligado cumplimiento, celebrarlo todo lo alto. Pues, haciendo caso de la
tradición y las buenas costumbres populares, esto es precisamente lo que hice.
No me lo pensé. ¿Qué mejor regalo de cumpleaños podía soñar que celebrar los 50
años de mi admirado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO </b>en
la Scala de Milán, en una ciudad que adoro y pronta a la navidad, con miles de
luces en la calle y en la mejor de las compañías posibles?</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Regalazo. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Sin lugar a dudas. Un lujo de fin de semana en Milán que tardaremos en
olvidar. El haber podido disfrutar una vez más del Maestro Domingo, en esta
ocasión, fuera de casa, y quizás la última, quién sabe, es algo de lo cual me
siento afortunada de haberlo podido vivir. Pasarán años, muchos años, quizás
más de mil como dice el bolero, pero, sin lugar a dudas, esta experiencia me
acompañará vaya donde vaya y hacia donde me depare la vida. Y siempre podré
decir “yo estuve allí” cuando en años venideros lea libros de ópera y llegue al
capítulo de los 50 años de Domingo en este teatro. Y me emocionaré, y su voz,
sana y en un estado vocal a la altura de las circunstancias, volverá siempre a
resonar en mis oídos. Su gesto agradecido y su elegancia se presentarán de
nuevo ante mis ojos. Y recordaré una vez más como todo el público de la Scala,
de pie, rindió su particular homenaje a nuestro tenor. A la voz que me acompaña
y me ha acompañado desde que era una niña. Esa gran voz. La mejor. La que más
me emociona. La que más sentimientos aflora en mi cuando empieza a lanzar notas
al aire. Sin duda, la mejor voz de tenor de la historia de la ópera.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Tutto </span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Verdi</span></b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Y cuando se piensa en la Scala, una no puede dejar de ligarlo a la figura
del gran Giuseppe Verdi. El teatro en el que tantas óperas estrenara, en una
ciudad que le acogió en sus principios de forma hostil, pero que acabó
rindiéndose al genio y al talento del maestro de Busetto.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Imposible no acordarse de que, por esos pasillos de color crema y luces
amarillentas se pasearon grandes nombres y que el escenario de la Scala ha sido
testimonio de noches gloriosas con las voces de tantos grandes artistas….
Callas, Di Stefano, Tebaldi, del Mónaco, Caballé, Kraus, Carreras, Capuccilli,
Freni, Pavarotti…por citar a grandes leyendas que han escrito sus carreras
musicales con letras de oro.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Y lógicamente muy presente aquel lejano 7 de diciembre de 1969 con un
jovencísimo Plácido Domingo de tan solo 28 años que se enfrentaba al papel
protagonista del “Ernani” verdiano al lado de la gran Raina Kabaivanska y
Nicolai Ghiuarov.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">50 años después, y con muchas posteriores visitas al teatro italiano,
Plácido Domingo regresaba con un programa totalmente verdiano, comprometido y
nada fácil con el que se metió al público de la Scala en el bolsillo.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">No fue necesario que emitiera ninguna nota del <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Pietà, rispetto, amore”</b> del “Macbeth”. El público que llenaba la
Scala rindió ya su primer homenaje al Maestro con un estruendoso aplauso,
emocionante, que si bien no paralizó a la orquesta ni al cantante, fue lo
suficientemente sonoro para casi apenas percibir las dos tres primeras palabras
del aria. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Antes había sonado la obertura del <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Nabucco”.
</b>En esta ocasión, la Orquesta de la Scala de Milán, estuvo al cargo del
maestro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">EVELINO PIDÒ </b>si bien cada
una de sus ejecuciones fueron buenas, eché en falta la garra, el nervio, el
genio de Verdi. Su fuerza, su sentimiento, su pasión. Aquél carácter que,
incluso alguien que no sabe del tema, lo escucha e inmediatamente dice “eso es
Verdi”. Sí, esto es lo que me faltó, tanto en esta pieza como en la obertura de
“<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">I vespri sisciliani”</b> en la segunda
parte del concierto.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Con el gran Domingo en el escenario de la Scala y un montón de sillas rojas
vacías en las que nadie se sentó (y a las que no encontré más sentido que
llenar un espacio enorme de una forma muy pobre) la noche no había hecho más
que empezar. Si bien esta pieza de “Macbeth” tiene dificultad ya para un
barítono de 40 años, Domingo estuvo inmenso en su intervención. Toda la noche.
Sin atisbos de cansancio en su voz su “Pietà, rispetto, amore” fue emocionante (aunque
venía de cantarse 4 Nabuccos en el Palau de les Arts de Valencia, el último el
pasado miércoles día 11, y con 78 años) y su voz sigue conservando su timbre y
su belleza, ahora en tesitura baritonal, pero sigues reconociendo en ella al
tenor que fue. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Era su primera actuación de la noche, pero ya despertó pasiones. Bravos,
griterío y aplausos desmesurados aunque nunca suficientes cuando estás ante un
gran artista como él.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">En esta primera parte dedicada enteramente a “Macbeth”, la segunda
intervención de la noche correspondió al tenor canario <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JORGE DE LEÓN</b> quién encarnando a su lógico papel de Macduff nos
ofreció el aria del cuarto acto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“O
figli… A la paterna mano”</b>. Una voz que no es especialmente bonita, que
cumplió su cometido pero que no me emociono como sí que lo hizo las
intervenciones de la soprano madrileña <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SAIOA
HERNÁNDEZ</b>, una voz descubierta en la cantera de cantantes del teatro de la
Faràndula de Sabadell años ha, y que ahora pasea su arte por los mejores
escenarios, y comparte cartel, ni más ni menos que con el gran Plácido Domingo.
Sin duda también para ella una noche especial y llena de emoción.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTfFe4eq7qHK5xGh7Wz6ZACdKqwngu_HQISYApyxheY3y1NUhmDjX5t0YYV32-vi_oQhHaCQo_a6iKYvyU0xaj1u_w2QwgVyMbuXuRt6GBQOu1ZC5V044MzCpgtf18wJPH2vpdv4qdGqq6/s1600/FB_IMG_1576486891328.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="720" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTfFe4eq7qHK5xGh7Wz6ZACdKqwngu_HQISYApyxheY3y1NUhmDjX5t0YYV32-vi_oQhHaCQo_a6iKYvyU0xaj1u_w2QwgVyMbuXuRt6GBQOu1ZC5V044MzCpgtf18wJPH2vpdv4qdGqq6/s320/FB_IMG_1576486891328.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">“Sappia la sposa mia”</span></b><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"> el gran duo entre Lady Macbeth y Macbeth fue la tercera
pieza que sonó la noche del domingo en la Scala. Deslumbrante y espectacular
con un vestido dorado y brillante Saioa apareció junto a Domingo. Un precioso dúo, con pasajes muy difíciles y comprometidos para ambos, que en sus voces
sonó fácil. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Después de una emocionante introducción, al más puro estilo de recitativo
por parte de Plácido Domingo, escuchamos la voz de Saioa, por primera vez, en
un teatro de enormes dimensiones. La voz y el matiz intactos y bellos. Dicción
perfecta. Bello timbre y gran fraseo. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Se rio de forma prudente hace años cuando en Sabadell, hablando con ella,
le auguré que ella sería la gran ganadora del Concurso Jaume Aragall después de
haberle escuchado en la final, que en aquella edición se celebró en nuestra
ciudad. Y así fue. Saioa venció. Quizás no se acuerde de ese momento, pero, allí
ya supe que Saioa llegaría alto.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Quién le iba a decir que casi 10 años después su voz emocionaría en la
Scala y al lado de la leyenda que es Plácido Domingo. Me alegro mucho por ella.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Otro de los grandes nombres de la ópera que estuvo al lado de Plácido
Domingo fue <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">FERRUCCIO FURLANETTO. </b>Para
su primera intervención de la noche, escogió <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Come dal ciel precipita”</b>. Su timbre de voz reconocible desde las
primeras notas dio paso a un apoteósico final de la primera parte.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Desfiló el coro por el escenario, pero curiosamente, no se sentó en las
sillas dispuestas. Uno a uno, Jorge de León, Ferruccio Furlaneto, Saioa
Hernández, Toni Nezic y Caterina Piva, ambos solistas de la casa, y finalmente
Plácido Domingo, todos juntos y preparados para el gran brindis del final del
acto segundo de Macbeth <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Salve, o Re!”, </b>una
pieza que pasa de la alegría del festejo de un banquete real, al remordimiento
de los crímenes de Macbeth y sus visiones dementes, hasta el concertante final.
13 minutos emocionantes, de bellas melodías, de coloraturas muy comprometidas
para la soprano y que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SAIOA HERNÁNDEZ </b>supo
sortear y salvar con elevado nivel.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Qué decir de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DOMINGO </b>en un papel
que le va como pintado. Su desespero en las escenas de las visiones de Banquo
son emocionantes. Allí rememoras sus grandes Otellos. Y ahora su Macbeth arroja
ese carácter que imprimen los personajes shakesperianos que han pasado por el
cedazo de Verdi y sus libretistas, adaptándolos quizás mejor que en sus
homónimos originales. Su voz emocionó de nuevo al público. Estaba como siempre
en el papel a pesar de ser un concierto. Y el público así se lo reconoció. Allí
ya empezó la primera y larga ovación de la noche, casi inusual en un concierto
al finalizar la primera parte. Lo mejor estaba por venir, aún.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq98r6OEyLE8LMP72GSfnoU8TuAsyLmnZfyhyphenhyphenQ8p4S5JxdTBfmtxzQfpxdzaQtIql9JZ2j-Vr0PAiKP07SVKkdwNs6bFCwcdxAdNCiVSbVh8twrGePUAUyo7eNuNZlM_1HWMc_qetp2AUi/s1600/20191215_210626.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq98r6OEyLE8LMP72GSfnoU8TuAsyLmnZfyhyphenhyphenQ8p4S5JxdTBfmtxzQfpxdzaQtIql9JZ2j-Vr0PAiKP07SVKkdwNs6bFCwcdxAdNCiVSbVh8twrGePUAUyo7eNuNZlM_1HWMc_qetp2AUi/s320/20191215_210626.jpg" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Grandes noches en la Scala</span></b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Si la primera parte fue enteramente dedicada a “Macbeth”, la segunda se
repartió entre “Don Carlo”, “I Vespri siciliani” y “Il trovatore”.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Para ser sincera, “Don Carlo” era el repertorio que peor llevaba del
programa, quizás por mi poca afinidad con esta gran y monumental ópera.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Con un cambio de vestuario respecto a la primera parte y luciendo un
vestido de noche espectacular de flores rojas sobre fondo rojo y negro, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SAIOA HERNÁNDEZ</b> tuvo su gran
intervención en solitario. Y permítanme que recalque el “gran” porque abrir la
segunda parte con el “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Tu che la vanità” </b>del
“Don Carlo” es jugárselo todo en una pieza. Sé y sabía de la voz de Saioa. La
conozco. Y sabía que estaría a la altura. Más que a la altura, para ser
sinceros a juzgar por lo escuchado y por la reacción del público.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Cuando alguien, en un aria que no te gusta, hace que acapares la atención
de la manera que lo hizo ella, es para quitarse el sombrero. Cuando una pieza de
9 minutos no se te hace interminable, es sencillamente debido a que el cantante
en cuestión la está ejecutando muy bien. Volumen. Potencia. Cambios de registro
impolutos del agudo al más grave. Brava, Saioa! Brava.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">La misma sensación tuve con el consiguiente dúo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Restate!... Penso alla mia persona”</b> entre Felipe II y el Marqués
de Posa, o lo que es lo mismo, entre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">FERRUCCIO
FURLANETTO </b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO.</b> Un
dueto de 13 minutos. Una eternidad si la pieza no te convence y tampoco es de
las más conocidas de la obra.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Sin embargo, el camino encauzado por Saioa en su intervención anterior hizo
las cosas fáciles con este magno dúo, de una nobleza y elegancia tal aunque
siempre ha quedado eludido por la popularidad del gran dueto entre Carlo y
Rodrigo de Posa “Dio che nell´alma infondere”.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Siempre metidos en sus papeles y personajes de la alta alcurnia española,
Domingo y Furnaletto acallaron la Scala. El silencio se podía cortar. Ambos
estupendos de voz y para Domingo momentos de gran lucimiento personal en una
pieza que tiene ecos musicales a otros grandes momentos y pasajes de la ópera.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Fue curioso porque, a pesar de mi reticencia inicial a estas dos piezas del
“Don Carlo”, escuchándolas, saboreando las emociones y la nobleza de los
personajes, me dio la sensación de retroceder en el tiempo. Al tiempo de las
grandes noches de ópera en la Scala que jamás he vivido, e imaginé cómo debería
ser escuchar aquel dueto dentro de toda la representación. De lo que debía ser
escuchar un “Don Carlo” en directo. Y de pronto pude imaginar la platea de la
Scala reluciente de preciosos vestidos de noche de las damas y los caballeros
vestidos de rigurosa etiqueta. Me transporté al tiempo que me hubiera gustado
vivir y al tiempo en que los decorados te situaban en la época. Al tiempo de
las grandes voces. De las grandes carreras. Al tiempo al que se iba a la ópera
a sentir, a disfrutar, a dejarse llevar y no a pensar en lo que el regista de
turno quiere decirme. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Estaba viviendo una gran noche en aquel momento. Al mismo nivel, quizás
superior, de la que paralelamente estaba imaginando, porque en mi realidad
estaba la voz del tenor que deseaba que estuviera.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">El “Ti guarda dal Grande Inquisitor” de un extraordinario Furlanetto me
devolvió a la realidad del momento, al presente. El dueto estaba finalizando y
en mis oídos aún resonaba la voz de un Posa altivo que me emocionó en la voz de
Domingo, por nobleza y por sentimiento. Pero, el gran momento del dúo, el que
me causó más impacto vocal y visual fue el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Sire!”
</b>final de Domingo acompañado de la genuflexión al rey. Un momento
extraordinario que cerraba sin duda, uno de los mejores de la segunda parte y
hasta entonces, de los vividos allí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrV9UpyuZEymY3IZxOtAamBojybW9dNWk5yyRQeho_tvWNmfRgECefM4f1dNLiJJLzO7hCDpwuYbSfrwtrkAeM5yDklm37StxbUWf77yiwEIbBwKgHi5ctrIcl1JFTQadCyXLrslv32hF-/s1600/FB_IMG_1576486899133.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="720" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrV9UpyuZEymY3IZxOtAamBojybW9dNWk5yyRQeho_tvWNmfRgECefM4f1dNLiJJLzO7hCDpwuYbSfrwtrkAeM5yDklm37StxbUWf77yiwEIbBwKgHi5ctrIcl1JFTQadCyXLrslv32hF-/s320/FB_IMG_1576486899133.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Tras la Obertura de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“I vespri
siciliani”</b>, en la que se afloraron muchos recuerdos de mi vida como cuando
conocí esta obra en el concierto de los Tres Tenores en Caracalla, el cómo le
gustaba a mi abuelo – que estuvo muy presente en el concierto, al igual que mi
abuela-sonó de nuevo la voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">FERRUCIO
FURLANETTO</b> en una <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“O patria … O tu
Palermo”</b> en el que quizás el cansancio, aunque prefiero pensar que era la
emoción, le traicionó un poco en un pasaje.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Y el gran broche final, oficial del concierto, vino de la mano de nuevo de
un grandísimo dueto, que adoro, y que disfrutamos muchísimo. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SAIOA HERNÁNDEZ </b>y de nuevo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO</b> en la que era su quinta
intervención de la noche, y ojito, que cuenta con 78 año. Nos regalaron el
tremendo duo de la primera escena del cuarto acto de “Il trovatore” que cantan
Leonora y el Conde de Luna <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Udiste?...Mira,
di acerbe lagrime”. </b>Emocionante, trepidante, otro gran Verdi resonaba en la
Scala, y las dos voces estaban acopladas extraordinariamente bien. Fue también
uno de los momentos más aplaudidos, pero también más gozados de la velada, que,
desgraciadamente, tocaba a su fin, aunque que se me hizo sorprendentemente corta.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">A pesar de que el público no paraba de aplaudir, el bis no se hizo de
rogar, y, entró el coro y el resto de intérpretes para culminar la noche de
nuevo con “Macbeth” la ópera que había sido la gran protagonista indiscutible
de la jornada. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Mal per me che
m´affidai”</b> la muerte del protagonista en la voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO</b>, un presagio que anunciaba que allí ya se había
dicho y cantado todo.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Después de dos horas de música y de emociones intensas, aquello había
acabado ya. ¿De verdad? </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">El calor del público frente a la
frialdad del teatro</span></b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">50 años son 50 años. Y la Scala es la Scala. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Como no es mi teatro, desconozco la política que tiene la casa cuando se
trata de celebrar un aniversario con cantantes de la misma talla de Plácido
Domingo. De un Plácido Domingo en un estado vocal sorprendente dada la
longevidad de su carrera. De un Plácido Domingo completamente entregado. De un
Plácido Domingo emocionado y agradecido con las muestras de cariño de su
público venido de muchas partes del mundo.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Sin embargo el teatro pareció olvidar que celebrar 50 años con un artista
como él debe compartirse y no reservarse para unos cuántos afortunados. Y no
estoy hablando de catar un trozo de pastel de aniversario ni beber un sorbo de
cava con autoridades y demás personalidades del mundo de la cultura, de la
moda, del diseño o de la política. No.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Me estoy refiriendo a que esperaba que la dirección del Teatro dijera
algunas palabras a Domingo y que lo hiciera con su público presente. Que
recordara su trayectoria en el teatro. Que montara algo con un poco de cara y
ojos. De que Domingo se sintiera querido rememorando aquel 7 de diciembre de
1969, y otras grandes noches, como su debut en “Die Walküre” en 1994, y tantas,
tantísimas otras funciones… El “Otello” del centenario, la “Turandot” de
Zeffirelli, la “Fanciulla del west”, su último “Otello”….</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Nada. Absolutamente nada. Nada para compartir con su público y que su
público pudiera vivir con él. La celebración fue a nivel privado, después de la
función. Y me disgustó, dejándome un regusto amargo en la boca. La expectativa
por los suelos. Hubiera sido, de haberse hecho, otro momento mágico de la
noche. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Como otra opción, quizás hubieran podido echar un poco la casa por la
ventana y adornar más el escenario. Un único ramo de flores, austero y serio,
presidía el centro del escenario. Nada más. A parte de las sillas, claro. Y
todo esto estando de celebración… vaya….</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ_ubKx7WfktFOYGZYMY8pfYHxVCS0pXwJW82RpRnaMR5xCVTMXvCXWTE4OlmPSmbavUPDXn_D4Osmo_A9SVNmIFAf6nb1CgYq717Ex04YaDiFjXlqGaEX8IQzOU3AlxoBX9dQGShyphenhyphenTaF4/s1600/20191215_224334.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ_ubKx7WfktFOYGZYMY8pfYHxVCS0pXwJW82RpRnaMR5xCVTMXvCXWTE4OlmPSmbavUPDXn_D4Osmo_A9SVNmIFAf6nb1CgYq717Ex04YaDiFjXlqGaEX8IQzOU3AlxoBX9dQGShyphenhyphenTaF4/s320/20191215_224334.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Lo que Plácido se llevó</span></b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Aún así, a pesar de que Plácido no tuvo el reconocimiento oficial del
teatro y compartido con su público, sí que tuvo el nuestro. De todos aquellos
que llenábamos la Scala el domingo por la tarde.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Finalizado el concierto no cesaron los aplausos ni los bravos. Una y otra
vez sin parar. Sin descanso. Mis brazos estaban dormidos de tanto aplaudir y mi
garganta casi afónica de tantos bravos que salían de ella.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Y los intérpretes iban saliendo al escenario y recogiendo los aplausos del
público, sabedores ellos que los compartían con el más grande tenor de la
historia.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Y así iban pasando los minutos. Y el público de la Scala en pie. Estaba
completamente emocionada y con los ojos húmedos. Y de allí no se movía nadie.
Absolutamente nadie. Nadie hasta que por fin, después de dos o tres rondas de
aplausos, finalmente Plácido salió solo al escenario, que era lo que el público
esperaba.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Y allí llegó el delirio. Nuestro particular y sentido agradecimiento a
todos sus años de carrera – más de 50- pero también por lo que nos acaba de dar
hacía tan solo 15 minutos. En la sala, aún caliente de emociones, aún retumbaba
su imponente voz.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Pero no fue suficiente. Algunos ya marchaban, con prisas, un poco
atropellados. Otros, como yo, allí seguíamos al pie del cañón sin dejar de
aplaudir. Y más, y más y más…. Rondaban ya casi los 20 minutos de aplausos
cuando por fin de nuevo, el grandísimo Domingo apareció otra vez en el
escenario con un par de rosas amarillas en las manos que minutos antes le
habían lanzado. Ante el estallido de aplausos y bravos, con sus manos hizo el
gesto de acallar al público. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Órdenes del Maestro. El público se silenció y, Domingo, generoso y
agradecido donde los haya, “a capella” nos cantó el “No puede ser” de “La
tabernera del puerto”. Emocionante, sin palabras, con lágrimas en los ojos. Así
es como viví toda la ronda de aplausos y especialmente ese momento y con la
pieza que, además, significó mi pistoletazo de salida en el mundo de la ópera y
mi amor por su voz.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">El teatro se vino abajo. ¿Dejamos de aplaudir? No. Absolutamente no. ¿Para
qué? Sabíamos que ya no habría más, y Plácido también. Pero ese momento no
debía tener fin.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Plácido volvió a entrar, pero los rezagados que aún estábamos allí no
dejábamos de bravear. “El més gran de tots”, en catalán, en mi lengua, tal como
lo sentía, es lo que salió de mi casi afónica garganta cuando su “Porque no
sé…. Vivir”… ponía punto y final a esa noche. Porque no hay nadie, ni habrá
nadie como él. Solo espero que Dios le de mucha salud y que en la medida que
nos sea posible, podamos volver a disfrutarlo.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Palmas conjuntadas. Todas al mismo ritmo reclamando de nuevo la presencia
de Plácido en el escenario. Me estaba poniendo ya el abrigo y pronta a
abandonar mi localidad, cruzando ya el umbral para dejar la sala, fue cuando de
pronto, unos fervorosos bravos rebelaban de forma indiscutible que Plácido
había vuelto al escenario. Reculé, y con todo mi cuerpo apoyado en la
barandilla del palco, me tumbé entera en él para darle mi último aplauso al
Maestro. Mi adiós y mi agradecimiento a una noche tan especial para mí. Un
sueño hecho realidad.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Ese es el gran Plácido Domingo.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Agradecimientos</span></b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Todos los acontecimientos tienen detrás nervios, ilusiones, compromisos y
sacrificios. Y en esta ocasión, ha habido un cóctel de todos ellos.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">He de decir que para que yo cumpliera el sueño de disfrutar estos 50 años
en la Scala de Plácido Domingo hay alguien que ha hecho un enorme sacrificio. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Me hacía ilusión, por lo que significaba musicalmente pero también para
celebrar la década que acabo de empezar, que mi madre y mi hermano estuvieran a
mi lado en esta noche tan especial.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">Si no hubiera sido por el temple de mi hermano, quizás a estas horas, yo no
estaría finalizando estas líneas. Fue gracias a él, a su entusiasmo, a su
generosidad y bondad, lo que me ha permitido vivir lo que jamás olvidaré. Pero
también por su sacrificio, tragándose su miedo a volar, pasándolo mal, para que
yo pudiera estar allí y contribuir a la celebración, pospuesta, de mi
cumpleaños. Esto es de agradecer y de reconocer públicamente. No todos estarían
dispuestos a algo así. Sin un ápice de egoísmo y con toda generosidad por su
parte, Joan, aguantó lo que para él era lo inaguantable. Gràcies Joan, sense
tu, no hauria estat posible aquest cap de semana ni hauria estat el mateix.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">También a mi madre, compañera de mis andanzas con Domingo. Siempre allí
aguantando estoicamente, y con un programa muy lejos de su repertorio ideal. A
ambos, a los que yo quería que estuvieran allí conmigo, un gracias enorme. Sois
los mejores cuando de Plácido Domingo se trata. </span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">¿Se puede celebrar mejor un cumpleaños? Con mi familia, a un lado, y al
otro Plácido. Creo encarecidamente que no.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-small;"></span><br /></div>
Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-77585105558198163552019-08-18T19:59:00.001+02:002019-08-18T19:59:26.104+02:00Jaque al Rey<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioocgm7XBUuNxIW_4MtO4UsEuSa3X8AuXnj1DNKvoTkicM0v0A23Kxb1YbqSlOjH8lJS7UWFMfkN-PcNfilymJ1O9MecOEqWGYCLVZr897LHGhyzrjra5XziXApUxEfTFQdMMe6KzL5SDI/s1600/th69ZT13CU.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="376" data-original-width="474" height="253" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioocgm7XBUuNxIW_4MtO4UsEuSa3X8AuXnj1DNKvoTkicM0v0A23Kxb1YbqSlOjH8lJS7UWFMfkN-PcNfilymJ1O9MecOEqWGYCLVZr897LHGhyzrjra5XziXApUxEfTFQdMMe6KzL5SDI/s320/th69ZT13CU.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<div align="right" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: right;">
<br /></div>
<br />
<div align="right" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: right;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Metiendo
<strong><span style="border-image: none; border: 1pt windowtext; font-family: "Verdana",sans-serif; font-weight: normal; margin: 0px; padding: 0cm;">David</span></strong> su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la
tiró con honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en
la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. <strong><span style="border-image: none; border: 1pt windowtext; font-family: "Verdana",sans-serif; font-weight: normal; margin: 0px; padding: 0cm;">Así venció David al filisteo con
honda y piedra</span></strong>; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David
espada en su mano”. (Samuel 17, 49-50).</span></i></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Reza en la Biblia que, en tiempos
inmemoriales, David solo necesitó una única piedra para vencer y matar al
gigante filisteo Goliat. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Todos somos conocedores de esta historia
y de lo que significa: la victoria del pequeño frente al grande, del desvalido
frente al poderoso y el tener consciencia de que, aunque todo juegue en nuestra
contra, siempre habrá posibilidad de salir triunfante. Por mísera y poco
probable que sea esta posibilidad.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Han pasado miles de años y parece ser
que las cosas no han evolucionado mucho. Hoy en día nos seguimos encontrando
con Davides y con Goliats. El último caso reciente, tan reciente que está
inflamando desmesuradamente todos los medios informativos, es el de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Plácido Domingo.</b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El tenor madrileño ha sido acusado de
un presunto delito de acoso sexual por 9 mujeres del mundo de la lírica y una
bailarina. Sólo una de ellas da la cara. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No quisiera convertir este texto en
una apología hacia la figura del tenor porque harto se ha hablado y escrito
sobre ello, y menos cuando el mundo de la lírica, de la música y del arte, y
también de los aficionados, se ha alzado en la defensa y apoyo del astro
madrileño.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Solo pretendo que lo acontecido estos
días nos haga pensar. Que dediquemos unos minutos a razonar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Estamos en 2019, en una versión
avanzada de la era digital. Se supone que llegar aquí no ha sido fácil, como
tampoco lo fue civilizar al hombre y enseñarle los principios básicos de la
convivencia. Tampoco debió ser cosa de coser y cantar adiestrar la mente humana
y acostumbrarla a pensar por sí misma. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Nuestros sabios filósofos griegos
invirtieron horas en sus alumnos para enseñarles precisamente a defender la
libertad, a inculcarles que tenían derecho a pensar por sí mismos y a sacar sus
propias conclusiones, que eran y debían ser valedores del derecho a cuestionar
y cuestionarse a la vez, a sí mismos. Que tenían el don y la gracia de poder dudar
de todo aquello que contraviniera su manera de ver las cosas, no obstante,
pues, nuestros antepasados de la Antigua Grecia, como en nuestra moderna época,
no estaban exentos de sucumbir y decantarse hacia un lado u otro, en función de
cuáles fueran los intereses de aquel que en medio del ágora osaba alzar más la voz.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Han pasado los años como decía al
principio, pero creo, y lo reafirmo cada vez más, que, a pesar de todos estos
esfuerzos de nuestros antiguos sabios, de nuestros ilustrados pensadores, de
sus ideas y enseñanzas, nuestra sociedad, lejos de haber cambiado o
evolucionado, está dando un gigantesco paso atrás. No ha aprendido nada. Y eso
es muy preocupante.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No hablo de estancamiento, que sería
quizás lo menos gravoso, no. Hablo de retrocesión, del regreso a la sumisión. De
bajar la cabeza. De anulación del criterio y del raciocino, de la falta de
juicio. De manipulación. De aquello que se denomina fenómeno de masas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¡Cuán fácil es dejarse arrastrar!
Evitamos el pensar porque otros se creen en el derecho de hacerlo por nosotros.
Dejamos de dudar porque creemos que lo que se escribe y se dice es palabra de
ley. Damos por bueno y válido algo simplemente por su repercusión mediática. No
reflexionamos porque en el mundo en el que vivimos y nuestras exigencias
diarias no nos permiten dedicar un tiempo a organizar o reorganizar nuestras
ideas. Y muchas veces encontramos una justificación válida a esta actitud,
mientras no nos afecte directamente a nosotros. Creemos casi ciegamente,
asentimos y consentimos. Somos pasivos y para nada activos, a no ser que sea,
muchas veces, para lastimar a otro.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La
gran epidemia del siglo XXI</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Siempre que pienso en el ser humano me
asalta el miedo de constatar hasta qué punto alguien o algo puede llegar a manipular
nuestra mente, nuestros pensamientos. El comprobar cómo nos cambiamos fácilmente
de camisa cuando lo que se está buscando es beneficio propio es realmente
demoledor, aunque ha sido así desde la creación del mundo. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Me preocupa, de esta misma forma, que la
envidia, los celos, el afán de poder, el dinero, la venganza –todos ellos
viejos conocidos nuestros- envenenan al hombre y pisotean las relaciones entre
ellos. Las enloda. Las pudre. Y los humanos nos vendemos al igual que Judas
vendió a Cristo por treinta monedas de plata. Quizás ahora necesitemos algo más
que treinta monedas. Meditemos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Esta es nuestra triste y cruda
realidad y un claro ejemplo de que la sociedad, en su mayoría, no cree, no
piensa, no reflexiona, no arriesga, sino que simplemente se deja llevar
mientras se saque algún provecho de ello. Esta actitud evita muchas veces tener
que tomar decisiones difíciles y, si cuando lo hacemos nos equivocamos, la
culpa siempre será del otro, de aquél que supuestamente nos arrastró, jamás
nuestra porque, además, somos incapaces de reconocer nuestros propios errores y
aprender de ellos. No en vano se dice que el hombre es el único animal que
siempre tropieza con la misma piedra. La historia está llena de estos ejemplos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Si, cuán fácil es arrastrar y dejarnos
arrastrar, insisto. Cuán fácil es sucumbir. Qué fácil es ser débil. Cuando el
odio y el interés ajeno se anclan en un asunto y divide partes, nadie recuerda
el bien, los buenos actos y formas de los años pasados o, ni tan siquiera, del
día anterior. La exaltación de las masas, en cualquier sentido o por cualquier
medio, todo lo puede y destruye. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Indiscutiblemente la pandemia que nos
sacude y acecha en nuestros digitales días apunta a las redes sociales, que se
han convertido en el mortífero y moderno cáncer de nuestra sociedad. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un cáncer que lejos de consumir,
corrompe. Un cáncer, que enfanga a quien quiere, cuando quiere y cómo quiere. Un
cáncer que mata las ideas, la opinión, la reflexión. Un cáncer, que no deja
espacio para la duda, para el examen de conciencia de uno mismo y que no se
erradica con ningún tratamiento de quimioterapia, por agresivo que pueda llegar
a ser. Un cáncer al que solo se le puede plantar cara y vencer si el ser humano
está dispuesto a hacerlo y está en predisposición de cambiar e intentar
reconducirse y evolucionar de nuevo hacia los pilares básicos de la sociedad, y
que nunca debería haber perdido, si más no, olvidado. Unos pilares que están
seriamente amenazados por un terremoto que parece, de momento, no tener quien
lo pare, quien lo remita, quien lo controle, como si de un grave incendio
forestal se tratara y al que se intenta controlar y sofocar pero que es enormemente
difícil extinguir sus crecientes, incesables y destructivas llamaradas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Antaño eran los grandes líderes quien
hacían y deshacían a su antojo. Ahora, y esto es aún más peligroso, es la
tiranía desmesurada de las redes sociales y de los artículos periodísticos.
Ambos medios se han convertido en la nueva palabra de ley eliminado desde la
raíz y de cuajo, la figura del juez. La sociedad se erige como juez y verdugo
al mismo tiempo, y ejercita conscientemente estas funciones. Y es así porque muchos
ciudadanos secundamos y dejamos hacer. Este es otro gran momento para
reflexionar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Tiemblan pues los cimientos de nuestro
ordenamiento jurídico, de la ley, de nuestros derechos constitucionales y
fundamentales a nivel civil y penal. Y no ante clarividentes pruebas, no, sino
ante rumores, calumnias, ante un “un amigo, de un amigo, de un tío mío que
tenía un sobrino que le dijo que…”. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Las habladurías van pasando de boca en
boca. Bueno, de red en red tendría que decir haciendo eco al marco de nuestra
era digital. Se va armando inevitablemente el jaleo y van tomando fuerza por
inverosímiles que sean. Se van metiendo en nuestra cabeza de una forma sutil,
hábil, sigilosa, roen nuestros cerebros hasta que finalmente, ¡boom! estalla el
gran petardo. Nuestro oído retiene el estruendo y ante nuestros ojos luces
multicolor se desmayan en el cielo. Este es el momento en que todo se desmorona
al igual que lo hace el árbol llorón. Se ha abierto la caja de los truenos. Del
mal.<span style="margin: 0px;"> </span></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Europa
abofetea a América</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ardieron y aún arden las redes. Los
telediarios se hicieron eco de la noticia. Los periódicos en papel hicieron funcionar
sus rotativos de día y de noche, y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Plácido
Domingo</b> apareció en casi todos ellos en primera plana de las ediciones de
este pasado miércoles 14 de agosto, un día después que la agencia AP News
dejara que estallara una bomba atómica a nivel internacional cuyas
consecuencias, se están aún conociendo y midiendo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De lo que no cabe lugar a duda es que
la sociedad, a través de las redes sociales, se ha erigido, nuevamente como
hacía referencia, en juez y en verdugo. Lo que está claro es que, para poner en
jaque a alguien, como se ha puesto en esta ocasión a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Plácido Domingo</b>, el disponer o no de pruebas es irrelevante por la mera
repercusión mediática de la que goza el personaje. Está claro que, las
denuncias, el pasar a disposición judicial y el enjuiciamiento posterior es
innecesario porque la sociedad, parece, ya ha emitido su veredicto. Al menos,
por lo que respecta a América.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Por mi formación profesional conozco
perfectamente el principio del “in dubio pro reo”, aunque, es un principio tan
mamado que no es necesario saber de normativa para entender uno de los pilares
básicos del Derecho y de nuestro Estado y sobre los cuales debe apoyarse la
sociedad. Si incluso un niño nacido ayer sabe que, hasta que no se demuestre lo
contrario, un individuo tiene derecho a ser considerado inocente. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Debemos ampararnos en la duda y creer
en la inocencia y buena intención del ser humano. Debemos entender y defender
que todo el mundo tiene derecho a una defensa, inclusive si se es culpable.
Tenemos la obligación moral y social de creer firmemente en el principio de la
presunción de inocencia. De la nuestra. Y, sobre todo, de la de los demás. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Hoy en día, es fácil acusar y extirpar
al otro este derecho. Alguien es culpable porque otro alguien lo dice, y
viceversa. No hay principio que valga. Pero, aquellos que acusan y se olvidan
de los derechos de los demás son los primeros de apelar a la ley para que, un
día u otro, si se llegaran a sentar en un banquillo de acusados, los
representantes legales de la ley hagan constar y constatar y, hacer prevalecer que
ellos (como los que ellos mismos condenaron, condenan y condenarán sin piedad)
tienen derecho a no ser considerados reos hasta que los hechos y las pruebas y,
una sentencia judicial firme, diga que son culpables. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Tenemos que hacernos preguntas. No
resolverlas, que para esto están los jueces. Los jueces de verdad. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y los auténticos jueces son aquellas
señoras y señores que van vestidos con una toga negra y mangas largas adornadas
con puñetas blancas y que han pasado muchos años de su vida estudiando leyes y
teorías sobre la criminalidad en cualquier forma de su expresión. Son aquellas
señoras y señores que tienen encima de su mesa la enorme responsabilidad y el arduo
trabajo de tener que decidir sobre conceder la absolución o, por el contrario,
castigar. Aquel colectivo que inspira respecto cuando se entra en una sala de lo
penal y sabes que entre sus manos tiene una vida de un hombre en juego, una
reputación, un nombre. Son ellas y ellos quien deciden si el presunto reo continua
como antes o les sentencia a que su vida de súbitamente un giro radical. El ser
humano y su situación pende del hilo en el que se sostiene la capacidad de
razonamiento y de análisis del juez, de sus dudas resueltas, de sus decisiones.
Sólo los jueces, y únicamente ellos pueden convertir sus conclusiones en
palabra de ley. La auténtica palabra de ley. La inquebrantable. La justa.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Alguien se ha planteado los múltiples
conflictos morales, las dudas, la incertidumbre que pueden a llegar a tener las
juezas y los jueces cuando se les plantea un caso de acoso sexual en una sala
de lo penal, y sobre el cuál, sí median pruebas que pueden incriminar o no a un
imputado de este delito?</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿No dudan al caso ellos incluso ante
pruebas fehacientes? Sí, lo hacen. Porque su profesionalidad les obliga
moralmente a ello. ¿Qué se equivocan? Seguramente, son seres humanos, no lo
olvidemos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Podemos imaginar lo que podría ser enjuiciar
y decidir sin pruebas lo suficientemente claras?En Europa, quizás si, y me
atrevería a decir que jamás llegaría a un tribunal. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En América, y volviendo al caso
Domingo, quizás tampoco llegara por la simple cuestión de que no ha sido
necesario ni un juez para señalar a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Plácido
Domingo</b> como culpable de este presunto delito. Se ha bastado solo con tener
en cuenta un artículo periodístico que relata la experiencia de 9 mujeres y 8
de ellas no dan la cara- insisto-. ¿Para qué colapsar sus cortes de justicia
cuando, sin pruebas, y sin presentar testimonios, ya son capaces de emitir un
veredicto que comporta la cancelación de un concierto en Filadelfia y en San
Francisco? En América lo tienen claro y galantean con el dicho popular de
“cuando el río suena…”, bien, o el equivalente en su idioma. ¿Para qué molestar
a los jueces, que deben estar de vacaciones tumbados en las playas, probablemente
de otro país, para escapar de su asfixiante y nada racional sistema de
justicia, cuando la denuncia anónima se antoja más valuosa que una prueba
fehaciente o que un testimonio de cargo? Bah…. Esto lo dejamos para Europa
deben pensar los americanos. Qué aprendan cómo de rápido trabajamos y que no
nos estamos con contemplaciones, vamos a ver: la noticia es conocida por la
mañana. Muchos nos desayunamos con ella, y, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">voilá,
</i>durante la misma tarde del martes 13 de agosto, Filadelfia ya ha destruido
la presunción de inocencia. Ya ha aniquilado el nombre, la reputación y la gloriosa
carrera de Plácido Domingo. Jaque, mate.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A la de Filadelfia se le une
posteriormente la ópera de San Francisco. Los teatros americanos hacen entre sí
piña, mientras en Los Ángeles se abre, inmediatamente una investigación
rigurosa a la conducta de Plácido. Como si se tratara de un criminal.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y luego en Europa nos quejamos de que
los juzgados están colapsados y de que la justicia es lenta. Pero al menos en
Europa, se estudia todo y se aplica, al menos de momento, el sentido común.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Desconozco el sistema de derecho penal
en América, pero pienso que no debe distar mucho del principio universal de
presunción de inocencia que se aplica en el resto del mundo. Pero, América es
América. El continente moderno, el continente que domina y doblega al mundo
entero y que en el caso que nos ocupa parece ser que, como queda evidenciado, se
ha saltado las leyes y los procedimientos. Con lo aparecido en prensa y sin
haber constancia de ninguna denuncia en la policía o en el juzgado y sin haber
ninguna causa abierta contra el tenor, ya le ha juzgado cargándose el sistema y
la presunción de inocencia bajo el halo de “vamos a esperar acontecimientos”
que es lo mismo que considerar como reo antes de que un tribunal impute
cualquier clase de delito a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Plácido
Domingo</b>.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sin embargo, aún sin dejar de creer
que estamos en una sociedad corrompida por las redes sociales, en Europa hemos
sabido mantener la calma. Recordemos que somos herederos de los grandes
filósofos, de los sabios y de los pensadores griegos, y esto en el juicio de la
historia pesa. En nuestro continente hemos sabido apelar correctamente a la
teoría del “in dubio pro reo”, un principio que además acarrea la responsabilidad
y la exhortación al acusador para que demuestre la culpabilidad del acusado y
no al revés. En Europa, en el viejo continente, se ha alzado un movimiento tan
grande jamás visto en estos últimos años a favor de la insigne figura de
Plácido Domingo. Y esto nos honra, como personas, como ciudadanos, como
europeos que somos, como gente que apela a la justicia en lugar de impartirla
sin ton ni son. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El grito de defensa y de apoyo es tan
grande que ya no tiene quien lo detenga porque son decenas, centenares, miles,
millones de personas que creen en Domingo y que le secundan.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De esta situación también tenemos que
aprender, reflexionar y actuar en consecuencia y sobretodo no dejar que Europa
y los teatros europeos sucumban ante el poder y la influencia de lo que los
patriotas americanos llaman los Estados Unidos de América.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Una
última reflexión</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cuando un asunto como el que nos ocupa
sale a la luz, y más cuando el presunto culpable es conocido y popular como es
el caso, se produce una situación de miedo a las represalias personales o
artísticas que pueden derivarse cuando alguien, haciendo gala de la moral, de lo
correcto, y del valor, decide tirar adelante con todas las consecuencias.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Creemos que lo mejor es nadar entre
dos aguas, o esperar que estas se calmen. Otra opción es hacer como el avestruz
y esconder la cabeza bajo tierra en lugar de dar un paso firme adelante y
colaborar con la justicia y a desatascar estos asuntos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Es un acto de valentía. Sí. Pero
también de justicia. De ética. De moral. ¿Estamos preparados física y
mentalmente para ello? Creo que sí, siempre y cuando demos un giro radical a
nuestra manera de pensar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Como ya he dicho, el mal ya está hecho
y no habrá poder humano que restaure con dignidad el nombre, la reputación y la
presunta actitud de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Plácido Domingo</b>.
Esto solo lo puede hacer un juez.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pensemos antes de hablar. Mesuremos
nuestras palabras antes de lanzarlas al aire. Tengamos clara la terminología
que utilizamos al hablar, o al escribir. Alguien dijo que la pluma hiere más
que una espada, y no equivocaba.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">David necesitó una piedra para vencer
a Goliat. En el caso de Plácido una sola palabra, acoso. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pensemos, insisto. Delimitemos y
definamos la fina línea que puede hacer decantar la balanza ante una actitud
acosadora o simplemente aquella que está permitida y aceptada dentro del arte
del flirteo entre un hombre y una mujer. Cierto es que cada hombre es cada
hombre y cada mujer es cada mujer, y lo que para mí es negro para el otro es
blanco. Sí.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero cuando alguien acusa, y acusa de
algo tan serio y delicado como lo es el acoso sexual se le debe invitar previamente
a analizar los actos del presunto acosador.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿A cuántas mujeres se les han robado
besos? ¿A cuántas mujeres se les ha dejado algún o varios mensajes en un buzón
de voz o en un whatsaap un tanto subiditos de tono, una y otra vez? ¿A cuántas
mujeres no las han rondado repetida e insistentemente hasta que aceptan o
escupen un claro “no”? Sentirse acosada por alguien no es lo mismo que un hecho
pueda calificarse como acoso delante de un tribunal. Dependerá de quien
tengamos enfrente.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pensemos. Razonemos. Y volvamos a
pensar en qué tiempos vivimos, en qué tipo de sociedad. En una sociedad que, a
día de hoy está muy sensibilizada con estos temas. Temas escabrosos que deben
aflorarse para corregir y castigar esta clase de conductas y que nos permita
mejorar nuestras leyes, pero, hagamos examen de conciencia antes de señalar con
el dedo. Estemos seguros porque de nuestras palabras, de nuestros escritos, de
nuestros actos y consecuencias pende la libertad o la privación de ella. Pende
la vergüenza. Pende el ser considerado a los ojos de la ley como delincuente o
criminal. Pende la duda, pende la confianza que jamás se recupera totalmente.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Con una acusación destruimos a aquel
que nos molesta. Pero también derrocamos su vida personal y familiar. Sus
hijos, hermanos, padres, abuelos, primos… Los ponemos en la cuerda floja. A
todos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pensemos en las consecuencias y
actuemos luego libremente y con la mente clara. Y aprendamos a mordernos la
lengua cuando con nuestras palabras, pensamientos o dudas infundadas podamos
hacer daño al prójimo. Es difícil, pero me parece y creo que vale la pena
intentarlo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><a href="https://www.facebook.com/hashtag/standbydomingo?source=feed_text&epa=HASHTAG"><span style="margin: 0px;"><span style="color: windowtext; margin: 0px; text-decoration: none;">#</span></span><span style="margin: 0px;"><span style="color: windowtext; margin: 0px; text-decoration: none;">StandByDomingo</span></span></a> <br />
<a href="https://www.facebook.com/hashtag/isupportplacidodomingo?source=feed_text&epa=HASHTAG"><span style="margin: 0px;"><span style="color: windowtext; margin: 0px; text-decoration: none;">#</span></span><span style="margin: 0px;"><span style="color: windowtext; margin: 0px; text-decoration: none;">ISupportPlacidoDomingo</span></span></a></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div align="right" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: right;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: x-small;"></span><br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-90594662636039832792019-07-03T18:03:00.000+02:002019-07-03T18:03:20.353+02:00Su Chénier, “trovò la poesia”...
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVicrwYM6FL_v1_nlMfXFUxN5wajaqLr3WPHDZUPEt9FcsuMWSrXI_9F-Pdz3Jr0ZXGcJ811f_zACdvgMvZN_4P1GIn6GXiUz3liWSPp-iMP968lDBwmyBzwg7l8Tvx75T-IpEm_b6n99_/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVicrwYM6FL_v1_nlMfXFUxN5wajaqLr3WPHDZUPEt9FcsuMWSrXI_9F-Pdz3Jr0ZXGcJ811f_zACdvgMvZN_4P1GIn6GXiUz3liWSPp-iMP968lDBwmyBzwg7l8Tvx75T-IpEm_b6n99_/s1600/images.jpg" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: x-small;"></span></b><br /></div>
<br />
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Por fin pude escuchar, con más de un mes de desfase el debut del tenor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ROBERTO ALAGNA</b> en el papel de Chénier,
en un marco incomparable como lo es la ROH Covent Garden de<span style="margin: 0px;"> </span>Londres.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No sé a qué día corresponde la grabación, a qué función en concreto de las
6 representaciones que interpretó, pero lo cierto es que Roberto Alagna está
increíblemente soberbio en ella.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Es una lástima que BBC solo haya retransmitido el audio. La puesta en
escena de la ROH, firmada por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DAVID McVICKAR</b>
y estrenada hace unos años es clásica aunque salpicada de modernidad dándole un
aire antiguo, pero fresco a la vez. El apoyo visual en este caso hubiera
significado el disfrute de ver a sus protagonistas, pero, cuando el nivel es
tan alto, como en la citada función, la necesidad de la imagen, lógicamente,
pasa a un segundo plano y bien discrecional.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La orquesta de la ROH con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DANIEL
OREN</b> al frente ofrece lo mejor de sí misma en una actuación que se puede
calificar de irresistible. Buen tempo, en algún que otro pasaje un tanto lento
quizás por alguna imposición vocal, pero los matices en cada uno de los actos
fueron extraordinarios. Dinámica y bella es cómo sonó en esta ocasión.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Reparto</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Andréa Chénier” es una gran ópera, la más importante que salió de la pluma
de Umberto Giordano. Si bien “Fedora” es otra de su lista y de las que perviven
hoy en día en los escenarios, es la primera la que abarrota teatros y arrastra
al público hacia ellos. Una ópera verista que tiene de todo: amor, sufrimiento,
poesía, desesperación y triunfo. Y además, <span style="margin: 0px;"> </span>por propia connotación de la acción que se
desarrolla, patriotismo y muerte.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Andréa Chénier” además, requiere de un trío protagonista de campanillas, y
creo, que en esta ocasión, se cumple tal cometido.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Dejaré mis comentarios acerca de Roberto Alagna para el final, precisamente
porque requieren, por mi parte, una especial atención.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxYDWGFXiSZne8QYC4jsaBzpe3rl9jM9ZU8Sh1DIMtrkS8_DQl4oCG-ghvSNV40_qWsR5jX6FsDqcRk57gL11fXN-hSWjPa1Gmtsy-NOO3gRAfaFYQM3nVBnwiejixaebq760L7lorkYu7/s1600/Andrea-Chenier-17-05-19-ROH-04.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="455" data-original-width="700" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxYDWGFXiSZne8QYC4jsaBzpe3rl9jM9ZU8Sh1DIMtrkS8_DQl4oCG-ghvSNV40_qWsR5jX6FsDqcRk57gL11fXN-hSWjPa1Gmtsy-NOO3gRAfaFYQM3nVBnwiejixaebq760L7lorkYu7/s320/Andrea-Chenier-17-05-19-ROH-04.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La Maddalena de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SONDRA RADVANOVSKY </b>es
sencillamente exquisita. Quizás no sea un timbre de lo más bello o uniforme en
todos los registros, pero lo que canta, lo canta muy bien. Con matiz, con
sentimiento, con fuerza y con sentido. Cabe escuchar su “Mamma morta”, pausada,
bien fraseada y con una línea de canto excelente que hace que se te ponga la
carne de gallina. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su volumen, más que suficiente, quizás y con todo el sentido positivo,
exageradamente suficiente, aunque ni aún así, ahogó la voz de Robertíssimo en
sus dos grandes momentos conjuntos “Ora soave” en el segundo acto y “Vicino a
te” en el cuarto.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su voz unida a la de Alagna, hicieron las delicias de los afortunados
espectadores que pudieron gozar de ella en directo. Pero también a aquellos
que, como yo, percibimos todo esto a través de las ondas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">DIMITRI PLATANIAS</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">, barítono griego al que no tenía el placer de haber
escuchado antes, me sorprendió favorablemente. Poseedor de un instrumento
amplio y bien dotado exhibió sus dotes vocales en un “Nemico della patria” bien
cantado, fraseado y, consecuentemente, muy aplaudido por el público londinense.
En su canto hay atisbos de pasión, de fuerza y de mediano dramatismo. Una voz
interesante que vino, junto a las otras dos, a completar un reparto de ensueño
para una gran ópera como es “Andrea Chénier”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEQk6PVHYzHKEuot5v6GnYhJmIi_Dij6HTgTfr876z0IZEcSyZW-hTpCLClBOU8QntWqIledYcPzIVOjd7-0IYOEW4A_6Ya4Bc-nJ4bgWJ-emv0Ccywco3_Pg_ZC8QOHIe-Ott4-G2B7rP/s1600/600x337_roberto_alagna_getty_robbie_jack_andrea_chenier_mai_2019_roh.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="337" data-original-width="600" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEQk6PVHYzHKEuot5v6GnYhJmIi_Dij6HTgTfr876z0IZEcSyZW-hTpCLClBOU8QntWqIledYcPzIVOjd7-0IYOEW4A_6Ya4Bc-nJ4bgWJ-emv0Ccywco3_Pg_ZC8QOHIe-Ott4-G2B7rP/s320/600x337_roberto_alagna_getty_robbie_jack_andrea_chenier_mai_2019_roh.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Roberto Alagna, un verdadero poeta</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sin duda una de los mayores atractivos de estas funciones de la ópera de
Giordano era el debut del tenor francés <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ROBERTO
ALAGNA</b> en este role y en un teatro como la ROH.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Si de entrada puede parecer que Chénier no sea un papel para una voz como
la de Alagna, el francés ha ensanchado su voz a lo largo, ya, de una dilatada
carrera como tenor, abordando roles más “spinto” que “líricos” en los últimos
cinco o seis años. Este ensanchamiento le permite ahora tomarse la licencia de
ponerse las vestiduras del poeta revolucionario francés.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Alagna propone, y realmente consigue crear un Chénier extraordinario relleno
de matices, de legatos, de gusto, de sentimiento y de sensibilidad. Un Chénier
que brilla con luz propia ya desde su minuto uno, construyendo su propio
personaje y sin caer – inteligentemente- en el error de imitar a predecesores
suyos, entre otras cosas, porque no lo necesita ya que Alagna tiene,
indiscutiblemente, carta de presentación propia.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No necesita exagerar frases veristas, porque no es su estilo. Él lo sabe y
no lo hace. No necesita hacer de su fraseo el fraseo de otros, precisamente
porque el suyo está dotado de una gran personalidad propia. Con ello, acerca el
personaje a su contexto, pero el Chénier de Alagna nunca olvida que sigue
siendo siempre un poeta. En todos los actos y en todas sus intervenciones. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Bien es cierto que para el “Si, fui soldato” se echa un tanto de menos una
liviana agresividad o desprecio en las palabras y las verdades que escupe al
tribunal que le juzga en un país inmerso en plena revolución.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sin embargo, su “Improvviso” es sereno y efectivo. Noble. Para nada
desquiciado. Sin una palabra más alta que la otra. Arrebatador su “Credo a una
possanza arcana”, con una voz que fluye a la perfección en el escenario y con
un gran dominio de la palabra cantada. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Una vez más sale el poeta, un poeta con inspirada poesía, tal y como deben ser
los poetas. Como muestra, su “Come un bel dì di maggio” comedido y sentido.
Contenido pero a la vez exultante.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Encuentra también su especial línea de canto en el dueto “Ora soave” con
Maddalena, con un tempo justo y ensoñador, lo mismo que en el “finale” del
cuarto acto, con un “Vicino a te” que roza el delirio y con un estado vocal aún
fresco y sano a pesar de todo lo que ha cantado durante la ópera, y que no es
poco ni especialmente fácil.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y todo ello lo hace, y quiero resaltar este punto encarecidamente, con una
voz bellisima, de principio a fin y como siempre nos tiene acostumbrados este
gran tenor. Una voz llena de luz, de brillo. Una voz mediterránea y cálida.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Roberto Alagna es sin lugar a dudas, y por mérito propio y más que
merecido, el último gran tenor de su generación.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y ahora…¿qué?</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pues para aquellos que creen o piensan que Alagna no puede con estos
papeles, pero que a pesar de ello, insiste y persiste en cantar, yo les
recomendaría que escucharan este Chénier. “Su” Chénier. Que lo hagan con
cariño. Que disfruten de su voz y de su interpretación, porque es absolutamente
excepcional. Y estoy segura que encontrarán su qué en su canto, en su
personaje. En su voz. En su bella y extraordinaria voz.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> </span></div>
Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-42469135472184631122019-04-13T13:14:00.000+02:002019-04-13T13:23:06.155+02:00El somriure de Montserrat Caballé<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpTwyVInD28V-4Hf5RDzd6pUWKaUI-0_AZkwYQnQxWwCHu6liQA1XuZvXpSI9blXVCNZV5Hayz0cFZN39Iy4UH2BkSckeJG4CXxVSet5W9NCjsTQGGeNcjudKn_I5Ip4yxI_mw5ELA_2tJ/s1600/4778166.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpTwyVInD28V-4Hf5RDzd6pUWKaUI-0_AZkwYQnQxWwCHu6liQA1XuZvXpSI9blXVCNZV5Hayz0cFZN39Iy4UH2BkSckeJG4CXxVSet5W9NCjsTQGGeNcjudKn_I5Ip4yxI_mw5ELA_2tJ/s320/4778166.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: x-small;"></span></u></b><br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Mucha emoción la que se
vivió ayer en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Anoche se rendía un
sentido homenaje a la figura de la tristemente desaparecida <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MONTSERRAT CABALLÉ</b>. Un acto hilvanado
con inteligencia y sazonado con profundo amor. Con el amor de aquellos que
conocieron y amaron, y aman, a una de las voces de soprano más bellas y
conmovedoras que haya dado el mundo de la ópera, por no decir, que la mejor.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Conducido y dirigido
artísticamente por <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">LLUIS PASQUAL</b>
quien no cayó en la trampa de hacer de una celebración un melodrama, la reunión
de ayer entre amigos resultó ser un rotundo éxito, sencillo y sentimental, en
el cual la protagonista absoluta fue quien tenía que ser. Y nadie más que ella.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Montserrat Caballé hubiera
cumplido precisamente ayer 86 años, y qué mejor fecha para hacerle un regalo como
el que recibió ayer. Su familia, marido, hijos y nietos que estaban entre el
público, y también del resto de personas anónimas que llenaba la preciosa sala
del Liceu se reunieron para gozar del último momento con ella.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De un fondo celeste y
brillante, como si del cielo bajara para estar entre nosotros por el intervalo
de las dos horas que duró el homenaje, Montserrat Caballé nos dio nada más
llegar sus buenas noches. Un efecto realmente mágico y conmovedor que llenó el
teatro de luz, de paz, de humor y de sentimiento. De lágrimas. Montserrat estaba
allí con todos nosotros, de nuevo. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Acertada también la
proyección de fotografías en la pantalla de vídeo. Fotos fijas de aquella
mujer, de aquella artista que con la belleza y calidez de su voz nos regaló
tardes y noches de gloria en el Liceu. Allí estaba su imponente figura, su
majestuosidad y su franca sonrisa como centinela aguardando todo el elenco de
artistas que quisieron compartir con ella esas dos horas. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A lo largo de este intervalo
de tiempo fueron muchas y muy variopintas las voces que pusieron su granito de
arena y rindieron su particular tributo a la gran Montserrat, pero sin duda,
las más emotivas fueron las de sus compañeros de su propia generación: un
emocionado Josep Carreras, un sentido Joan Pons y un sentimental Jaume Aragall.
Qué grandes todos, y qué mayores, pero, aún mayores, si, conservan aquella
forma de cantar tan serena, tan bonita, tan especial. Aquella forma que solo
los más grandes saben cómo sacar encima del escenario.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Desfile
de voces</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un emocionado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JOSEP CARRERAS</b>, y como no hubiera
podido ser de otra manera, abría el concierto con la preciosa “Dicitencello
Vuie”, una preciosa napolitana, una especie de himno al amor y a la veneración
que encajaba perfectamente con lo que en aquellos momentos debía estar
sintiendo este otro gran artista. Un Carreras conmovido y especialmente
emocionado. Serio, elegante y con porte mayestático. ¡Cuántas noches
compartieron estas dos grandes, grandísimas voces!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Siguieron las voces de la
soprano <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">BEGOÑA ALBERDI</b> y el tenor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CARLES COSÍAS</b> con el dueto “Un dì
felice, etérea” de “La traviata” de Verdi. Sin duda, Cosías, y lo he dicho en
más de una ocasión, y así de nuevo lo reitero, es una de las voces de tenor más
bellas que tenemos y al que, por lo que sea, no se le dan las oportunidades
adecuadas para que su voz luzca en los grandes teatros, tal y como ayer lo hizo
en el Liceu. La voz conserva un rico timbre y color adecuado y una línea de
canto excepcional que supo fusionar muy bien con la de Begoña Alberdi. Solo un
matiz, y no musical. Siendo una noche de homenaje, una noche informal pero aún
así especial, Montserrat Caballé, por respeto, se merecía un cuello de camisa
abotonado y una corbata.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Nulla! Silenzio” de “Il
tabarro” de Puccini fue la pieza que afrontó el barítono menorquín <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JOAN PONS, </b>si bien se echó en falta
aquella voz tan amplia y profunda de antaño, no se puede negar que nos emocionó
con su canto.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y entre actuación y
actuación, en la pantalla se iban proyectando fragmentos muy bien escogidos de
la vida y la carrera de Montserrat Caballé, e intercalando, además, las
intervenciones de aquellos que, por problemas de agenda no pudieron estar
físicamente en el teatro. Entre ellos, la gran <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">TERESA BERGANZA</b> que dijo que algún día se volverían a encontrar allí
dondequiera que estuvieran; <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO
DOMINGO</b> quien destacó el increíble y sensacional fiato de la soprano
catalana y sus risotadas sinceras y alentadoras, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AINHOA ARTETA </b>y también <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ROBERTO
ALAGNA. </b>Todos ellos conmovieron con sus palabras.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y seguía el concierto con el
contratenor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ANTHONY HARUTIAN</b> con “Lascia
chio pianga” de “Rinaldo” de Händel que dio paso a otro de los profundamente
emocionados ayer noche, el tenor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JAUME
ARAGALL</b>, quien escogió una apropiadísima pieza para homenajear una vez más
a Caballé: “Non ti scordar di me” (No te olvides de mi). Me sorprendió,
realmente me sorprendió su intervención. Recordemos que Jaume Aragall este
próximo 6 de junio cumple ni más ni menos que la friolera de 80 años, y, para
ser justa y ecuánime, comparando con las voces de su generación que ayer
llenaron el Gran Teatre del Liceu, su intervención fue la de más alto nivel.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Para cerrar una hipotética
primera parte, fue la recién debutante en nuestro teatro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SAIOA HERNÁNDEZ</b> quien nos hizo emocionar con su voz entonando “Ecco
l´orrido campo” de “Un ballo in maschera” de Verdi. Montserrat Caballé creyó en
su voz y fue una de sus mentoras junto a la sabadellenca Mirna Lacambra. Y
Saioa no podía faltar ayer en el Liceu para rendirle agradecimiento y devoción.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Casta
Diva</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sin duda la más de las
populares piezas indisolublemente ligadas a la figura de nuestra gran <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MONTSERRAT CABALLÉ. </b>El teatro enmudeció
cuando empezaron a sonar las primeras notas ondeantes de esta pieza que
escribió Bellini para su “Norma”. La mítica representación de aquella “Norma”
en el teatro romano de Orange en 1974 inundó de magia el Liceu. La brisa
nocturna hacía flotar los velos del traje que Montserrat vestía al compás de
una voz que fluía hasta el cielo. De diva a diva. Una Montserrat majestuosa y
con una coloratura bella, emocionante. Con su precioso timbre y en un estado
vocal de gracia. ¿Quién no se rinde ante semejante arte? Es imposible no
emocionarse. Con la piel de gallina y completamente entregados ante tanta
grandeza.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Mattino”, para mi, “Mattinatta”
de Leoncavallo fue la especial intervención de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AL BANO</b> que dio paso a uno de los más bellos dúo de la historia de
la ópera, “Il se fait tard, adieu” del “Faust” de Gonoud. Las voces, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MARÍA GALLEGO </b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JOSEP BROS. </b>Bros, otro de los grandes y dotado con una de las voces
más bellas que haya dado la lírica española. La voz conserva aún belleza y un
timbre rico y una acurada línea de canto. Sin duda una de las mejores
aportaciones de la noche.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y sin dejar el repertorio
francés, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JORDI GALÁN </b>nos brindó un “Je
crois entedre encore” de "Los Pescadores de perlas” de Bizet al que siguó “Voce
di donna” de “La Gioconda” de Ponchielli en la voz de la mezzosoprano <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AGOSTINA SMIMMERO</b>.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El broche final lo puso el
tenor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PENE PATI</b>, con la misma pieza
con la que ganó la edición de 2014 del concurso Montserrat Caballé, “Ah!
Lève-toi soleil” del “Romeo et Juliette” de Gounod.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Se sumaron también desde la
distancia para recordar a Montserrat el director de orquesta <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ZUBIN METHA, </b>el director general del
MET de Nueva York <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PETER GELB, </b>el
director de la ópera de San Francisco <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MATTHEW
SHILVOCK, JUAN DIEGO FLOREZ </b>e inclusive la directora general del Teatro
Colón de Buenos Aires, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MARÍA VICTORIA
ALCARAZ.</b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Tal
como vino, se fue</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y la gala llegó a su fin. El
último acto de respecto a la diva catalana por parte del público vino
acompañado con un minuto de silencio y con la gente de pie en todo el teatro.
Pero el último adiós lo puso, como no podía ser de otra manera, Montserrat. Con
una última nota. La estrella que hacía dos horas había descendido de nuevo al
teatro, se alejó, y la luz celeste y cegadora fue alejándose hasta recuperar el
lugar que, desde el pasado 6 de octubre ocupa en el oscuro firmamento lleno de
estrellas. Y jamás una metáfora fue mejor representada que ayer noche.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Con mis últimas palabras
reitero mis gracias a la voz, al arte, a la figura de Montserrat Caballé, una
gran dama en el escenario y una de las mejores intérpretes catalanas y
españolas que haya dado el mundo de la ópera quien afortunadamente, nos deja un
grandioso e inmenso legado musical. Gràcies, Montserrat. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-28784523981194409762019-02-18T22:03:00.000+01:002019-02-18T22:03:19.690+01:00Un fresco “Elisir d´amore” en Sabadell
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcWIw2QR4jjsnVWEGiNxuFhGEhiZZJ1g4ECVPB6Xs35Pb8VrOsQuOntLRt0RMhDDEJTVRucePNuDFY07qJPJeSbXR7uMX9gktuXfRsOzZMb42afUPWHAiPHrhXs-OUeuo085bS-yrWgyWY/s1600/A1308.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1132" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcWIw2QR4jjsnVWEGiNxuFhGEhiZZJ1g4ECVPB6Xs35Pb8VrOsQuOntLRt0RMhDDEJTVRucePNuDFY07qJPJeSbXR7uMX9gktuXfRsOzZMb42afUPWHAiPHrhXs-OUeuo085bS-yrWgyWY/s320/A1308.jpg" width="226" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: x-small;"></span></u></b><br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Con el sentido homenaje al Dr. Xavier Gondolbeu, vicepresidente y marido de
la presidenta de la AAOS tras su fallecimiento el pasado miércoles 13 de
febrero, toda la entidad le ha querido dedicar estas funciones de Elisir
d´Amore. Así empezaba la tarde de ayer cuando Carles Ortiz dirigía unas
palabras al público que ayer por la tarde llenaba el Teatro de la Faràndula de
Sabadell.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero, como reza la canción “Show must go on”, el espectáculo debe
continuar. Y si nos zambullimos en terreno operístico, terreno en el que nos
sentimos mucho más cómodos vale decir, nuestro querido Canio lanzaría al aire
su “Recitar, mentre presso dal delirio, non so più quel che dico è quel che
faccio, eppur è duopo, sforzati… va…”</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y así fue. El espectáculo continuó. Debía continuar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La tristeza, paradójicamente, dio paso a la alegría de una ópera bufa, una
de las mejores y más geniales que jamás se hayan escrito y, de este modo,
transcurrieron dos horas y media que pasaron volando.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La producción, reciclada de la temporada 2011-2012 ambienta la función en
un pueblo marinero sin determinar, y en el escenario predominan los blancos
secundados por una iluminación realmente genial, tal y como nos tienen
acostumbrados en esta entidad, y que se ensombrece un tanto haciendo la escena
más íntima en los momentos más serios y profundos de la ópera como en el de
“Adina, credimi” aunque no tan marcado en “Una furtiva lacrima”. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y funciona. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La atemporalidad en esta ópera es completamente irrelevante porque la
historia subyuga y enamora desde el minuto uno, así como todos sus personajes y
con su correspondiente cariz.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">CARLES ORTIZ </span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JORDI GALOBART</b>,
un tándem que, a estas alturas, no necesita presentación, proponen una historia
coherente, sin alejarse en demasía de la esencia de la obra original y en la
que todas sus piezas encajan perfectamente. Ambos convierten a este Elisir en una
obra fresca, juvenil, alegre y desenfada con genial uso del lenguaje corporal y
excelente trabajo escénico, y con una notabilidad que salta a primera vista y
que da mucho resultado sobretodo en la parte masculina del reparto, excluido,
Dulcamara.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Componen a Nemorino, el muchacho enamorado de Adina, como una chavalín
espontáneo, sentido, alegre y cordial sin caer en el tópico de atontarlo
demasiado. <span style="margin: 0px;"> </span>Y enseguida conecta con el
público. Nemorino siempre es la cara amable de la película. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Por otro lado, la línea que separa el carácter del joven rústico es muy
gruesa en comparación con el altivo, presumido, chulo y sobrado sargento
Belcore. Ambos dan el pego. Ambos saben lo que quieren y como conseguirlo: con
bondad y amor, el primero y, con astucia y malas artes, el segundo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y lo curioso, es que, a la par que Nemorino, Belcore conecta también desde
un buen principio con el público. Polos opuestos ambos personajes, pero los dos
atractivos y más teniendo en cuenta que, por norma general los Belcore quedan siempre
un poco a la sombra de los Nemorino, pero también de los Dulcamara, por
afinidad vocal en cuerda baritonal.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Dulcamara, un personaje crucial en esta ópera de dos actos intensos y
llenos de momentos maravillosos, pasa completamente desapercibido. La vis
cómica, o burleta, o aprovechada de este charlatán que vende vino de Burdeos
como elixir de amor, es completamente nula. No creo que sea un mal trabajo a
nivel de escena, sino más bien de su propio intérprete.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A Adina le falta la picardía de una pueblerina rica, caprichosa,
enamoradiza. Un personaje que chincha por el simple hecho de chinchar y al que
le gusta ser el centro de atención en todo y con todos. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A pesar de ello, en conjunto, la representación fue bastante redonda.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Dirigir con el alma</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Siempre he dicho que ver dirigir al maestro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SANTIAGO SERRATE</b> es un auténtico lujo. Primero porque sabe sacar lo
mejor de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">OSV</b> y nunca cae en el
error de abusar de volumen. Pero también lo es porque es un director entregado,
que respira con el cantante, y que canta con el cantante además, y, ayer por la
tarde, Santiago Serrate fue el alma que alentaba y daba aire al Dulcamara que
interpretaba <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JOAN CARLES ESTEVE.</b> Le
marcó entradas, le marcó texto, estuvo pendiente todo el rato de él, inclusive
en los concertantes y los duetos. Allí estaba su punto de mira, dar confianza a
quien ayer por la tarde lo necesitaba más. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La dirección me pareció buena y adecuada, marcando mucho el sector de la
cuerda, que sonó, excelente. Un buen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tempo
</i>en general a lo largo de toda la obra, quizás un tanto ralentido en los
momentos en que impera y se impone, de fábrica, el canto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sillabato. </i>Esto se hizo patente en la gran entrada del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“dottore”</i> su “ei muove i paralitici…” que
a mi juicio debió ser más vivaz, más alegre. Es el gran momento de Dulcamara y en
el que el bajo bufo de turno puede echar a relucir el dominio de este estilo
tan propio de las óperas bufas<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i>Pero
ayer poco <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sillabato</i> escuchamos. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Hubo algún momento de desajuste entre la Orquesta y Dulcamara, sobretodo
durante el dueto con Adina “Quanto amore”, no obstante, su dirección “engancha”
y me permite disfrutar de su trabajo a la par que el de los cantantes. El cómo
se entrega en cada nota, en cada compás. Es impresionante, además de un regalo,
verle trabajar. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Victoria masculina</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sí, y por goleada. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ayer por la tarde quienes se llevaron al gato al agua fueron, sin lugar a
dudas, el tenor colombiano <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CÉSAR CORTÉS</b>
y el barítono catalán <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MANEL ESTEVE</b>,
ya conocido de la casa.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El primero posee una bonita voz de tenor lírico ligero. Muy bien timbrada.
Y además con una excelente y elegante línea de canto. Me sorprendió, y lo hizo
muy gratamente. Por voz, por sentimiento, por actuación y por su
caracterización de un personaje al que cuesta darle el punto justo de ternura y
de inocencia sin caer en el tópico de pintarlo como un payaso. Ya lo dice Adina
“lo compadite, egli è un ragazzo, un malatorto, un mezzo pazzo”… Pero no,
Nemorino no está medio loco, tan solo está profundamente enamorado. Es un chico
joven. Es un niño. Joven y perdidamente enamorado.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y así lo dibujó ayer tarde César Cortés con su voz limpia y dicción
perfecta, con coloraturas marcadas estupendamente, y que culminó con su
“furtiva lagrima” impecable y por la que se ganó un estruendoso aplauso por
parte del público sabadellense.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El segundo en discordia, y nunca mejor dicho, porque bebe los vientos
también por Adina, es ni más ni menos que el sargento Belcore al que ayer puso
voz y físico <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MANEL ESTEVE</b>, absolutamente
inmerso en un personaje en el que nada más salir a escena y sin abrir la boca
ya se te hace antipático.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El barítono catalán está en un excelente estado de forma. Una voz muy bien
timbrada, potente, con cuerpo, de aquellas que salen al escenario y dicen “aquí
estoy yo”. El trabajo escénico-artístico de Manel Esteve está, en el mismo
nivel desde el minuto que entra en escena hasta el final. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Al igual que el tenor, su dicción es impecable. Decir solo que fue, junto
al tenor, el segundo más vitoreado en la sala. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y además, tiene esa vis cómica más que suficiente y que hace al personaje
encantador y antipático a la vez. Su Belcore es, resumiendo, de traca y
petardada multicolor. Inmenso.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Toda esta comicidad, que derrochaban a raudales los dos anteriores, fue lo
que le faltó a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JOAN CARLES ESTEVE</b>, y
que, en un gran personaje como Dulcamara, es casi un pecado capital no hacer
gala de ella.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sin duda el cantante debe trabajar más esta parte para hacer un Dulcamara
creíble. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“dottore” </i>es un personaje
clave en esta historia y debe hacer creer a Nemorino con sus tracas y mañas que
lo que es vino, en realidad es elixir. Y no, no te lo crees. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Entiendo que no es que desde escena estuviera mal marcado, sino que, estaba
demasiado pendiente de la parte vocal mientras actuaba. Nunca apartaba los ojos
del maestro Serrate, y esto, le mermaba espontaneidad, frescor, improvisación.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Volviendo a lo que decía al principio, su canto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sillabato</i> justo y casi inexistente. Su gran escena necesita de un
canto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">più vivace</i>, ahí está la gracia
del bajo bujo. Repetición, rapidez y marcar bien cada sílaba a una velocidad
considerable. Y esto no sucedió ayer por la tarde a excepción de una sola
ocasión, y en la que acabó derivando en un claro desajuste entre el cantante y
el foso orquestal. Toda las revoluciones estaban en el escenario y la orquesta
tuvo que correr para atrapar, sin éxito, al cantante. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Banqueta femenina</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La Adina de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">NÚRIA VILÀ</b> fue
irregular. Si bien en su escena final “Prendi, per me sei libero” la sorteó
bien, no acabé de encontrar a la pizpireta, coqueta, caprichosa y enamoradiza
Adina. La voz y el timbre no destacan ni por bella ni por especial, pero es un
tanto pesado para un role como el de Adina que requiere más ligereza que
cuerpo, aunque cumplió vocalmente, a pesar de que las coloraturas se le
hicieron un poco cuesta arriba, pero, en conjunto vocal defendió una Adina
aceptable.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">LAURA OBRADORS</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> como Gianetta, pasó, al igual que Dulcamara, un tanto
desapercibida. Muy concentrada siempre en la parte vocal, pero apelmazada en lo
escénico, demasiado rígida.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ei corregi ogni diffetto…</span></i></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Así culmina, triunfal, Dulcamara, casi ya cayendo el telón. El charlatán
abandona el pueblo, Nemorino se queda con Adina, mientras que Belcore, se lleva
tan solo como premio de consolación a Gianetta.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero, a pesar de todas las cosas que se puedan corregir de estas funciones,
y que estoy segura que, a medida que avance la gira por toda Cataluña será así,
lo más importante es el mensaje que, temporada tras temporada, dan desde la
AAOS, y que no es ni más ni menos que, con ilusión, con inteligencia, con
pasión por lo que se hace y con profesionalidad, a pesar de tener un bajo,
bajísimo presupuesto, se puede hacer buen trabajo. Se puede hacer buena ópera. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y buena ópera es lo que vimos ayer por la tarde.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Por esto, nunca dejo de quitarme el sombrero ante ellos, porque esta gran
casa que es la AAOS dispone de grandes profesionales que hacen gala de todo lo
mencionado en el párrafo anterior. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-78751050203287412262018-12-20T19:41:00.001+01:002018-12-20T19:41:50.077+01:00La generosidad del gran Plácido Domingo<br />
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBBE8g_KR9YwQnDjafmxwkYMsd9ouiia_mqlVLtXZTlX-aD5iuTGQ-5K5UmqeWKISZ39Xo9pxGyBNYgYs0CBnW60kz9skEEdkiGtPHN1gxbE-jdCYayDhv7zLHNGwr1I0PLarUUEiAAPgo/s1600/2018-12-20_12.21.37.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBBE8g_KR9YwQnDjafmxwkYMsd9ouiia_mqlVLtXZTlX-aD5iuTGQ-5K5UmqeWKISZ39Xo9pxGyBNYgYs0CBnW60kz9skEEdkiGtPHN1gxbE-jdCYayDhv7zLHNGwr1I0PLarUUEiAAPgo/s320/2018-12-20_12.21.37.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Estaba anunciada de antemano
la presencia de la soprano portoriqueña Ana María Martínez, pero se cayó del
cartel. Ante la perspectiva, y viendo que en lugar de dos cantantes la velada
contaría con cuatro, las posibilidades de que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO</b> cantara muchas piezas eran poco alentadoras para
aquellos que nos habíamos desplazado hasta Valencia.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero, con Plácido Domingo
nunca puedes dar nada por hecho, porque, cuando se trata de sorprender, el
tenor nunca defrauda.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ayer tampoco.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">He de confesar que cuando
abrí el programa de mano y conté 8 intervenciones suyas, la verdad es que salté
de alegría. Y, algo parejo con el repertorio, porque el gran Plácido Domingo no
se limitó a hacer un mero concierto de trámite. No. Para nada. El caso es que
nos encontramos con un repertorio inteligentemente escogido, variado y
sobretodo, difícil y arriesgado, cuando, en un concierto como este, otros se
hubieran limitado a pasar por el escenario, cuatro piezas, hartón de oberturas,
preludios e intermezzi para hastiar al más conformista y transigente y, todo
ello, para finalmente acabar cantando cuatro cosas sencillas y sin importancia.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Por esto el título de esta
crónica se titula, en esta ocasión, como se titula. Plácido fue generoso y
abordó un repertorio comprometedor, y a sus años, hacer esto, y hacerlo bien,
no es fácil.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Iba con entusiasmo, pero
media hora antes de dar comienzo el espectáculo, esa ilusión se había, por lo
menos, quintuplicado.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Por muchos motivos ajenos al
espectáculo, sabía de antemano que sería una noche especial. Y así fue. Pero
quizás no calibré bien la balanza a la hora de hacer tales estimaciones. Ayer
noche, en el Auditori del Palau de les Arts de València, viví una noche realmente
única. Una noche que empezó con un escalofrío simplemente en el momento en que
Plácido Domingo asomó su plateada cabeza en la sala. Y aún no había abierto la
boca.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sentí y presentí que la
conexión con este gran artista sería extrema. Sabía también que sería
inevitable emocionarme hasta lo más profundo de mi ser. Sabía, en definitiva,
que era una de esas veladas en la que el artista y el público están en plena
comunión. Perfectamente conectados y respirando uno y otros al mismo compás.
Sabía que cuando esto sucede la situación va repitiéndose a lo largo de toda la
noche. El frío desapareció ante la calidez de su voz y la emoción llevada al
máximo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Que un artista de su
trayectoria consiga hacer sentir todo esto, con más de 50 años encima de un
escenario y más de 3.900 funciones a sus espaldas, y todo ello contando que
tiene 77 años, es realmente increíble. Pero con Plácido Domingo parece no haber
límites. Único e irrepetible. Una figura de aquellas que sin la cual no podría
entenderse el mundo de la ópera.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Es de quitarse el sombrero. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbqU44QdNVJZwAFlO2_jKJPVmM8rLAIfOnhA6RH3cil204wJ27bFi9Gt5FQ57uLnbtVLApH7ixe1PuOrjB7a227UWKgU0vs0yfov-2JLKtpKfS2TX0TnEJclsvPfdb-1qnNjyfG95bMDML/s1600/20181219_223832.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbqU44QdNVJZwAFlO2_jKJPVmM8rLAIfOnhA6RH3cil204wJ27bFi9Gt5FQ57uLnbtVLApH7ixe1PuOrjB7a227UWKgU0vs0yfov-2JLKtpKfS2TX0TnEJclsvPfdb-1qnNjyfG95bMDML/s320/20181219_223832.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El
programa</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En la velada de ayer, junto
con los cantantes, el maestro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ÓLIVER
DÍAZ</b>, acompañaba la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ORQUESTRA DE LA
COMUNITAT VALENCIANA. </b>La orquesta sonó. Y sonó, además, mucho. Quizás en
demasía en algunos momentos en el que apenas se hacían audibles algunos de los
cantantes. Quizás era problema de la propia acústica de l´Auditori, o de que el
maestro no supo frenar a tiempo la sección de cuerda y metales.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A pesar de ello, su
dirección fue buena, quizás en algún momento, para mi gusto, lenta en demasía,
sobretodo en el brillante y precioso “Intermezzo” de “Manon Lescaut”, para mí
ralentido, o más vivo en el “Paxarín tu que vuelas” que probablemente requiera
otro tipo de discurso, más lento, más pastado. Pero esto son cuestiones de
gusto.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Arrolladora fue la melódica
obertura de “Nabucco” donde ahora sí, cuerda y metal brillaron como nunca, y
con elegancia abordó el preludio de “La Torre del Oro” del maestro Giménez y el
intermedio de “La pícara molinera” de Pablo de Luna.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La velada de ayer contó con
dos partes claramente diferenciadas. La primera, dedicada exclusivamente a la
ópera y en la cual se hizo un viaje que empezó en Francia con la “Andrea Chenier”
y concluyó en España con “Il Trovatore” de Verdi, habiendo hecho escala, no
obstante, en el repertorio francés más inspirado de los sensacionales Bizet y
Gonoud.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La segunda, y mucho más
relajada, se dedicó enteramente a la zarzuela. Ello, sin menospreciar el
capítulo de las propinas, que fue breve, pero directo e incisivo y justo en su
medida.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La noche empezó fuerte con
el difícil “Nemico della patria” que viene siendo uno de los recientes caballos
de batalla de Plácido Domingo, una pieza con mucho discurso y que le permite
muchas posibilidades: reflexión, introspección y un estallido de emoción que
transmite toda la pasión de este gran artista. Si bien el aria es un poco
desigual y en ocasiones rompe la melodía apostando por un fraseo casi más
hablado que cantado, Plácido, se lleva el gato al agua, lógicamente, con su “Un
di m´era di gioia pasar fra gli odi e le vendette” frases que anteceden al
punto más brillante de esta aria “La cosciendza nei cuor ridestar delle genti…”.
Palabras y música que parecen escritas para ser lanzadas por un artista como
él.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Una aria por la que tengo
especial predilección y que arrancó en mí escalofríos, calor y cómo no,
lágrimas. Y solo había hecho que empezar. La noche aguardaba muchos momentos
como ese. Y era consciente de ello.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Junto a Plácido domingo,
pudimos también escuchar la voz de la soprano rusa <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">IRINA LUNGU</b> que empezó por una emotiva aria de uno de los
compositores más queridos del mundo de la ópera. No logró emocionarme su “Donde
lieta uscì” de “La bohème” de Puccini. La voz es atractiva pero Mimì requiere
algo más. Más volumen, más pasión, más sentimiento.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Es curioroso, pero ayer
escuchamos sin palpar la pasión a uno de los compositores más apasionados. De
un frío “Donde lieta uscì” pasamos a un Intermezzo de “Manon Lescaut” que no
acabó de arrancar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De las tres voces que
acompañaron al maestro Domingo, la de Irina Lungo era la más hecha, prueba de
ello es que el concierto fue un toma y daca entre ambos. A su lado, dos
promesas del Centre de Perfeccionament Plácido Domingo: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">VICENT ROMERO </b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CAMILA
TITINGER.</b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y precisamente fue con el tenor
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">VICENT ROMERO </b>con el que Plácido
Domingo volvió a compartir escenario, esta vez para interpretar el afrodisíaco
dueto de “Au fond du temple saint” de “Los pescadores de perlas” de Bizet. Un
tenor que está aún entre fogones y que intentó, con dignidad, dar la réplica a
uno de los más grandes. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su voz no es especialmente
atractiva ni arrebatadora, y la línea de canto puede y debe mejorar, pero
brillar al lado de alguien como Domingo es imperiosamente muy difícil, hito al
alcance de muy pocos. Su luz es cegadora y no evita el deslumbramiento a su
público.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De la isla de Ceilán, nos
trasladamos a la Verona de Shakespeare con el dificilísimo “Quel frisson court
dans mes venes” del “Roméo et Juliette” de Gounod, en esta ocasión, de nuevo en
la voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">IRINA LUNGO</b>. La pieza es
soberbia. Difícil y llena de matices. No obstante, sorteo y bien todas las
coloraturas que rellenan esta fascinante aria. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y de Gonoud a Gounod, y del
Romeo al “Faust”. Con esta ópera hacía su primera incursión en el escenario la
soprano <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CAMILA TITINGER</b> abordando la
bella y complicada “Ah, je ris de me voir si belle”. La voz al igual que el
tenor, también está por hacer, pero el timbre es bello, la línea exquisita y
apunta cosas realmente buenas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y de Faust vamos a las
orillas del río Jordán con una espectacular intervención de la Orquestra de la
Comunitat Valenciana al cargo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">OLÍVER
DÍAZ</b> para acometer la bella Obertura de “Nabucco”, una pieza llena de
fiebre pasional, melodía, tensión y calma. Parece contradictorio, pero todos
los movimientos son incorporados por la magistral pluma de Giuseppe Verdi.
Escuchas este estilo y aún sin saber a qué ópera puede pertenecer sí que
siempre hay algo que te identifica al maestro de Busetto. En ese momento,
buscas la mirada cómplice de tu acompañante y al unísono, como si ambos leyeran
el cerebro de uno y otro, y acabas rindiendo la siguiente frase: “esto es Verdi”.
Fúria y pasión desbocada. Inspiración y melodía. Pulso. Sí, este es Verdi, sin
lugar a dudas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y con Verdi entramos en el
bloque final de la primera parte, primero con una sentida interpretación del
gran Domingo con su “Dio di guida”, muy aplaudida y braveada, aunque no tanto
como su inspirado Gerard; siguió un “È strano… Ah forse lui” de “La traviata”
al cargo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">IRINA LUNGO</b> quien de
nuevo se enfrentó plantando cara a las difíciles coloraturas y a la que un
lejano y no demasiado acertado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">VICENT
ROMERO</b> dando la réplica a la escena más famosa de la cortesana más famosa
del París contemporáneo de Verdi, Violeta Valery, finalizando con un “Pensier” más
pensado que espontáneo – nunca mejor dicho- a juzgar por su breve y casi
irreconocible silencio para abordar el final en forte y no en reposo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero el broche de oro de la
primera parte estaba por venir, ya que para cerrar, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO</b> escogió una pieza para nada fácil porque de
sencillo el dueto entre el Conde de Luna y Leonora, “Udiste?... Mira di acerbe
lagrime… Vivrà!” no tiene nada. Ni tan siquiera, la intención. Este dúo, quizás
a mi gusto, uno de los más bellos de “Il trovatore” de Verdi, es especial para mí
dado que fue mi abuelo – como en tantas otras ocasiones- quien me hizo fijar en
él. Si ayer lo escuchaba desde el cielo, y de ello estoy completamente segura,
es fácil de adivinar que se emocionó y también derramó, lágrimas como yo. De
esto, sin lugar a dudas y valga la redundancia, estoy segura.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sentir toda esta pasión y la
tensión que tiene este dúo es arrebatador, como lo es la voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO.</b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br />
<br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Balance
de la primera parte</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Si me preguntáis el por qué
de este breve separador… Sencillo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Llegados aquí, vamos a poner
las cartas sobre la mesa antes de continuar. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Qué hemos dicho? Pues que
el repertorio fue equilibrado y bien escogido. Sí, hasta aquí creo que todos
podemos estar más o menos de acuerdo. Es cuestión de gusto, y en la variedad,
allí está.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero a donde quiero llegar
es al punto con el que iniciaba este escrito, y que no es ni más ni menos que
la generosidad de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO.</b>
Fijaos: Chénier, Pescadores, Nabucco y Trovador. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Alguna de ellas es fácil
para un artista de… vamos a poner, ¿45 a 50 años? No, para nada.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Y para los de 30 a 35…? ¿Tampoco,
verdad? Podríamos decir que la voz aún está en fase de construcción para
enfrentarse a piezas tan brutales.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Y para Plácido Domingo? Cuenta
77.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Tampoco lo es, quizás menos
que para todos los anteriores. Por esto decía que su generosidad no tiene
precio. Que alguien como él ofrezca tanto es de lo mejor que podemos tener en
el mundo de la ópera. Y tenemos que agradecérselo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Zarzuela
al poder</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y de nuevo apareció <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DOMINGO </b>al inicio de la segunda parte
con una de las más bellas romanzas escritas por el maestro Guerrero, “Mi aldea”
de “Los gavilanes”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Plácido conserva aún,
intactos, en centro ese color chocolate con leche que tanto me gusta y su gran
saber cantar. Medias voces, matices y fraseo nítido que hacen estremecer. Y así
fue, ya que en el caldeado ambiente de l´Auditori, volvieron a mí de nuevo los
escalofríos, porque ya no se puede disfrutar más con una voz y con un artista. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Lástima que, el escenario
fuera tan pequeño y la mayoría de las piezas los cantantes las interpretaron al
lado izquierdo. Ello suponía que según su posición y el vaivén del director no
pudieras apreciarlos siempre.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Plácido, ducho y curtido en
esta clase de detalles, iba alternando lado izquierdo y lado derecho. Ahora
aquí ahora allá. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El preludio de “La Torre del
Oro” en la interpretación de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ORQUESTRA
DE LA COMUNITAT VALENCIANA</b> con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ÓLIVER
DÍAZ</b> al frente dio paso al sensacional dueto de “La del manojo de rosas”
con las voces de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CAMILA TITINGER</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO.</b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Me alegro que haya
incorporado esta inspirada pieza rellena de casticismo que retrata el Madrid de
los años 30, sus gentes, sus ambientes y sus clases. Es un dueto de aquellos en
que el cantante se te lleva y te hace levantar de la silla. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Tiene de todo. Diálogo,
intercambio de piropos, y música pegadiza y llevadera. Un momento en el que
solo tienes que dejarte subyugar por la voz, y simplemente, disfrutarlo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“De España vengo” de la
zarzuela “El niño judío” de Pablo de Luna fue la primera intervención de la
segunda parte para la rusa <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">IRINA LUNGO</b>,
con un español perfecto, con coloraturas impecables en un fragmento
archiconocido, a la par que muy querido, y que defendió con mucha inteligencia
y una puesta en escena con uso de un chal simulando un mantón que resultó ser
fina, discreta, pero efectiva.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Tiempos
modernos, letras actuales</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y para aquellos que pensaron
que Plácido se había equivocado de letra porque ya está mayor e interpone una
por otra a su antojo improvisando “quereres” en lugar de “mujeres”... Para
todos aquellos que pusieron un grito al cielo… Plácido, otra vez <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO, </b><span style="margin: 0px;"> </span>único e inigualable se dirigió al público
saliendo con una buena arenga, justificada, pensada, reflexionada.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“No, Plácido no se ha
equivocado” – dijo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Acababa de cantar junto al
tenor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">VICENT ROMERO</b> el dueto de “Marina”
de Arrieta “Se fue, se fue la ingrata”. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En los tiempos que corren, todos
estamos sensibilizados con las reiteradas ofensas machistas para con las
mujeres, y Plácido decidió en su momento poner un freno a una letra que,
escrita en tiempos ya inmemoriales, reza así “No más no más mujeres, que
iguales todas son”…</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Cómo que las mujeres son
todas iguales? </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Plácido dejó bien claro que
sus palabras iban especialmente dirigidas para todas las mujeres que llenábamos
la sala. Y no éramos pocas. “No todas las mujeres son iguales. Por eso, decidí
un día sustituir la letra adoptando quereres por mujeres. Los quereres pueden
ser iguales, las mujeres jamás”. Esto es lo que vino a decirnos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Como también matizó un
detalle significativo de la comedia musical “My fair lady” explicando que en la
obra original Eliza Dolittle al final se queda con el profesor Higgins, y
después de hacerle durante toda la obra la vida imposible, le trae las zapatillas
para que se ponga cómodo. En la versión renovada, Eliza imprime su carácter, y
de traerle las zapatillas, nada de nada. Mejor se las tira a la cabeza. Ella
también tiene su dignidad de mujer.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Bravo. Bravísimo Plácido.
Gran artista y caballero.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y como colofón final de la
noche, el “Intermezzo” de “La pícara molinera” dio paso a una de las más bellas
arias escritas para tenor: “Paxarín tu que vuelas” del maestro Luna, de la
misma obra. La voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">VICENT ROMERO</b>
no lució en una interpretación demasiado rápida que, a mi gusto, requiere más
calma que brío, dejando lugar para que la orquesta te envuelva con la música
que acompaña a esta pieza, que es de una belleza realmente espectacular y que
en la que la voz debe secundar toda la pasión y sufrimiento de un hombre
enamorado, a la vez que doliente.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">PLÁCIDO
DOMINGO</span></b><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> cerró con una sentida “Maravilla” del maestro Torroba y
que en sus conciertos, nunca falla. La voz, claramente baritonal tintada de
tenor, te envuelve y apasiona con su “Amor, vida de mi vida”, y que, junto con
el “No puede ser” de “La tabernera del puerto”, es una de sus romanzas
talismán.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Llegados aquí, todos
sabíamos que aquello no había acabado. Continuaba aún sintiendo escalofríos a
cada una de las notas que salían de los labios del Maestro. Indescriptible.
Solamente se puede entender si se vive. Si se vive con pasión. Sino, más vale
dejarlo. Y pasión es algo que ni a Plácido Domingo, ni a mí, nos falta.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Lippen schweigen” de “La
viuda alegre” fue la primera de las dos propinas de la noche. En esta ocasión,
el dueto lo interpretó con la rusa <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">IRINA
LUNGU. </b>Medio escenificado y con cuatro puntos de un vals lento, cauto y
prudente dio paso a una extraordinaria romanza que en la voz del más grande
luce y brilla como en ninguna “Ya mis horas felices” de “La del soto del parral”
de Soutullo y Vert. Y de nuevo, emoción en mis ojos y escalofríos en mi cuerpo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ronda de aplausos. Vítores.
Bravos. Y gente de pie inmortalizando el momento con el móvil. Un foto, un
recuerdo, una ilusión para que aquella noche fuera inolvidable y no efímera.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y
sucedió así</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Había presentido bien ya
desde el principio, desde el mismo momento en que entró en el escenario. Sí, la
de ayer tenía que ser una noche especial. Diferente. Y lo fue. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Diferente porque una
actuación de Plácido Domingo nunca es igual. Siempre aporta. Siempre sorprende
y siempre ilusiona. Pero ayer mucho más, y por un motivo personal. Ayer era la
primera vez que mi hermano veía y escuchaba en directo la voz que me cautivó
cuando era aún una niña.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Estaba feliz y contenta por
compartir con él semejante momento. Para que pudiera vivir como vivo un momento
así. Para que pudiera sentir como siento un momento así. Para que pudiera
entender, y en primera persona, el por qué Plácido Domingo aporta tanto a mi
vida. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Poder mostrarle todo esto me
hacía mucha ilusión a la par que feliz. Quizás mi hermano ya no tenga muchas
otras ocasiones para hacerlo, pues Plácido Domingo tiene la friolera de 77
años, y no son pocos, pero, asistir a un concierto suyo, ni que sea una vez en
la vida, es una de esas cosas que todo el mundo debería experimentar, y
sobretodo disfrutar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Gracias Maestro por
brindarle esa oportunidad a mi hermano. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Gràcies Joan, per ser-hi!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-20105763560835615222018-11-19T17:41:00.001+01:002018-11-19T17:41:29.144+01:00Una del oeste
<br />
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuAhl5Up3VR6yvfm1gZ5KaOvxJDRqFdIKXOd7J-W67XN5nIuIgDUlIVN_DNOsXp642HH-tHbMv-pOBIRkBY6qLML13XdfHtMzldnPSJf6jHK8Oq0WWcNvJaNojIjLNrfme8RtzJqmPjV6v/s1600/pjimage-1-6-1170x780.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="780" data-original-width="1170" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuAhl5Up3VR6yvfm1gZ5KaOvxJDRqFdIKXOd7J-W67XN5nIuIgDUlIVN_DNOsXp642HH-tHbMv-pOBIRkBY6qLML13XdfHtMzldnPSJf6jHK8Oq0WWcNvJaNojIjLNrfme8RtzJqmPjV6v/s320/pjimage-1-6-1170x780.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></b></div>
<br />
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cuando se trata de beber un buen cóctel,
es imprescindible que todos los ingredientes sean los adecuados para que,
cuando nos acercamos la bebida a la boca, disfrutemos de esa mezcla hecha a
base de licores varios y sacudida con la máxima profesionalidad.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cuando vas a un teatro a ver una ópera,
y los intérpretes, músicos, director y escena están bien escogidos y en su
papel cada uno, la sensación es que el cóctel funciona.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Que funciona y bien, tal y como ha
sucedido en “La fanciulla del west” que se representó en el Metropolitan a
principios de mes.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Será quizás porque nos atraen esta
clase de óperas salpicadas de exotismo y alejadas de los palacios, de las
brumas nocturnas, de los cementerios o del renacimiento y mitología clásica.
Será quizás porque por afinidad con el cine nos gusta ver en un teatro lo que
hemos visto en la tele, pero también por la originalidad de trasladar la obra al
“far west”, y esto nos seduce, nos interesa y nos hace disfrutar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“La fanciulla del west” no será quizás
la obra más bella, musicalmente hablando, que salió de la pluma de Giacomo
Puccini, aunque tiene momentos inspiradísimos. Es una obra muy difícil y
alejada de tan acertadas melodías como “La bohème”, “Tosca” o “Manon Lescaut”,
sin embargo, en ella, Puccini volcó todo el exotismo de una época que no
conoció, lo que la hace aún mucho más meritoria por conseguir el efecto de
recrear una California lejana dominada por la fiebre del oro.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Lo
antiguo funciona</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La puesta en escena de esta “Fanciulla”
no es para nada desconocida para el público neoyorquino, ni tampoco para
aquellos que, en su momento, adquirimos la grabación en vídeo, cuando aún había
el pleno auge de las cintas en VHS.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">GIAN
CARLO DEL MÓNACO</span></b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> siempre, o casi siempre propone
escenografías como Dios manda. Clásicas, bonitas, de las que no molestan y de
las que ayudan a explicar la historia. Simplemente es un siervo del argumento,
y eso lo valoro y lo agradezco. No es de los que dicen “ahora quiero explicar….
Eso quiere decir… Yo interpreto que….”</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No, no, no. La ópera ya nos explica. La
ópera, por si sola, ya nos dice y ya somos capaces de interpretarla y
entenderla. Gracias Sr. Director de escena por su buena voluntad, pero, ya me
sé el argumento, por favor, no lo tergiverse.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y Del Monano no lo hace. La puesta es
antigua, está fechada en los inicios de los años 90. No es cartón piedra, los
decorados y la escena son completamente corpóreos. Los cantantes tienen que
cantar e interpretar, y lo hacen. El bar “La polka” es un verdadero
establecimiento del oeste, la cabaña de Minnie, de ensueño, y, la escena final
cerca de la mina y con la horca cerca es de matrícula de honor.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No se le escapa ni un detalle. Los
letreros de “Se busca”, la nieve en el segundo acto, los montes nevados, la
piel de oso, el ajuar de la casa de Minnie… todo funciona a la perfección, y de
entrada ya consigue el efecto deseado: el público se mete de lleno en ella. Se
traslada al oeste. Se huele el hedor a sudado en el bar de Minnie, se adivina
el hálito a whisky de los mineros, el incipiente olor a pólvora de las
pistolas, el aroma del pastel a la crema que Minnie le ofrece a Jonhson… En
fin, tiene todo lo indispensable para hacerte creer que tu también formas parte
de la historia.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El maestro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MARCO ARMILIATO</b> saca a relucir lo mejor de sí mismo y también de la
orquesta del Metropolitan. Un pulso intenso con un “tempo” ágil pero justo, que
acompaña en segundo plano a los intérpretes, pero sin perder protagonismo. Sabe
cuidar de las voces y mantiene siempre el volumen a raya para que sean los
cantantes los triunfadores de la noche. Pero cuando se da todo este cúmulo de
circunstancias es precisamente porque el director, al fin y al cabo, también
acaba siendo uno de los principales protagonistas, y no secundario, aunque el
efecto sonoro y óptico en un primer momento nos pueda engañar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibQanQq9T0shAXFOf4TjVmDIzfHLSJ8xbz1dVeKVrHJqncxybYL8pVzT1Z9pftgBq2AHpGQGMcocjU55xPtnJKPG_z24DnRNUssTRAD9VTZvjGG7M6NQgyI0WPPFiKLNZqfKPcvoakTP0Q/s1600/fan0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="573" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibQanQq9T0shAXFOf4TjVmDIzfHLSJ8xbz1dVeKVrHJqncxybYL8pVzT1Z9pftgBq2AHpGQGMcocjU55xPtnJKPG_z24DnRNUssTRAD9VTZvjGG7M6NQgyI0WPPFiKLNZqfKPcvoakTP0Q/s320/fan0.jpg" width="238" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></b></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Minnie,
che dolce nome</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Quizás así se lo debiera parecer al
bueno de Puccini. Minnie, un nombre dulce, quizás no sea el más bonito o
inspirado de todo el repertorio operístico y en concreto, del abanico
pucciniano, pero, es el que es.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Minnie, una mujer sola entre una
multitud de hombres que, con su dulzura y bondad, sabe mantenerlos a raya.
Quiere y es querida. Ayuda y es ayudada. Respeta, y es respetada.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No es un personaje de ensueño, y aun
siendo la protagonista de esta ópera, papá Puccini tan solo le escribe una
única aria en toda la ópera: “Laggiù nel Soletà…”, una aria que ya no sigue la
estructura de tal, sino que está incrustada en medio de un pseudo-dueto con
Rance.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">EVA-MARIA
WESTBROEK</span></b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> es la voz que puso cuerpo y alma a esta Minnie neoyorquina.
Partiendo de la base de que este role es dificilísimo y con una tesitura muy
alta, demasiado, al extremo diría yo, Eva-Maria sabe imprimir carácter a esta heroína
del lejano oeste. Es dulce y bondadosa con los mineros, comedida con Rance.
Enamorada con Jonhson.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La voz es adecuada para este tremendo
role en el que es muy difícil, por la altura de las notas que le toca cantar,
que a veces no te dé la sensación de que está rozando el grito. Un grito que no
es tal, pero, que lo parece. Eva no lo grita y llega perfectamente y sin
dificultad a cada uno de los tremebundos agudos que rellenan esta complicada
parte. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su Minnie es creíble desde que entra ya
en escena en el primer acto escopeta en mano. Sus ojos brillan cuando dialoga
con Jonhson y se apagan cuando se le acerca Rance. Su voz combina perfectamente
con ambos personajes. Es una Minnie segura y con aplomo. Ideal e impecable.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJGi2FP_HOUUj4b1kiW0iZeAERHSczgDVuSVFNIxrrsZtwZUwePvZkCQINvbvzy-fz3vXa3xjmpaFNQ8QQiGx2yRi4MqeUFNM_fEQ8sPyRQnohuU_YZPIn2UVis1ykR-nCpT3gfL70C_Sz/s1600/Kaufmann_Fanciulla_JonathanTichlerMetOpera.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="678" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJGi2FP_HOUUj4b1kiW0iZeAERHSczgDVuSVFNIxrrsZtwZUwePvZkCQINvbvzy-fz3vXa3xjmpaFNQ8QQiGx2yRi4MqeUFNM_fEQ8sPyRQnohuU_YZPIn2UVis1ykR-nCpT3gfL70C_Sz/s320/Kaufmann_Fanciulla_JonathanTichlerMetOpera.jpg" width="226" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Como impecable que lo fue también el
Dick Jonhson de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JONAS KAUFMANN</b> en su
segunda producción como bandido en “La fanciulla del west”. El personaje ha
madurado y está mejor encajado que en la versión vienesa de hace unos cuantos
años.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su visión del bandido es plana y sin
evolución. Siempre con el rostro sombrío, preocupado. Sin apenas ninguna mirada
dulce a Minnie que indique que la chicha le gusta, que la está cortejando, que
es un hombre ducho en esta materia<span style="margin: 0px;"> </span>y que
se interesa por ella. Nada. Nada de esto adivinas en la interpretación escénica
de Kaufmann aunque sí que consigue que veas al personaje y no al hombre en toda
la obra a excepción de la escena de baile en el primer acto. Allí saca al
Kaufmann payasete, y chafa un vals en lugar de darle la elegancia que este
baile – rey de los bailes – merece. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Jonas, acabas de conocer a Minnie, sé
un poco más dulce, más fino, más elegante. Y si no lo eres, por favor, fíngelo.
Te lo vamos a agradecer.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A nivel vocal su Jonhson es impecable
como decía. Todas las notas bien colocadas. Agudos lacerantes, seguros,
desafiantes. Eso sí, da lo que puede dar, no más. Su canto es comedido,
cerebral, para nada pasional. Le falta aquello que le falta siempre en todas
sus interpretaciones: dulzura, sangre, pasión. Eso no lo puede dar,
sencillamente porque no lo tiene.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Quizás debería haber trabajado más su
personaje a nivel escénico-interpretativo, pero, es lo que hay: el abundante y
estigmatizante temple germánico.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Estupendo en sus dos arias “Or son sei
mesi” en el segundo acto y en su “Ch´ella mi creda” en el tercero. Por
condiciones, por voz y por adecuación hace que en el panorama operístico
internacional se quede solo para afrontar estos roles tan difíciles y
seductores a la vez.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Solamente apostillar que, en el tercer
acto, el dueto final “Addio mia dolce terra, addio mia California” se vio
abrumado por el bestial volumen de Eva Maria cual río que se desborda después
de una intensa y copiosa lluvia y llega al mar. No se escuchó su voz.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK3bFsAXHtkLfM6aHI26Ew7WDb0e4uZXo7vhP7JsV6yo-Jws5b7R4zw-96uKygzWSlQsvgFuReFZUPOudhRVwcBmeGOimLA7fppccVph-jg9tWeOFpYZmLF1thVOrIJoYLMk824jgs1Fqn/s1600/287C3F11A-9763-5928-0B6BC15C3CE73DF2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="222" data-original-width="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjK3bFsAXHtkLfM6aHI26Ew7WDb0e4uZXo7vhP7JsV6yo-Jws5b7R4zw-96uKygzWSlQsvgFuReFZUPOudhRVwcBmeGOimLA7fppccVph-jg9tWeOFpYZmLF1thVOrIJoYLMk824jgs1Fqn/s1600/287C3F11A-9763-5928-0B6BC15C3CE73DF2.jpg" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">ZELIKO
LUCIC</span></b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> fue quien puso voz al malvado sheriff Jack Rance. Quizás su
voz no sea precisamente bonita ni elegante, pero, para el papel sirve y de
sobras. Estático y poco trabajo a nivel de escena no supo dotar al personaje la
maldad que otros sheriffos saben darle. Y eso se traduce en que al público el
personaje no se le hace desagradable, y este punto, es precisamente crucial
para ofrecer un buen Rance. Pasa desapercibido en el primer acto y en el
segundo durante la partida de cartas en la que Minnie y el mismo, se juegan la
vida de Jonhson.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixAn8nwEvxjP1iiTbLVs8t0C7vJ9QH2CrGd3Rxi5RXz-7qcGTUnU6OkXupWBJuctvdgs21G_otbjvv1uKm7pvFMInwz-1skp6NqfJPaHIj5Zz406dhOfhvzJ4ynxRiLTXgh69CERKvdun9/s1600/Met-Live-Opera-La-Fanciulla-del-West.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="548" data-original-width="800" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixAn8nwEvxjP1iiTbLVs8t0C7vJ9QH2CrGd3Rxi5RXz-7qcGTUnU6OkXupWBJuctvdgs21G_otbjvv1uKm7pvFMInwz-1skp6NqfJPaHIj5Zz406dhOfhvzJ4ynxRiLTXgh69CERKvdun9/s320/Met-Live-Opera-La-Fanciulla-del-West.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Mágico</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Si. Mágico. Una buena velada de música
que hizo que, durante más de dos horas, y a pesar de los pequeños puntos
negativos o a mejorar pudiera meterme dentro de la ópera, con su música, con
sus personajes. Olía el perfume del frío que azotaba la cabaña de Minnie y los
cigarros-puros que fumaban los mineros. Sentí el compás del vals y la pasión de
la música de un Puccini semi-inspirado y a ratos. Toqué la barra pegajosa de la
Polka y mi boca se hizo agua con el pastel a la crema y una taza de café. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Retrocedí en el tiempo. Desconecté.
Estoy en el oeste. La arena de los caminos entró en mis botas, y justo paré
delante de la Polka. Yo también soy extranjera, al igual que Jonhson, y también
me apetece un whisky con agua.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> </span></div>
Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-82303946176265576592018-10-28T17:44:00.000+01:002018-10-28T17:44:27.921+01:00Sansón y Dalila en el MET: un estallido de luz y color
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWByA3yFiM-gpsIhjOj2N3f0MLLqZIskbPhPf-QsiFxcYCorfZo4ORUnolg77IelCqg7R50KMdNIKQnmiKLdSxVAVmxLaj2Ycw_2U5vbvlFSBcsNpL5iFAAMWjCauwXpzgEEFVZB8vKqMM/s1600/MetOpera-SansonDalila-850x564.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="564" data-original-width="850" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWByA3yFiM-gpsIhjOj2N3f0MLLqZIskbPhPf-QsiFxcYCorfZo4ORUnolg77IelCqg7R50KMdNIKQnmiKLdSxVAVmxLaj2Ycw_2U5vbvlFSBcsNpL5iFAAMWjCauwXpzgEEFVZB8vKqMM/s320/MetOpera-SansonDalila-850x564.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: x-small;"></span></u></b><br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Sansón y Dalila” es sin
lugar a dudas una de las óperas más grandes del repertorio francés. Una magna
obra donde lo bíblico y lo místico se mezclan con lo carnal y terrenal. Es una
de aquellas óperas en las que, una vez más, se muestran las debilidades de los
seres humanos. Somos débiles con nuestros deseos carnales. Y débiles somos para
con nuestras aspiraciones económicas y de poder. No hay prejuicios, ni para
unos ni para otros.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Hombre y mujer sucumben ante
sus pasiones. Incluso ante aquellas que llevan más ocultas dentro de sus
corazones. El héroe vencido por el deseo. La heroína, por la riqueza y por la
venganza.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Quién pierde más? ¿Quién
gana más?</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pues ni uno ni otro. Nadie
gana. Nadie pierde. Somos esclavos de nuestros cuerpos y deseos. Todos. De una
manera u otra y con distintas manifestaciones en nuestras voluntades. Pero lo
cierto es que, si algo quieres, algo te cuesta. Y para alcanzarlo tienes que
tener claro que, por el camino a alguna cosa u otra, tendrás que renunciar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Religión, deseo, poder,
ambición y traición son algunos de los elementos que se respiran en “Sansón y
Dalila” de Camille Saint-Saëns.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Con un argumento como este,
el de “Sansón y Dalila”, de sobras conocido es como arrancó la presente
temporada en el Metropolitan Opera House de Nueva York, a finales de
septiembre, y que justo hace una semana, la misma obra fue retransmitida a
través de las más importantes pantallas de las salas de cine de medio mundo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSAxMM-RofDAUx7OBSjpknDiGbMujAcB37VEE3MnGXPMvizwYxeyfsEcWoaslznf88k6XpNmg8leFgAoVsLq1iNlJE2pi75JPTEtXjd2FzZdkRyIYk44VYekdpGNMeYswtjrcLvm5jitZh/s1600/2MOUE3GAI4I6REAFKECOSYLMEE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="326" data-original-width="480" height="217" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSAxMM-RofDAUx7OBSjpknDiGbMujAcB37VEE3MnGXPMvizwYxeyfsEcWoaslznf88k6XpNmg8leFgAoVsLq1iNlJE2pi75JPTEtXjd2FzZdkRyIYk44VYekdpGNMeYswtjrcLvm5jitZh/s320/2MOUE3GAI4I6REAFKECOSYLMEE.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un
toque de fantasía</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A pesar de que todos podemos
tener una idea preconcebida de lo que debe ser el envoltorio de una obra como “Sansón
y Dalila”, siempre he pensado que es una de esas óperas en la cuales el
director de escena puede dejar volar la imaginación. La puede salpicar de un
toque fantástico, colorido y atrevido, incluso. Con estos elementos, bien
trabajados, se consigue el efecto deseado: sacar “Sansón y Dalila” de un
decorado cartón-piedra, y, sin que se pierda un ápice de concordancia con el
argumento original, ser capaz de presentar al público algo atrevido, vistoso, con
tintes modernos, pero a la vez clásico, culminándolo con un vestuario de época.
Transgredir la escena sin traicionarla. Apostar por lo nuevo sin dejar atrás la
tradición. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Esto es lo que logra la
nueva producción para el MET de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DARKO
TRESNJACK</b>. La escenografía de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ALEXANDER
DODGE</b> es vistosa, casi minimalista, pero que recrea a la perfección el
ambiente. El decorado está relleno de infinitas celosías, que le dan un
ambiente intimidad, desde los fríos compases del lamento del pueblo hebreo,
pasando por el estallido rosa de la llegada de la primavera para acercarse a la
luz lunar del Valle de Sorek y al rojo pasión del tercer acto, primero en la
bacanal y finalmente en el momento del derrumbe del templo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Todo ello está complementado
con un genial juego de luces de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DONAR
HOLDER</b> que sabe ambientar perfectamente como el pueblo hebreo exaltado por
la fe de Sansón ve la luz de la victoria ante los filisteos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Del gris opaco con el que se
inicia la obra, la escena acaba culminando en un blanco cálido que vuelve a
teñirse de color oscuro durante el rezo hebreo y que se convierte en un rosa
casi fucsia cuando Dalila irrumpe en escena. Uno de los momentos visuales, sin
duda alguna, mejor logrados de la obra.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En el segundo acto, las
celosías cobran color azul y rosa y dan el ambiente relajado del Valle de Sorek
donde Dalila aguarda la llegada de Sansón. Éste, vencido por los deseos humanos
más íntimos y posteriormente despojado de su cabellera y de sus ojos, da paso a
la oscuridad de la celda en la que Sansón gira sin descanso la rueda de un
viejo molino mientras es burlado por su propio pueblo y por los filisteos.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrQmRtTmo_NjFxtoDDpTyynlPpCR59ghTewIK8HRBhthewl7ASdjcOApQLExXGzek3bE2l5vDGODo9yLLVw14Ni_AiyLo5P6pIIk-uzdOO4pC_EqSh05v37irVWawJyNUZpVDRmerPeymi/s1600/90754-s-d-8044a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="510" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrQmRtTmo_NjFxtoDDpTyynlPpCR59ghTewIK8HRBhthewl7ASdjcOApQLExXGzek3bE2l5vDGODo9yLLVw14Ni_AiyLo5P6pIIk-uzdOO4pC_EqSh05v37irVWawJyNUZpVDRmerPeymi/s320/90754-s-d-8044a.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y, quizás uno de los
secretos mejor guardados de cuando se representa esta ópera es cómo va a
resolverse el derrumbamiento del templo. En esta ocasión domina la escena una
figura humana enorme que quiere representar al dios Dagon y que está revestida
una vez más de las innumerables celosías metálicas. Una imagen ya de por si
fraccionada que en un principio piensas que serán las dos columnas sobre las
cuales se apoya el templo filisteo. Pero no. No es así. Cuando Sansón recupera
la fuerza divina de su Dios, una vez más, tal y como ocurriera con la
producción que se hizo en Viena, es el fuego divino, el fuego de Dios, quien
culmina este pasaje bíblico que te ha tenido atrapado durante dos horas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Tiene un efecto espectacular,
pero ya raído. </span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimT9QMHJjWxvLPnVIZyf3RF7Gok6r079wWarjmqOrEQtHsFlrq4Pe7Rq9ni_QcCUBn7m_qXBit7eVMv8pVq6pPQiFsQkdKmnRzJa9A3AyPfgRDc6l3j5Q_5YqynvdSUJDQzoyotcweX3bN/s1600/90748-s-d-2916a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="510" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimT9QMHJjWxvLPnVIZyf3RF7Gok6r079wWarjmqOrEQtHsFlrq4Pe7Rq9ni_QcCUBn7m_qXBit7eVMv8pVq6pPQiFsQkdKmnRzJa9A3AyPfgRDc6l3j5Q_5YqynvdSUJDQzoyotcweX3bN/s320/90748-s-d-2916a.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y finalmente, contrasta con
toda esta innovación escenográfica, un vestuario clásico y elegante. Los
figurines como sacados de la película que en 1949 rodó Cecil B. de Mille
desfilaron por el escenario fantástico e imaginativo. Grandes y brillantes
pedruscos adornan tanto a Dalila como a las filisteas. Y, lógicamente, para los
que somos amantes de lo clásico, una producción como esta, la disfrutas ya
antes de verla solamente viendo las fotografías.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Es posible que entre lo
clásico y lo moderno, o quizás debería decir, con lo que resulta ser un poco
transgresor, es difícil encontrar un equilibrio. A algunos les parecerá
horroroso, poco adecuado. Para otros, entre los cuales me incluyo, me pareció
maravilloso. Un gran espectáculo visual, de colores encendidos, brillantes y
chillones, pero también una tarde de buena música y de disfrute de voces.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Otros
tiempos</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Aunque musicalmente
impecable la dirección del maestro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MARK
ELDER</b>, a mí me pareció excesivamente ralentizada. Quizás es lo idóneo en el
lamento inicial del pueblo hebreo sumiso en las tinieblas del miedo y
descorazonados por la inalcanzable liberación prometida por su Dios. Un tempo
que, también le va en la escena del rezo, y probablemente también durante la
seducción que Dalila ejerce sobre Sansón con su “Mon coeur s´ouvre a ta voix”.
Y de forma obvia, en el arrastrado “Vois ma misère helás” de un Sansón que,
indefenso y cegado, sigue dando vueltas al molino sin cesar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero… para nada favorece
esta excesiva lentitud en los momentos más heroicos, como pueden ser la entrada
de Sansón y su “Arretez, o mes frères”, la posterior exaltación del líder de
los hebreos y su pueblo plantando cara a los filisteos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Destacar, a pesar de ello,
el excelente sonido que sabe sacar a la orquesta del Metropolitan, con una
sección de las cuerdas realmente inspiradísima, con lo que, el resultado global
que obtiene, lógicamente es satisfactorio.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></b></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sansón
y Dalila</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">ROBERTO
ALAGNA</span></b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> hacía hace unos días una afirmación entre las bambalinas
del MET similar a esta cuando era interrogado acerca de la química que surgía
entre la mezzo letona <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ELINA GARANCA </b><span style="margin: 0px;"> </span>y él mismo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Roberto decía que, la
química es algo que se tiene o no se tiene desde un principio. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y estoy de acuerdo. Aunque los
cantantes no deben olvidar que son artistas. Que, en cierto modo son como una
especie de magos y que juegan con la ilusión de la gente. Un buen cantante tiene
las notas. Un artista tiene, además de las notas, un sentido de la actuación
innata. Ser un gran artista implica que, además de las notas y el profundo
instinto de la actuación teatral, seas capaz de dar vida al personaje, de
hacerlo creíble, de que el público vea el personaje y no al cantante, y que,
además, lo hagas de la forma más real posible.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No es creíble que dos
enamorados, o dos personajes que se dejan llevar por la pasión que marca sus respectivos
roles no se miren a la cara y no interactúen. Señores, si es así, o si tiene
que ser así en según qué parejas, apuesto por quedarme en casa, me pongo el cd,
me concentro en las voces y en el libreto, y no acudo a lo visual.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La ópera es un espectáculo
total: música, interpretación, y teatro. Es pura magia cuando todo funciona
encima del escenario.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAmG3UomSJb-ZHzog-9eOroJNe266GlUJggraHvK084WS4rm28GPFnYouvK0O8yyqWQwfRzwYEBv-n0YNyx-tIOIR9aQKgxEJ59ZCAmDbi4TMiwLEmwNdtyeZApck_gf1tAyO-wl84SGeV/s1600/hhhhh.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="183" data-original-width="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAmG3UomSJb-ZHzog-9eOroJNe266GlUJggraHvK084WS4rm28GPFnYouvK0O8yyqWQwfRzwYEBv-n0YNyx-tIOIR9aQKgxEJ59ZCAmDbi4TMiwLEmwNdtyeZApck_gf1tAyO-wl84SGeV/s1600/hhhhh.png" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Repetían en Nueva York como
pareja <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ELINA GARANCA </b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ROBERTO ALAGNA.</b> Antes, ya se habían
cruzado en Viena hace unos meses con la misma ópera y una producción para
olvidar. Y para olvidar también era sin duda la poca química que hubo entre
ambos. Una Garanca muy fría ante un Sanson que intentaba encenderse sin llegar
a conseguirlo. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero, en esta ocasión, y con
la retransmisión a todo el mundo, la cosa mejoró bastante. Arrumacos y
arrumacos, más fingidos que veraces, pero que, al fin y al cabo, lograban el
efecto de deshielo entre ambos intérpretes. Sí que en alguna ocasión la Garanca
estaba más concentrada mirando al director que no a Roberto que lo tenía al
lado y abrazándola. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Abro paréntesis.
Francamente, no puedo entender que Elina Garanca haga esto. Pues tener al lado
a Roberto Alagna, no es moco de pavo presciamente. Por experiencia personal, lo
digo. Cierro paréntesis.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrmDYoYKKChJ_vTelat8Qa-ikZYPe-JpSyB7XXhXkiSHpcd6lziwPf7w3u9PYKfdRX-obLjVWmwNiBE0jB40_ydsq_x8KuKmivf5b4F1_FNSeZB83teaa6wcl5VnpfC7vAD2aeTb2-7bjr/s1600/90746-s-d-1070a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="510" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrmDYoYKKChJ_vTelat8Qa-ikZYPe-JpSyB7XXhXkiSHpcd6lziwPf7w3u9PYKfdRX-obLjVWmwNiBE0jB40_ydsq_x8KuKmivf5b4F1_FNSeZB83teaa6wcl5VnpfC7vAD2aeTb2-7bjr/s320/90746-s-d-1070a.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">GARANCA</b> quizás faltada de algún que
otro grave en momentos puntuales, fluye bien por el escenario neoyorquino. Su
discurso es elegante y seductor y su presencia escénica, arrebatadora.
Físicamente da en la diana como Dalila. Pero, a pesar de todo, su canto es
frío. Más cerebral que pasional. Y esto se traduce en una inadecuada entidad
dramática para hacer creíble a Dalila. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cierto es que la imagen
imponente de la diva letona puede emborronar al oyente deslumbrándolo con su
presencia escénica y llevarle a hacer un juicio de valor sobre su actuación que
sería completamente injusto.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTW0DGz4vxsuPdLgzRoptBYsgvJZecqvUp0_JVqCHzUhbZKXqu_mtb5t0myJf5j9LvUdETkuTQhnGQSubhIhLQRjflpwpko0XLKJVbZdEWldJdyrVYLWBWUNfS_DNh3erZoQrLLMJtvJeW/s1600/Dn4loQXUUAEPVzZ.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1200" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTW0DGz4vxsuPdLgzRoptBYsgvJZecqvUp0_JVqCHzUhbZKXqu_mtb5t0myJf5j9LvUdETkuTQhnGQSubhIhLQRjflpwpko0XLKJVbZdEWldJdyrVYLWBWUNfS_DNh3erZoQrLLMJtvJeW/s320/Dn4loQXUUAEPVzZ.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Escuchar al gran <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ROBERTO ALAGNA</b> cantar en francés, es un
placer. Sublime. Roberto se entrega en cada palabra, en cada frase, en cada
aria, en cada acto. Durante toda la ópera. Es un artista completo con una
belleza de voz extraordinaria y un fraseo muy bien cuidado, y más, cuando canta
lógicamente en su lengua natal, el francés.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Alagna tiene 55 años y sigue
sobreviviendo en el mundo de la ópera. Es una de las últimas grandes voces de
la lírica, y por tanto, una auténtica proeza que alguien como él, cuyo
repertorio es más lírico que spinto, más romántico que heroico, pueda
ofrecernos una representación de este complicado personaje como es Sansón, con
una voz sana.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sí que con el tiempo la voz
de Alagna haya perdido en la zona más alta un tanto de brillo, pero, la
belleza, el fraseo y la elegancia continúan intactas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Retomo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Decía que es una hazaña que
una voz como la suya que en los últimos años ha flirteado con una clase de
repertorio totalmente adecuado a sus posibilidades vocales (Trovatore, Otello,
Turandot…) nos brinde tan excelente función.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Todos sabemos de entrada de
que Alagna no es Sanson. Quizás no lo sea nunca. Falta un canto más heroico y un
poco más de robustez en los pasajes centrales. Y a pesar de que sigue
conservando una buena zona aguda, los pasajes más comprometidos como “Dalila,
Dalila, je t´aime” en el segundo acto y en su “En les écrasant en ce lieu!” en
el tercero, la voz roza la rascada. Sin duda, no se siente cómodo allí y es
donde la voz pone en evidencia las carencias que tiene para abordar un role
como el de Sanson.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A pesar de ello, Alagna
siempre acaba compensando y enamorando. No hay duda alguna de que estamos ante
una de las mejores y más bellas voces de tenor. Pero, en otra clase de
repertorio.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Discreto el gran sacerdote
de Dagon en la voz del barítono francés <b>LAURENT NAOURI, </b><span style="margin: 0px;">con un timbre no muy agradable y que queda en
segundo plano ante la pareja protagonista.</span></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y para ella…</span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"></span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Escueto. Irrisorio. E
indignante.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Para mí esto es lo que
resume el pequeño – y tan pequeño- homenaje del Metropolitan a la figura de la
recientemente fallecida soprano catalana <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MONTSERRAT
CABALLÉ, </b>en la que se proyectó un trozo del dueto de “Andrea Chenier” al
lado de Josep Carreras en la Centenial Gala del año 1983.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“È
tardi…”</span></i><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> como diría Violeta Valery a punto de expirar en su lecho
de muerte. Un ridículo homenaje que llegó tarde, como digo. Fuera de lugar, porque
ni tan siquiera, el día de su fallecimiento, el pasado 6 de octubre, el teatro
se acordó de ella.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Tuvo que ser Roberto Alagna,
entrevistado durante la retransmisión de “Aida” quien, entre todos, hiciera una
breve mención a la gran diva catalana que ha enamorado con su voz a
generaciones y más generaciones. Y las que aún le quedan por enamorar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Gracias Roberto. Todo un
señor. Ya quedan pocos de esta clase. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Señores del Metropolitan,
tomen nota por favor que han hecho el ridículo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-83783468721032340982018-10-17T19:59:00.000+02:002018-10-17T19:59:20.362+02:00Las nieves del tiempo platearon su sien
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj767CdVJsnyw8r-E6szWzlTqp-yn9YGXzL9OA3bfF6SL2JDaCnc2XsMcIT1zBrPSoaihAKizEIwns14HoHiE1U0-5-wyDl2s3qOSNeXxuJOdp-P2k-bMERzJiCRvO5-DStUwcr5udYYhjG/s1600/untitled.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj767CdVJsnyw8r-E6szWzlTqp-yn9YGXzL9OA3bfF6SL2JDaCnc2XsMcIT1zBrPSoaihAKizEIwns14HoHiE1U0-5-wyDl2s3qOSNeXxuJOdp-P2k-bMERzJiCRvO5-DStUwcr5udYYhjG/s1600/untitled.png" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: x-small;"></span></u></b><br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Si, las platearon. Pero su
arte sigue allí. Al pie del cañón.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cuando <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO </b>publica un nuevo trabajo, lo primero que debe preguntarse
cualquier aficionado a la música que no sea un ferviente seguidor de este gran
artista es si aún aporta algo, dada su dilatada carrera y habiendo cantado de
todo y más, y, caso afirmativo, si lo que aporta a estas alturas, vale o no la
pena.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Dejemos que divaguen. Que se
lo piensen. Volveremos a ellos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Una pregunta similar a la
anterior, también nos la podemos hacer aquellos que la voz de Domingo nos acompaña
desde hace muchos años. Pero en este caso, la pregunta es de muy fácil
respuesta. De hecho, no necesitaría de respuesta y podría concluir ahora mismo
este escrito. Pero, la haré.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Plácido Domingo aporta? </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Lo primero que debo
contestar es que si, que realmente aporta. Esto, a su edad, ya de por sí, es
casi un milagro. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Y qué aporta?</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pues algo que no está al
alcance de todos. Algo que es muy difícil de conseguir, pero sobretodo, mucho
más de mantener, y es la capacidad de no dejar de sorprendernos nunca. Cante lo
que cante. Haga lo que haga. Con más o menos acierto, pero está claro es que Plácido
Domingo y Plácido Domingo, por una razón u otra a nadie deja indiferente. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y que todo esto sea así
después de más de cincuenta años desde que iniciara su laureada carrera, es
como para quitarse el sombrero y agradecérselo. Como poco.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cuestión
de imagen</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pocas veces había visto un
trabajo tan poco elaborado en su presentación. Una fotografía de Plácido
Domingo con el guitarrista <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PABLO
SAINZ-VILLEGAS</b> sirve de portada a un disco en el que predominan los colores
naranja y verde. Rompiendo el ambiente bucólico, el color gris de la americana
de Sainz-Villegas y el beig-blanco de Plácido.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El libreto que acompaña,
pobre donde los haya. Vale la pena por una muy buena toma de una foto de ambos
artistas casi de perfil. Y nada más. El título de las canciones, una
explicación que firma Sainz-Villegas, y ya está. Ni si quiera se han molestado
a incluir las letras de unas canciones – sí, de sobra conocidas – pero que
nunca están de más.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Me extraña de un sello tan
importante como lo es SONY Classical y con el que Plácido ha grabado mucho.
Quizás sea un trabajo hecho como vulgarmente se dice “aquí te pillo, aquí te
mato”, que de entrada musicalmente no lo parece, pero quizás si un poco en
cuanto a diseño. Y hoy en día, todo cuenta y vale para hacer algo atractivo a
los ojos del consumidor.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero, la cosa no queda aquí,
dado que sí que es cierto que el envoltorio no es quizás el mejor conseguido,
pero, en lo que se refiere a la grabación, tampoco. Y con ello me estoy
refiriendo a que una puede controlar perfectamente, contar y escuchar casa una
de las respiradas que Pablo Sainz-Villegas nos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">regala</i> cada vez que acaricia su guitarra con todo sentimiento.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y acaba siendo molesto al
oído. Pesado. Llena de hastío.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y la decepción llega cuando
en un disco de 45 minutos de duración, que ronda los 14 Euros y en el que
piensas que van a estar todas las piezas cantadas… resulta que tres de ellas
son simplemente solos de guitarra.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Que Pablo Sainz-Villegas es
un gran guitarrista, nadie lo pone en duda, pero ni tan siquiera en la
contraportada del disco se hace ninguna mención al respecto. Y tampoco en el librito.
Y es el co-protagonista.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Volver”</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Con este disco que lleva por
título “Volver” – muy acertado, por cierto – Plácido regresa al mundo de los
boleros y tangos, de la “bossa nova” y de la copla. Y lo hace en la mayoría de
este trabajo con una tesitura – para mí – extremadamente baja, demasiado
baritonal que afea unos bajos opacos que bien podrían haber sido centros si la
tonalidad con la que las encara fuera un poco más alta.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Esto puede apreciarse en
casi todas las canciones del disco, a excepción de las dos últimas “Gracias a
la vida” y “Volver” en la que el tenor, quizás con la voz ya más rodada, las
afronta con un tono más brillante y pasional en la que reconoces una vez más
los aún intactos ecos de tenor que su voz aún conserva sanos y bellos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sin duda, la perla del
disco, en una primera escucha, ha sido para mí precisamente este “Volver”, pero
hay otras dos piezas, inéditas para mí en su voz, que merecen la pena ser
escuchadas con detenimiento y cariño. Me estoy refiriendo claro está a “Dos
cruces” y a “Historia de un amor”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y es aquí, en ellas donde
Plácido Domingo, secundado por Sainz-Villegas, despliega una vez más todos sus
encantos. Su dominio excepcional de la palabra, en un disco en que parece estar
más recitado que cantado es demoledor en todos los sentidos. Ya me gustaría a mí
que todos aquellos que recitan cuando cantan lo hicieran con la misma elegancia
que como Plácido en este disco.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMyZRjlH6pPJeJ-TNO2_Hhyphenhyphencn9cWFdR3RyHhx4CsHknfY481ZQ1RB5V4aRYQ34G3ICOXXIgnhelApp-C7U7N9AjnJ996gj28XN-6AahgRImSZ2nAvBOPqQ0xAf7kbVmhjNqm7Fwmh2t5S4/s1600/placido_domingo_und_pablo_sainz-_50.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="525" data-original-width="700" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMyZRjlH6pPJeJ-TNO2_Hhyphenhyphencn9cWFdR3RyHhx4CsHknfY481ZQ1RB5V4aRYQ34G3ICOXXIgnhelApp-C7U7N9AjnJ996gj28XN-6AahgRImSZ2nAvBOPqQ0xAf7kbVmhjNqm7Fwmh2t5S4/s320/placido_domingo_und_pablo_sainz-_50.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El
significado de la palabra escrita en la voz cantada</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No hay duda de que Plácido
Domingo es un artista con mucha inteligencia y suple ahora sus carencias y
flexibilidad con un vertiginoso uso de la palabra cantada. Con ésta, es capaz
de que escuchándolo te haga entender lo que significa, por ejemplo, apagar una
vida, sin necesidad de que tengas que acudir a un diccionario. El mejor
diccionario es su voz y sus matices. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Simplemente hace sencillo
algo tan difícil como trasladar el significado de la palabra con el efecto de la
media voz. Del casi susurro y con una amalgama de recursos que, solo un grande
como él, sabe emplear y sacarles provecho.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un apabullante dominio de su
instrumento que consigue el efecto de parecer cansado, de que realmente la
historia la está explicando un hombre de 77 años que lleva un importante bagaje
a sus espaldas. Y ahí se crea la magia y hace creíble su personaje maduro,
pero, en realidad – todos sabemos- que Plácido está más fresco que una rosa, y
sabe llevarse el gato al agua. Se personifica, y muy bien y encaja a la
perfección el discurso. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Comprobadlo. Escuchad “Historia
de un amor” y poner atención cuando expresa “apagándola después”. Imaginad la
escena, un hombre maduro, con sienes plateadas como reza el tango que da título
al disco. Está recordando una historia de amor pasada. Un hombre de 77 años
lleva mucho más cansancio en la vida que uno de 40. Y no lo puede cantar como
si tuviera 40. Plácido lo sabe, y no lo hace. ¡Y esta frase, con esa media voz,
es absolutamente para hincarse de rodillas y decirle “Gracias Maestro!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y quién sino Plácido Domingo
es capaz de transmitir la intimidad más absoluta entre dos amantes que se
amaron. Y me permito matizar, que se amaron. Porque el término por sí mismo,
cobra un significado especial.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De nuevo. Comprobadlo.
Escuchad “Dos cruces” y fijaros como su voz recrea cuando ataca “y nos quisimos
tu y yo”. La más absoluta delicadeza envuelve la palabra cantada. Sutil. Rememorando
el dulce momento. Y cambia de tono de nuevo cuando evoca la realidad. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y así, todo el disco está
lleno de estos matices que el gran Plácido nos regala para nuestro disfrute, un
disfrute que se esfuma cuando en medio de una canción, sin más, aparecen
improvisaciones de guitarra que rompen el ambiente que ha creado la voz de
Domingo y que, por mucho que quieras esforzarte en recuperarlo, es ya casi
imposible.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Aporta,
pues?</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cierto y bien cierto es que
el tiempo no pasa en balde. Ni tan siquiera para este extraordinario artista.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Empezaba el escrito haciendo
referencia a aquellos en que dudan de si Plácido, a estas alturas de su vida,
aporta o no algo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Creo que, con lo explicado,
la respuesta de aquellos a quien hemos dejado pensando debería ser claramente
afirmativa. Pero si hay alguien entre ellos que aún está indeciso, si hay
alguien que aún duda, les invito encarecidamente a que, con un mínimo de
curiosidad, escuchen su último trabajo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Plácido siempre es Plácido.
Es un gran artista. Y un gran artista siempre crea nuevo arte.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: x-small;"></span><br /></div>
Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-9756841262029856012018-07-30T18:09:00.001+02:002018-07-30T20:50:07.044+02:00Domingo seduce y emociona en Peralada una vez más <div style="text-align: justify;">
<span lang=""><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuTSmjuZW7MNqt8xicIEUXjwbdoEJ04p3UL_HU5f_z9ftrNe6vDCQZ5qd00w_YYP4RODrvJDFbj5KzV4WYg6fEeRxsZmNlgXfC7LrsngpFrxYfw1zWVVWxcwOziUUAXH-GTHhRfFNpOcd6/s1600/fotonoticia_20180730011746_640.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="427" data-original-width="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuTSmjuZW7MNqt8xicIEUXjwbdoEJ04p3UL_HU5f_z9ftrNe6vDCQZ5qd00w_YYP4RODrvJDFbj5KzV4WYg6fEeRxsZmNlgXfC7LrsngpFrxYfw1zWVVWxcwOziUUAXH-GTHhRfFNpOcd6/s1600/fotonoticia_20180730011746_640.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang=""><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang=""><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang=""><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cálido verano en tierras ampurdanesas y, como cada año, el Festival del Castell de Peralada amalgama lo bueno y mejor del panorama operístico internacional. Sin duda, este fin de semana pasado ha sido un atracón de tenores que aún estamos digiriendo. De grandes tenores.</span><br />
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span><br />
<span style="font-family: "verdana";">El pasado viernes, Javier Camarena ponía inicio a esta maratón tenoril al que le siguió un Jonas Kaufmann con un estado vocal muy bueno, y que concluyó precisamente ayer mismo con el más grande de los tenores habidos y por haber, porque <strong>PLÁCIDO DOMINGO</strong>, el gran Plácido Domingo aún sigue levantando expectación y pasión por donde pise.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Su última visita fue en 2011 con un extraordinario concierto. Su postrero flirteo, su guiño final al público catalán fue hace escasamente unas 15 horas, momento en que estoy escribiendo estas líneas, y en plenas vacaciones de verano. ¡Qué mejor manera, no obstante, de empezarlas! con la voz de aquel que hace 28 años que me acompaña donde quiera que vaya.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Al Festival de Castell de Peralada aún le quedan unos cuantos días de duración para este 2018. A Plácido, le queda cuerda para rato sin embargo. Esperemos pues con ahínco otra visita de este gran artista, sin duda excepcional e irrepetible.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><strong>La noche plena de quietud y con perfume a humedad</strong></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong><span style="font-family: "verdana";"><br /></span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Sí, cierto que parafraseo una letra de una vieja canción latinoamericana (Vereda Tropical), pero supongo que se me permite la licencia para hablar del milagro acontecido ayer en el Auditorio y Jardines del Castell de Peralada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">El asfixiante calor del día cedió en favor de una noche cálida que no llegó a ser agobiante. Para la que suscribe estas palabras, quizás sí, pues la emoción, los nervios y todo un cúmulo de sensaciones vividas al escuchar la voz del gran Domingo inevitablemente me hicieron sacar el abanico del bolso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Era la primera vez que le escuchaba en Peralada. De pequeña siempre soñé con hacerlo. Ya desde esos primeros "Otellos" con los que obsequió al novel público de ese Festival que acababa de nacer. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Y, al cabo de los años, el sueño se hizo realidad. Esta vez, se cumplió rompiendo la sentencia drástica de Calderón de la Barca en que afirmaba que la vida es sueño, y que los sueños, sueños son. Y aquí dejó su vaticinio. Pero como todo en la vida, las reglas y las excepciones existen para romperlas. Ayer sucedió esto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Escuchar una ópera al aire libre no tiene color. Quizás sea mejor y más recogido hacerlo en un gran teatro. Pero... el verano, las vacaciones, el relax y las altas temperaturas invitan a gozar de este espectáculo de arte total de manera diferente. Al aire libre y con unas voces que se elevan hacia el cielo, tal como hicieron ayer. Voces al natural. Potencia, pasión, misticismo y recogimiento. Sutilidad y abrasadora pasión. Todo un cúmulo de sentimientos que iban estallando uno detrás del otro a lo largo de las más de tres horas en que duró esa genial "Thais" de Massenet.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Y es que ayer todo se confabuló para salir plenamente satisfechos. Es tan bonita la música de Massenet... Fue un genial orquestador capaz de crear, y recrear, para esta ópera ambientes de recogimiento, turbulencias de pasión y seducción. Compuso de manera excepcional el deseo que corre entre las venas de Thaïs y también un pellizco de fiesta orgiástica con la que casi finaliza el primer acto. Recreó de manera sobrecogedora la convicción obsesiva de Athanäel para redimir a la cortesana más bella de Alexandría, pero también sabe describir la tempestad de contradicciones que habitan en la cabeza de este monje cenobita. La quietud espiritual entre Thaïs y la madre Albine en la escena final, contrasta con el apasionado dúo entre ella y Athanaël, donde la orquesta parece una ola gigantesca de pasión, de sensaciones, de amor, de seducción y finalmente, pasada la tormenta en un momento en que cantantes y orquestas llegan al clímax final de la pasión y dan paso a unos sentidos "Morte" del monje que hacen regresar al espectador al mundo de los mortales.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Otro de los grandes genios, sin duda, Jules Massenet.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Y luego vino el estallido del público y los bravos. Y los sonoros pataleos de público y orquesta. Rendidos. Todos rendidos por lo que acabábamos de escuchar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">En dos palabras no sabría resumirlo, bien lo sabéis. Sólo puedo decir que fue, sencillamente conmovedor y excepcional.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><strong>Misma orquesta. Mismo director</strong></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong><span style="font-family: "verdana";"><br /></span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Tres días antes de la cita en Peralada, Plácido Domingo ya la había hecho en Madrid, con un gran éxito y con una ovación final de 18 minutos de aplausos (la tierra y los paisanos de uno, tiran, lógicamente).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Ayer en Peralada no se prolongó tanto, ni mucho menos. Ya lo sabía y era previsible, aunque los aplausos fueron intensos y los bravos se escucharon ya desde su primera área.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">El maestro <strong>PATRICK FOURNILLIER</strong> cantó con los intérpretes toda la noche. Concentrado y respirando con ellos, dio lo mejor de sí en una difícil ópera, de línea melódica extraordinaria sacando lo mejor tanto del<strong> CORO</strong> como de la <strong>ORQUESTA DEL TEATRO REAL DE MADRID.</strong> Si bien en algún momento, solo puntual, la orquesta creció demasiado, pero no obstante supo reconducir para dejar que fueran los cantantes los que inundaran con su voz el Auditorio del Castell de Peralada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">No fue otro bolo más de verano. No. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">No sucedió lo mismo con el concierto del día anterior que, por lo que rezan las crónicas que he leído, Jonas Kaufmann repitió programa y el maestro Rieder nunca supo tener bien atadas las riendas y dar lo mejor de sí con la Orquesta del Teatro Real de Madrid.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">La discreción de Patrick Fournillier no pasó desapercibida. Supo cuál era su puesto y el de los cantantes. Y como reza el refrán, "zapatero a tus zapatos". Por lo tanto, aquí invento y reinterpreto el dicho, "maestro, a tu orquesta sin dejar de lado las voces".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><strong><br /></strong></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><strong>Thaïs, la cortesana deseada y redimida</strong></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong><span style="font-family: "verdana";"><br /></span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Un argumento que podría ser perfectamente sacado de una película. La prostituta más bella de Alejandría, la que seduce, la que se deja seducir, la que juega al arte del amar sin que en ella habite mala conciencia de pronto escucha las místicas palabras del monje Athänael que le prometen la vida eterna, y.... deja por ellos lujos, dinero, poder y fama para recogerse en medio del desierto en un monasterio. Pero no sabe que ello le va llevar a la muerte. A lo eterno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Si, el argumento es conocido, reiterado y simplón, pero, para interpretar un personaje como Thaïs se necesita, además de tener la voz, una buena paleta de recursos artísticos para hacer creíble el personaje.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Si de algo hace gala la soprano albanesa <strong>ERMONELA JAHO</strong> es sin duda sus dotes artísticas y expresivas, que junto a una muy buena figura, le ayudaron a hacer creíble este role.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">La voz es interesante y aunque brindó una Thaïs interesante en lo vocal y artístico, no llegó a ese punto de emocionarme hasta el último poro de mi piel. Cantó un "Dis-mois que je suis belle" haciendo alarde de un despliegue vocal lleno de sutileza, de expresión, pero... pero...aunque no puedo poner ningún reproche, no me conmovió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Mucho mejor, para mi, en el final del concertante del primer acto cuando es ella misma la que entona "Qui te fait si sévère et porquoi démens-tu la flamme de tes yeux", que es uno de los momentos más bonitos y espectaculares de la obra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Su teatralización, creíble donde las haya. En la primera parte el rojo pasión de su vestido levanta pasiones - valga la redundancia- a todo quien la vea. Nicías, Athanäel, los alejandrinos, o cualquiera del público con ojos en la cara. Sin embargo, la voluptuosidad cede al recogimiento en su vestido verde pastel muy claro, sobrio, sin escote, elegante y ligero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Pero sin duda alguna escuchar una intérprete como ella no tiene desperdicio. Canta, actúa y expresa. Puede gustar más, o gustar menos, pero lo cierto es que brindó una buena interpretación que culminó con un tensional y apasionado dúo con Athanäel.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">La voz del tenor <strong>MICHELE ANGELINI</strong> es bonita e incisiva. Cálida. Agradable de escuchar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Es verdad que el papel es breve, pero sus fragmentos están dotados de una belleza y arrebato impresionante. Massenet, ducho en su oficio, escribe grandes momentos para el tenor. Escuetos, sí, pero excepcionales. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">El brillo y templanza de su voz coordinó a la perfección en el concertante final del primer acto, a la que se añadieron las voces de <strong>ELENA COPONS</strong> y de <strong>LIDIA VINYES CURTIS</strong>, como Crobyle y Myrtale respectivamente, y una siempre más que correcta <strong>SARA BLANCH </strong>en su role de Encantadora, más breve aún pero para nada fácil al tener que sortear un sinfín de coloraturas a diestro y siniestro. Sin letra. Solo notas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">No debemos olvidar las correctas intervenciones de <strong>JEAN TEITGEN</strong> como Palémon, el jefe de la comunidad cenobita a la que pertenece nuestro gran Athanäel de ayer noche. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><strong>El más esperado</strong></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong><span style="font-family: "verdana";"><br /></span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Como siempre que en un espectáculo se anuncia la voz de <strong>PLÁCIDO DOMINGO</strong>, que continua siendo el reclamo número uno en el mundo de la ópera, el aura que se crea es especial. Mágico.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Aquel que continua atiborrando plateas de teatros, estadios, auditorios... ¿Qué sería la ópera sin esta fuerza de la naturaleza humana que es sin duda Plácido Domingo?. El gran Plácido Domingo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Afortunadamente el monje cenobita tiene un papel muy importante y muy dilatado a lo largo de la obra (para nuestra suerte). Plácido, conocedor de su voz y de su estado vocal, se lleva una vez más el gato al agua, con un personaje que tiene una partitura que se adecúa perfectamente a su estado vocal. Un barítono que se mueve en la zona central sin grandes compromisos en el agudo, lo que permite al madrileño una interpretación mucho más relajada y cómoda, y que le catapulta a una concentración sin parangón en lo que se refiere a la parte artística y movimiento corporal junto con una expresividad de matrícula de honor. Además la voz continua siendo bella. Los ecos del antes tenor aún resuenan encima del escenario.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Domingo seduce. Es un maestro seduciendo con su voz, con su fraseo, con su elegancia y con su porte. Basta una simple mirada, un simple gesto, el más sencillo de los movimientos para que te des cuenta - y te convenzas aún más- de que estamos ante el más grande intérprete de ópera. Una leyenda viva de la que aún podemos gozar, gracias a Dios, y gracias, también a su maestría y sabiduría.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">En un buen estado de forma y de salud vocal. Un milagro sin duda. Así es cómo se presentó Plácido Domigo ante el público de Peralada. Los primeros bravos de la noche fueron para él. Después, tuvo que compartirlos con Ermonela Jaho, pero, fue el quien al final, una vez más, ganó el pulso en la ronda de aplausos final.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Plácido, nuestro gran Plácido lo volvió a hacer. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Emocionada, en el cielo... así es como me sentía cuando se inició el dueto final entre él y Thaïs. Un momento de pasión extrema. Todo un oleaje de ir y venir con el telón de fondo de una orquesta que no hizo sino que, emocionarse con ese gran genio. Con ese gran artista.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Gracias Plácido. Gracias por este gran regalo que nos brindó.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Una y otra vez, bravos y más bravos. Varias rondas de aplausos. Varios bravos. Emociones a flor de piel. Miradas. Mi mirada se cruzó una vez más con la del Maestro. Esto no tiene precio. Es emocionante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Y sí, Maestro, allí estábamos disfrutando una vez más de su arte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Vivir algo así es algo que no puede explicarse. Tiene que vivirse. Tiene que sentirse, y al menos, una vez en la vida, todo aficionado a la ópera debería hacerlo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Quién no conozca a Plácido Domingo en directo, que se lo piense. El tren solo pasa una vez. Y este tren está a punto de llegar a su estación final de destino. Gracias a Dios no viaja en alta velocidad, prefiere cercanías. Sacad un billete y vivid una de las experiencias más grandes para cualquier amante de la ópera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";">Gracias Maestro una vez más.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana";"><br /></span></div>
Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-69720872380260318122018-05-27T19:37:00.000+02:002018-05-27T19:37:15.245+02:00Alagna nos avanza su Sansón
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJouKPNDkh4Z9VoOzD7tWkuBDUGMxYOPTYm6iyl09kvNjcleZ1R_lsd1dITyy8Re6squDzNmVzfls02YI-r8etnrSI0ij0qPJmpugnVXwA9qYrerEPi7KLo-NxVf9SusCHzfg4xd9l9RaX/s1600/thumb_2676303_segments_player.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="640" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJouKPNDkh4Z9VoOzD7tWkuBDUGMxYOPTYm6iyl09kvNjcleZ1R_lsd1dITyy8Re6squDzNmVzfls02YI-r8etnrSI0ij0qPJmpugnVXwA9qYrerEPi7KLo-NxVf9SusCHzfg4xd9l9RaX/s320/thumb_2676303_segments_player.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: x-small;"></span></u></b><br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ante
cualquier espectáculo al que puedas ir en directo, o bien seguirlo a través del
televisor, lo importante es la predisposición con la cual lo afrontas. Y para
ver un “Sansón y Dalila” bajo la escenografía que estos días firma <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ALEXANDRA LIEDTKE</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">RAIMUND ORFEO VOIGT</b> en Viena,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>se necesita mucha. Pero mucha.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Una
producción totalmente y encarecidamente fría, sin pasión, sin seducción. Ni un
solo elemento nos chivaba que eso era un Sansón. Ininteligible e incomprensible
versión a nivel argumental.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y no, no
voy a perder ni un minuto de mi tiempo en intentar averiguar qué quería decir
aquel disparate que estaba presenciando. Conozco lo suficientemente el
argumento y época de “Sansón y Dalila” como para esforzarme a entender una
nueva idea, si es que lo que subió a las tablas de la vienesa Staatsoper, se
puede concebir como idea y no como una brutal diarrea mental.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Predisposición, sí, de nuevo</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cuando vi
que en la próxima temporada del MET se espera un “Sansón y Dalila” cantado por
la pareja protagonista que está ahora en Viena, Garanca y Alagna, se me
dispararon todos los sentidos, las ganas, la curiosidad y la ilusión. Escuchar
a grandes cantantes de la talla de ellos dos es siempre un lujo. Y en el MET, lo
va a ser aún más.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero, un
pajarito del otro lado del Atlántico, atento a todo lo que pasa en el mundo de
la ópera me informó de este “Sansón” en Viena, con la misma pareja. ¿Casualidad?
Quizás sí… Por lo tanto, y para saciar mi ansiedad, tendría un adelanto de lo
que en Octubre podrán vivir unos cuantos de miles de aficionados en Nueva York.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Viena se
caracteriza por difundir sus óperas via streaming por internet, y asistir,
aunque fuera en diferido al debut de Garanca y Alagna en sus respectivos roles,
era una oportunidad que no podía dejar pasar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La cosa
se desinfló al conocer obviamente el desastre de producción, pero, como reza el
separador, mi predisposición, pasado el disgusto inicial, se mantenía intacta.
Y ayer, por fin, pude zambullirme en esta ópera.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De detalles
escénicos sin sentido la ópera estuvo llena. Vestuario bastante contemporáneo,
Sansón en pantalón y camiseta de tirantes, Dalila, poco lucida en el primer y
tercer actos, y Dagón… no sé si era un juez, un religioso, o nada de eso.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Una rampa
inclinada domina el primer acto, y se mueve y coloca, supongo, para ambientar.
El segundo acto, puertas altas y blancas simulan el seductor y perfumado Valle
de Sorek (se necesita aparte de predisposición, mucha imaginación para ello).
Las puertas acaban ambientando un salón con una bañera en el medio, para dar
paso de nuevo a la insultante rampa donde se cuece una bacanal que no sabría
exactamente como definir.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Los
personajes, completamente ausentes, así como la química o la chispa entre la
pareja principal protagonista: Dalila, fría como un mármol, aún espero que se
mire a Sansón… ¡Por favor, qué es Roberto Alagna quien tienes delante, querida
Elina, míratelo, que vale la pena…! Alagna, siguiendo un poco el patrón también
de Elina, en un artista que siempre rebosa pasión, pero que intentó crear un
poco más de ambiente, el suyo, el que nos tiene acostumbrados, con un poco más
de acercamiento, pero en una inferior justa medida. Mientras, Carlos Álvarez,
no acaba de ubicarse. Deja detalles insinuantes como que se muere de ardor por
Dalila, pero esta se burla del Gran Sardote de Dagón, y ella, Dalila, al final
del tercer acto no sabes muy bien si está con Dagón celebrando el triunfo, o
bien, se duele un tanto al ver al amante vencido y abatido. Un poco híbrido
todo. No resulta, no avanza, no resuelve nada.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">MARCO ARMILIATO</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> dirige bien, pero no hay ni un ápice de sensualidad en
su interpretación. Una ejecución dominada por un “tempo” excesivamente lento,
que tedia, juntamente con la escena. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Que en la
primera escena sea así cuando Saint-Saëns nos retrata el lamento del pueblo
hebreo que se arrastra desde hace siglos en la esclavitud, lo entiendo, pero,
en los clamores de libertad y exaltación de Sansón junto con el pueblo – el levantamiento
del pueblo oprimido por los filisteos- no. Ahí el ritmo tiene que ser más
ligero, con más pulso. Más exultante. Lo intenta, pero no lo logra, y esta
lacra, acompaña durante toda la obra, y se repite, aquí acertadamente en el “Vois
ma misère, helàs” del tercer acto, para seguir con una bacanal, “de pa sucat
amb oli”, que pasa desapercibida, vaya.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2lMz4oEnWz_QiKsXvYPRUcv45OluUbl4EkkzWOkft_bOMhQwhUgmyCE0-49KVsITJj516z9kamWZA2Dd3D9uemhT8pexbFzyARgcvzrVzC86DAyiSh49jeHTNvDTU_ysuG5Ng6gQTLMxX/s1600/pjimage-4-4-777x437.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="437" data-original-width="777" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2lMz4oEnWz_QiKsXvYPRUcv45OluUbl4EkkzWOkft_bOMhQwhUgmyCE0-49KVsITJj516z9kamWZA2Dd3D9uemhT8pexbFzyARgcvzrVzC86DAyiSh49jeHTNvDTU_ysuG5Ng6gQTLMxX/s320/pjimage-4-4-777x437.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¿Dónde está Sansón y dónde está Dalila?</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Supongo
que con esta pregunta, no haría falta que continuara escribiendo. Pero lo haré
ya que lo más atractivo de esta producción era sin duda, las voces de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ELINA GARANCA </b>y de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ROBERTO ALAGNA.</b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">A <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">GARANCA</b> le fallan los graves, aquellas
notas que dotan de perversidad al personaje. La línea de canto es fina y
limpia, pero Dalila requiere otra cosa. Necesita de sensualidad, de malicia. Y
algo que eché en falta durante toda la obra: lo más importante en una Dalila es
la seducción de su voz. Necesita unos centros carnosos que no tiene aunque las
notas altas son brillantes. Necesita también un buen discurso, un buen fraseo.
Y, obviamente, es indispensable creerse el personaje y reflejarlo en la voz,
una voz que es bonita, pero que para Dalila, no es suficiente. Dalila, no
solamente se canta, debe, tiene, es imprescindible que se interprete.<span style="margin: 0px;"> </span>Y para ello se requiere también un trabajo
psicológico interior ausente en la interpretación de la mezzo letona.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">ALAGNA</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> tampoco es Sansón. La heroicidad requerida en los
exigentes fragmentos del primer acto que invitan al levantamiento del pueblo
hebreo, no están. La voz no tiene el suficiente empaque ni la corporeidad requerida.
Y eso Roberto Alagna lo sabe.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El tenor
francés conoce perfectamente cuáles son sus mejores bazas, y, el canto heroico,
no está entre las suyas, pero su discurso es impoluto, y es un goce escuchar
ese fraseo sensacional en francés, no obstante es su lengua. Esto lo aprovecha
y le saca partido en el primer acto, pero también en el segundo en la entrada “En
ces lieux, malgré moi</span>” y en el resto de dúo con Dalila, que concluye una
de las mejores escenas de amor más bien compuestas de la historia de la ópera.
Alagna es un maestro en el fraseo. Y cierto, no acabas de ver a Sansón, no, es
cierto, aquí ves más al tenor que al líder hebreo, pero como, excepto en
momentos puntuales, el bloque central de la ópera no requiere sino que saber
cantar, Alagna, de esto sabe un rato. Y lo aprovecha.</div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cierto es
que no hay entre ellos ni una coma de juego de seducción. Cero. Todo muy frío y
vacío. Aún así, Alagna es capaz de crear un destello de ambiente en una
producción sin encanto, permitiéndose incluso detalles de gran profesional
atento siempre a todo y a los compañeros, como cuando Dalila está apunto de
cortar su pelo, y antes del obligado revolcón – un tanto húmedo escenográficamente
hablando- separa un tanto el pie a Garanca, que está de rodillas frente a él,
para que el tumbarla en el suelo, no caiga todo el peso de su cuerpo y fuerza
sobre ella, de la misma forma que, la fuerza de los filisteos debería haber
caído sobre Sansón.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Alagna,
no es Sansón como decía. No. Y quizás no lo sea nunca, pero, se marca una
sensacional “Vois ma misère helas” en el tercer acto, donde toda la expresividad,
fraseo, discurso y sentimiento abren un tercer acto por el resto, bastante
deslucido. Conserva en su voz aquel sentido de la expresión, aquel justo llanto
en la voz que tanto se agradece en estos momentos sin que tengan que resultar hastíamente
patéticos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW-6sy5-GajZEr9-LioqqpxMzpsaWpYxLWvayFYVGb4D7wAcWCKlhh_eINgoerltbJT4fTzNWnnJRMXhSot1N_UQnKFU19BSLflAVyfVMXztcT6YAq-uzqrcS9_9CBzut0dVT7c6pWEbBi/s1600/WSO-SaintSaens-SamsonEtDalila-Alagna-Alvarez-680x480-201805121.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="680" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW-6sy5-GajZEr9-LioqqpxMzpsaWpYxLWvayFYVGb4D7wAcWCKlhh_eINgoerltbJT4fTzNWnnJRMXhSot1N_UQnKFU19BSLflAVyfVMXztcT6YAq-uzqrcS9_9CBzut0dVT7c6pWEbBi/s320/WSO-SaintSaens-SamsonEtDalila-Alagna-Alvarez-680x480-201805121.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">CARLOS ÁLVAREZ</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"> quizás por voz era quien estaba más justamente encajado
en su role. La voz suena sana, y regular en todas sus intervenciones. Lástima
que Dagón no sea especialmente un role muy lucido.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Final bíblico</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El derrumbe
del templo es quizás en una producción de “Sansón y Dalila” el secreto mejor
guardado. Lo que todo el mundo espera. ¿Cómo se soluciona un problema escénico
de similar calibre”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pues
desde lo clásico, tirando de decorados, o de efectos especiales que lo simulan;
otros acuden a la oscuridad atronadora del castigo del Dios de Sansón; otros se
apuntan al carro de los relámpagos…</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero lo
de ayer fue totalmente inesperado. Sansón no es conducido a las columnas del
templo, por tanto, no podía haber ningún templo que se viniera abajo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un “otro
yo” de Sansón, el mismo del que se habían burlado en la bacanal se acerca hasta
nuestro Sansón-Alagna, y, se prende fuego en ambos brazos y espalda, ante la
mirada atónita del pueblo filisteo, vestido de gala, como si acudieran al
estreno de una obra en un teatro.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Las
últimas palabras de Sansón dirigidas a Dios imploran que éste se acuerde de su
servidor al que le han privado la vista para que le renueve la fuerza perdida e
invoca su venganza para aplastar a sus enemigos en ese mismo lugar, en el
templo. “</span><span style="color: black; font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Qu'avec toi je me venge, ô Dieu!En les écrasant en ce lieu!”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pronunciadas
estas palabras por Sansón, se levantan varias columnas de llamas rojas. El fuego
de Dios quema a su servidor y a los filisteos, demostrando una vez más que no
se puede desafiar al poder divino del Dios de los hebreos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cual
columna de fuego símil de la derrota del faraón Ramsés segundo en “Los diez
mandamientos” de Cecil B. de Mille, los filisteos entienden que Dagón es un
ídolo pagano de piedra, o de oro. Pero que respecto a Sansón, su Dios es Dios.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El fuego
purifica castigando a todos los presentes, quizás lo más aprovechable de todo
el montaje.</span><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"></span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-59628439866513759232018-05-21T19:12:00.001+02:002018-05-21T19:12:13.641+02:00Sí, cuando Dios te echó al mundo... ¡qué faena me hizo!
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZbT_qrOu1IzAEddlt_aCqeNZquf1WAHMz7ld5kfe0myHuu96Sn7LKEgwteG8ycgErG9wf5Hgt7F9zqJ7lIbu8IQruIxm10K-1Y3PdByTUqpQ9pfimBrMPblfDZi6oBU8grtVNng6_bGi3/s1600/FB_IMG_1526883920399.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="720" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZbT_qrOu1IzAEddlt_aCqeNZquf1WAHMz7ld5kfe0myHuu96Sn7LKEgwteG8ycgErG9wf5Hgt7F9zqJ7lIbu8IQruIxm10K-1Y3PdByTUqpQ9pfimBrMPblfDZi6oBU8grtVNng6_bGi3/s320/FB_IMG_1526883920399.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: x-small;"></span></u></b><br /></div>
<br />
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Enorme </span><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">trabajo me cuesta a estas alturas encontrar un único
calificativo para describir, a consciencia, la maravillosa tarde que ayer
vivimos unos miles de afortunados en el Gran Teatre del Liceu.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Podría decir que, impresionante; podría decir que sensacional; podría
también decir que excitante; podría decir que especial; y podría decir
obviamente que muy sentimental. Podría decir tantas cosas… tantas… que
seguramente no acertaría nunca al 100% lo que en un soleado y radiante domingo
de mayo, el gran tenor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO</b>
nos regaló. Por tanto, creo que el mejor de todos los adjetivos, quizás el más
adecuado, sería el de irrepetible, solamentte para ir a la par con el gran
artista y cantante que ayer pisaba el escenario de nuestro Liceu.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Plácido Domingo no necesita de presentación alguna. Todo lo que yo pueda
decir o escribir, manifestar o sentir cada vez que abre la boca lo he dicho y
escrito hasta la saciedad. Cantando ópera, cantando zarzuela, cantando boleros
o cantando rancheras. Da igual lo que sea porque Plácido Domingo es de aquellos
artistas, de aquellos grandes artistas – único en su género -<span style="margin: 0px;"> </span>con los cuales ya disfrutas, inclusive, antes
de que abran la boca.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su aura, su porte, su sencillez, su pasión y su sensibilidad envuelven el
ambiente fuera, y dentro. Es algo que no se puede describir. Simplemente se
tiene que vivir, sentir, y sobretodo, disfrutar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“No importa que el mozo fuerte
vuelva viejo”</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Reza así una de las romanzas más emblemáticas de nuestra zarzuela y de la
que ayer gozamos en la voz de este titán incombustible.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ambiente de fiesta y gala. Muchos nervios. Muchas sonrisas. Muchas
ilusiones. Y al final del todo, demasiado corto. O así me lo pareció a mí.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El gran Plácido Domingo regresaba de nuevo a Barcelona con un género que
adora, y que adoro. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La zarzuela ha sido y es muy importante en su vida. La zarzuela, ha sido y
es también muy importante en la mía. Plácido referencia a sus padres, ambos
cantantes de nuestro género. Yo sin embargo, tengo como punto de mira a mis
abuelos. A ambos, pero, sobre todo a mi abuelo que hizo que con su poca voz,
pero con un gusto y estilo realmente sobrecogedor, exquisito y extraordinario
yo amara –y ame de por vida – la música con la que él creció y disfrutó.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Era de justicia que Plácido se presentara, por fin, en el Liceu con
zarzuela. Lo había hecho en el año 1976 dirigiendo una “Doña Francisquita”
precisamente cantada por sus padres, pero, en concierto, era la primera vez.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Vive la zarzuela, le gusta, le motiva, la siente, la quiere. Vaya dulce
coincidencia con la voz que me acompaña desde que era muy pequeña. A mí, me
sucede lo mismo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Se cumplieron todas mis expectativas. Piel de gallina, emoción, lágrimas…todo
un cúmulo de sensaciones que acostumbro a vivir siempre cuando es Plácido
Domingo quien está en el escenario, pero aumentan cuando la zarzuela está de
por medio.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No importa que regrese y lo haga con 77 años, pues el mozo que lleva dentro
está siempre presente en el escenario. Lo que importa es que regresa y no se
marcha, que nos brinda aún tardes gloriosas y nos hace gozar minuto a minuto
con su voz, con ese timbre maravilloso que arranca sonrisas en la platea y que
responde a un color chocolate con leche irresistible que edulcora y embellece
todo lo que canta. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Esa vocalidad, a la que tanto partido saca cuando su voz se pasea con
descaro por la zona central y que provoca escalofríos a quien le escucha, se
mantiene intacta. Su poder de seducción, también. Basta una sola palabra, o una
frase, o simplemente un silencio para darse cuenta de que – y no descubro nada-
Plácido Domingo es para todos los mortales que le admiramos, un regalo del
cielo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sorprendió, a todos, el estado vocal de gracia con el que se presentó. El
sentimiento de incredulidad ante lo que estamos presenciando era unánime.
Muchos comentarios en los pasillos tipo… “De dónde saca la voz…”; “Pero…¿Cuántos
años dices qué tiene…?”; “¿77?... Es imposible”; “Cómo estoy disfrutando…”; “Está
genial de voz”; “Qué tarde…”</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cualquiera de ellos, menos el que referencia a la edad podría suscribirlo
yo misma, pero sin duda yo le añadiría el de que aún provoca en mi cuando le
escucho un cúmulo de sensaciones que jamás he dejado de sentir. Grande… muy
grande… Embruja con su cantar, con su sabiduría, con su saber estar, con su
gesto, con sus tablas, con su sonrisa, con su porte… Con su genialidad.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y así podría continuar llenando hojas, y hojas…y más hojas…</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Plácido Domingo, un jovencito que, hace muchos años, muchos, muchos… cuando
empezaba, cuando era aún un mozalbete casi salido del colegio tuvo que escuchar
en boca de un crítico mexicano el siguiente dislate: “Plácido Domingo no tiene
nada que hacer en un escenario de ópera”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">¡Qué vaticinio! ¡Qué gran visionario! Hay críticos que siempre dan en la
diana, ¿verdad? </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Medio siglo después de esto, el gran Plácido Domingo sigue levantando
teatros. Matizo… sigue “aún” levantando teatros. Increíble, pero cierto. Lo de
ayer, es solo una pequeña gran muestra del camino que este artista fuera de
serie está aún recorriendo. Sin un alto y a un ritmo completamente frenético.
Aún, frenético.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No se entiende, no se puede comprender. Nadie, excepto él, sería capaz de
algo tan prodigioso. ¿Quién es pues este señor? ¿Alguien de otra galaxia? ¿Ha hecho
un pacto con el diablo? ¿A qué se debe el secreto de su longevidad? Quizás la
única respuesta que me viene en mente es la siguiente: No es un extraterrestre,
no ha pactado nada de nada. El secreto es que, simplemente, es Plácido Domingo.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDOmGb8tGi1gBv2OMwNBIXEKQgOeMIQWWaAM31AcKPq04AH7JcYHUju0rQxpVlw0h-wXfhOsUPVbMIRKR-OJrHtyy9jW72OfA8DOfymuVrh4nzxHggq0O8gpTACl2LMzyW7i_Ds0U6FJCx/s1600/FB_IMG_1526892430545.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="967" data-original-width="720" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDOmGb8tGi1gBv2OMwNBIXEKQgOeMIQWWaAM31AcKPq04AH7JcYHUju0rQxpVlw0h-wXfhOsUPVbMIRKR-OJrHtyy9jW72OfA8DOfymuVrh4nzxHggq0O8gpTACl2LMzyW7i_Ds0U6FJCx/s320/FB_IMG_1526892430545.jpg" width="238" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El concierto</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cuando en un cartel aparece el nombre de Plácido Domingo, el resto de
compañeros que forman parte del elenco tienden a quedar un poco rezagados. No
es justo, pero, es así. Sin embargo, tanto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ANA
MARÍA MARTINEZ</b>, como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AIRAM HERNÁNDEZ</b>
estuvieron a la<span style="margin: 0px;"> </span>altura del
acontecimiento y también de Domingo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El programa escogido no podía haber sido mejor, aunque demasiadas piezas
orquestales, a mi gusto. El director <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">RAMÓN
TÉBAR</b> condujo a la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ORQUESTRA
SIMFÓNICA DEL GRAN TEATRE DEL LICEU, </b>sabiendo acompañar, agilizar y esperar
a los intérpretes des del primer minuto en que las notas del famoso “Intermedio”
de “Las Bodas de Luis Alonso” del maestro Giménez inundaron la sala con un
compás ligero y flotante, que sugería un ambiente festivo. Prueba de ello fue
sin duda la conformidad del público con un estruendoso aplauso, que quedó en
segundo plano cuando la imponente figura de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO </b>salió de bambalinas, con paso firme, y seguro, y se
aproximó al público.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El momento sin duda más esperado de la tarde. El instante que hacía un año
que estaba aguardando y allí por fin estaba, enfundado en un frac sin pajarita que
luce como nadie y que le daba ese toque de elegancia masculina a la que nos
tiene acostumbrados, <span style="margin: 0px;"> </span>y a la vez le
dotaba de una informalidad apacible y serena.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Ya mis horas felices” de “La del soto del parral” de los maestros Soutullo
y Vert fue la primera de las piezas escogidas por Domingo. Solo una nota. Una
única nota salida de su garganta hacía ya presentir su excelente estado vocal
para deleite nuestro y en una romanza que borda. Su discurso con “tempo” justo,
su fraseo… extraordinario…Su pasión, desbordante. Su primera intervención, ya
arrancó los primeros bravos de la tarde. Intensos y viscerales. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">ANA MARÍA MARTÍNEZ</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">, entró haciendo gala de su bonita y extraordinaria voz.
Debutaba en el Liceu, y hacerlo al lado de Plácido Domingo, con el que tantas
veces ha cantado, sin duda, debió de ser algo especial, como especial fue su
brillante “María la O” de la zarzuela homónima del maestro Lecuona. Una romanza
de latidos y ritmo cubano, bella donde las haya, y que se ajusta como anillo al
dedo a su vocalidad.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sorpresa la mía con el tenor tinerfeño <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AIRAM
HERNÁNDEZ</b>, buena y bonita voz, pero sobretodo un fraseo con estilo propio e
intención. Quizás la menos brillante de sus intervenciones – aunque realmente
intachable- fue este “Te quiero morena” de la zarzuela “El trust de los tenorios”
y en la que pudo lucir menos todo lo que admiré de él durante el resto del
concierto.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Primer dueto de la tarde entre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ANA
MARÍA MARTINEZ</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO. </b>El
bonito y resalado “No cantes más la Africana” de “El dúo de la Africana” del
maestro Fernández Caballero.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Escuchar este sensacional dúo y en directo fue indescriptible. La pieza da
mucho juego vocal, pero también artístico. La cara de Plácido a cada una de las
intervenciones de Ana María era como para ver de cerca. Plácido, ducho siempre
en el arte de la interpretación, supo poner el punto justo de picardía en sus
ojos y en su cara, y vocalmente, un placer escucharle al igual que a Ana,
excelente compañera para Plácido como siempre.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Después del “Intermedio” de la “Goyescas” de Granados, era el turno de otro
de los grandes “hits” zarzueleros. Una pieza realmente popular entre los
amantes del género, que no era sin duda otra que la romanza de entrada de Juan
de “Los Gavilanes” del maestro Jacinto Guerrero: “Mi aldea”. Y de nuevo todo el
poderío vocal de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO</b>
repitiendo el mismo efecto que con su intervención en solitario precedente.
Aquel torrente de voz se imponía ante un Liceu extasiado. Allí mandaba. ¡Y
cómo! Este tipo de romanzas son para él. Cuando entonó su “Pensando en ti noche
y día, aldea de mis amores, mi esperanza renacía, se aliviaban mis dolores…” hizo
gala una vez más de su maravillosa zona central, con un fraseo sin prisas, con
una vocalización perfecta, con un entusiasmo sobrecogedor y el público se vino
abajo otra vez. Y es que yo misma no podía creerme el milagro que estaba presenciando.
Un Plácido Domingo tan cómodo como extraordinario era lo que estábamos
disfrutando. Y lo que quedaba… Lo qué quedaba, aún…</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Magnífico el “Intermedio” de “La leyenda del beso” de Soutullo y Vert que
dio paso al exigente dúo entre Iván y Amapola de la misma zarzuela, en las
voces de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AIRAM HERNÁNDEZ </b><span style="margin: 0px;"> </span>y de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ANA
MARÍA MARTÍNEZ. </b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En este momento es cuando el tenor hizo gala de un fraseo estudiado pero
efectivo. Vocalizando y matizando ciertas consonantes, sobretodo, y con
especial énfasis, las “t”. Prueba de ello sus “Te quiero”, sus “Te juro”. Esto
para mí dice mucho de alguien que no se limita simplemente a cantar, sino que
además, quiere imprimir un sello y estilo propio. La voz es bonita y agradable
al oído. De tenor. De tenor lírico por excelencia. Quizás puede pulir algunas
cosillas, como el su a veces afán de sacar volumen, pero, el material está. Para
Ana María, sin embargo, es un dúo que se escapa de su estilo. No por ello dejó
de estar excelentemente cantado, y suple con interpretación y gesto –siempre refinado
y elegante- la parte más visceral y desgarradora de este tan poco interpretado
dúo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y de nuevo el teatro se viste gala para despedir la primera parte con el
raído “No puede ser” de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO.
</b>¿Qué sería un concierto de Domingo sin el “No puede ser”? Más baja de tono.
Adaptada a su tesitura baritonal, Plácido Domingo deleitó de nuevo al público
de Barcelona con una interpretación que llegó a nuestros corazones.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbQwKP8sSCfl_kBvCkDwGxIi6TygDTlNEY1S3MhoWnVQlNPHAwM4vMhtC8TkOuDXMxojCImtaWkhysJuilvLqrgGYsoPuBP5Di8eeUBjwopAvnVdV_XPtOW4Lr24nGaWnfuaIR_OCkFvpU/s1600/FB_IMG_1526883903340.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="720" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbQwKP8sSCfl_kBvCkDwGxIi6TygDTlNEY1S3MhoWnVQlNPHAwM4vMhtC8TkOuDXMxojCImtaWkhysJuilvLqrgGYsoPuBP5Di8eeUBjwopAvnVdV_XPtOW4Lr24nGaWnfuaIR_OCkFvpU/s320/FB_IMG_1526883903340.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Moreno-Torroba como hilo conductor</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Prácticamente toda la segunda parte estuvo dedicada a la obra del gran
Federico-Moreno Torroba y quizás con su zarzuela más universal, la maravillosa “Luisa
Fernanda”, obra que Plácido Domingo cantó de tenor cuando aún no era nadie, que
grabó en disco, en el papel de Javier Moreno cuando ya era popularmente
conocido, y que, muchos años después interpretó al labriego extremeño Vidal
Hernando, paseando nuestro género por escenarios como la Scala de Milán, la
Ópera de los Ángeles, y en España, en Madrid y Valencia.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La “Farruca” de “El sombrero de tres picos” de Manuel de Falla nos llevó a
la primera pieza de la “Luisa Fernanda”, el extraordinario dúo entre Luisa Fernanda,
en la voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ANA MARÍA MARTÍNEZ</b> y de
Vidal Hernando al que daba vida <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO
DOMINGO.</b> </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Una gran declaración de intenciones envuelta en una música extraordinaria,
el “Yo es que la quiero…” al que Plácido-Vidal ponía voz fue extraordinaria, amplia,
sentida, abarcando y abrazando a todo el público reunido ayer por la tarde en
el coliseo de las Ramblas. Fue un momento impresionante. “Los hombres de mi
tierra, cuando quieren, no pierden la esperanza de triunfar...”, qué momento
tan inspirado y tan bien interpretado al lado de la dulce y elegante Luisa de
Ana María.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y no nos movemos, de momento, de Madrid. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AIRAM HERNÁNDEZ</b>, en su papel de Javier Moreno nos dejó también,
quizás, su mejor momento con su “De este apacible rincón de Madrid”, también de
la Luisa. Destaco a parte del estilo, los silencios tan bien definidos que
daban a la interpretación una expresividad muy emotiva en una romanza que
parece simplona, pero que por el contrario, requiere de gran envergadura.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y de la Luisa a “La marchera” también de Moreno-Torroba. En esta ocasión, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ANA MARÍA MARTÍNEZ</b> nos ofreció una de
las piezas que en un concierto de zarzuela en el que haya de por medio Plácido
y Ana María, nunca falla. Ésta no es otra que la famosa “Petenera” que Ana
borda con su sencillez, estilo y gracia.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Luche la fe por el triunfo”, cerraba en la voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO</b> el capítulo dedicado a la “Luisa Fernanda”. Una de
las dos grandes romanzas que Moreno-Torroba dejó escritas para el barítono. La otra
claro está es la romanza de “Los Vareadores”, que probablemente sea mucho más
popular, pero el “Luche…” es más emotiva, serena, permite lucir mucho mejor la
voz del intérprete con serenidad del hombre que ama y que teme y duda ser
correspondido. “Y el ideal de mí ambición…. Es que la quiero”… Y de nuevo
Plácido hizo me hizo poner la piel de gallina. Qué estilo… Qué voz…</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Siguió el “Preludio” de “El niño judío” de Pablo de Luna en el que se pudo
reconocer en su música una de las romanzas más cantadas y famosas del
repertorio, en “De España vengo…” y Luna dio paso al maestro Penella y al
archiconocido dueto entre Soleá y Rafael, “Me llamabas Rafaelillo” de la ópera “El
gato montés”, y de nuevo con las voces de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ANA
MARÍA MARTÍNEZ </b><span style="margin: 0px;"> </span>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AIRAM HERNÁNDEZ.</b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cuándo a una le arrebata el “Qué graciosa es mi gitana, qué preciosa, que
bonita…” en la voz del más grande de los tenores, es prácticamente imposible no
tomarle como referencia, pero Airam Hernández salvó y con nota este exigente
dueto, al igual que Ana María, que lo ha cantado tantas y tantas veces al lado
del Maestro Domingo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De Sevilla a Lloret como cierre oficial de la segunda parte, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PLÁCIDO DOMINGO</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AIRAM HERNÁNDEZ</b>, nos ofrecieron el dúo de la ópera “Marina” de
Emilio Arrieta, “Se fue, se fue la ingrata”. Años ha, se lo había escuchado a
Plácido den el role de tenor. Ahora le disfrutaba en la parte de barítono, tan
o más interesante que la de tenor.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Savia nueva mezclada con savia vieja. Otro de los momentos de la tarde, uno
de tantos otros, porque lo mejor, lo más emocionante estaba a la vuelta de la
esquina. Lo deseaba, con fuerzas, lo quería con toda mi alma, y… llegó. Gracias
a Dios, llegó.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWcmmIah7gdefO9z4RWU4g3F0kZiMM-V6FJIU90inv0twKh0_6ZCOzGUDYviGk-9ojkZPuXnnKd3E8kc_DklE4PFsYj30EnScfDiy2JlbHnfhzcxPHcCSrdeb4tmNDxwH5t1YZ8iQJTAU4/s1600/FB_IMG_1526883914645.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="720" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWcmmIah7gdefO9z4RWU4g3F0kZiMM-V6FJIU90inv0twKh0_6ZCOzGUDYviGk-9ojkZPuXnnKd3E8kc_DklE4PFsYj30EnScfDiy2JlbHnfhzcxPHcCSrdeb4tmNDxwH5t1YZ8iQJTAU4/s320/FB_IMG_1526883914645.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Dígame usted lo que quiera, porque
yo lo escucho todo…”</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Todos éramos conscientes de que la fiesta aún no había terminado. Lo sabía
Plácido, lo sabía Ana, lo sabía Airam, y el mundo entero. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Plácido siempre generoso en el capítulo de las propinas, un episodio que
empezó de la única forma que podía empezar, tocándome lo más fondo de mi
corazón. Cuando le escuché decir, “Vamos a cantar un dúo de “La del manojo de rosas”…
en aquel instante fue como si el Liceu estuviera congelado porque de mi boca
salió un “Déu meu em moriré” (Dios mío me moriré). Plácido, simpático donde los
haya miró hacia aquella vocecilla emocionada que, para mitigar el momento
estruendoso de la frase, se estaba tapando la boca, y me sonrió. Como también
lo hizo una violinista de la orquesta al ver mi reacción.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ese momento soñaba…<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b></span></i><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Hacía tanto, tanto tiempo que quería escucharle ese dúo,
y en directo, que la emoción me invadió, separando solamente unos segundos de
tiempo para que aconteciera el milagro. Mi abuelo, desde el cielo, me daba la
mano y un dulce beso en la mejilla. Con una mirada, nos entendimos. Eso es lo
que habíamos estado esperando, y Plácido y Ana María nos lo regalaron.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El dueto de “Hace tiempo que vengo al taller, y no sé a qué vengo” por fin
estaba sonando en el Liceu, y por fin en directo en la voz del más grande. La
emoción fue tremenda, los nervios a flor de piel mientras podía observar la
picarona cara de Domingo a cada una de las palabras que iba mordiendo. Sus ojos
brillantes, su sonrisa encantadora y su voz envolviendo por completo la sala
del Liceu. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Cariño, como el que yo siento, no habido ni habrá en la vida”…qué placer,
qué goce escucharlo, qué arte. Qué genialidad… </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Fue tan emocionante que no pude contener mi emoción y me levanté a
aplaudir, en solitario, el momento, el dúo, para dar las gracias, para trasmitir
todo lo que en tres o cuatro escasos minutos, nos acababa de brindar. Que me
acababa de brindar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Siguieron los bises. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">AIRAM HERNÁNDEZ</b>
con la romanza de Rafael “La roca fría del calvario” de la zarzuela “La
dolorosa” del maestro Serrano, donde de nuevo salió luciendo un fraseo pulido y
personal, aunque se quedó solamente en la primera estrofa. Y aquí, fue mi
abuela la que me dio la otra mano y besó mi otra mejilla al escuchar la
zarzuela preferida de su padre. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Siguió <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ANA MARÍA MARTÍNEZ</b> con la
entrada de Cecilia de la zarzuela cubana “Cecilia Valdés” del maestro Gonzalo
Roig, la única pieza que desconocía de esta gran velada. Como siempre, Ana
María desplegó su arte y gracia, y con una voz bonita de origen, dejó al Liceu
bien sorprendido.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Faltaba aún otra de las piezas emblemáticas del gran <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DOMINGO</b>. En la primera parte había sido “La tabernera del puerto”,
y “Maravilla” y la romanza “Amor vida de mi vida” de Federico Moreno Torroba
reclamaba, a gritos, su ejecución. Sentida, emocionada, llena de recuerdos y a
la vez de nuevas sensaciones. El Liceu delirando y de pie. Así finalizaban
estas más de dos horas que parecieron poco menos de dos segundos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Reza esta última romanza… <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Adiós, mi
bien, adiós”<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. </b></i>Adiós, Maestro,
adiós, y hasta la próxima. Y, del brazo de una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">concertina, </i>sin pompa y con sencillez, Plácido Domingo, junto con
el resto de intérpretes abandonaban el escenario del Liceu. Un Plácido al que
tres horas antes había podido disfrutar para mi sola unos segundos en la
entrada de artistas. Escuchar su voz, ver su figura, mirarle directamente a los
ojos. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Plácido Domingo, un titán, un grande entre los grandes. Un gran artista. Un
gran señor. El más grande. El mejor. Así se lo grité en su último saludo cuando
se dirigía ya de nuevo a bambalinas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-45823049247872205512018-05-01T13:01:00.000+02:002018-05-01T13:03:56.777+02:00Un grande spectacolo...a Sabadell<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoeXjO71VkMgkb4Tu3Xh9qMNcUD890Q3hy_x2xNPtgXC9zUUuWb6DuU8NifgdS513jYnVhFSf5S1i7AFg7r88QFCOQMji2wL46vVfg8k7LySrw4jukkeFmhXJD6B-oG0mxjV4xtCGpK41D/s1600/pagliacci+sabadell.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="180" data-original-width="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoeXjO71VkMgkb4Tu3Xh9qMNcUD890Q3hy_x2xNPtgXC9zUUuWb6DuU8NifgdS513jYnVhFSf5S1i7AFg7r88QFCOQMji2wL46vVfg8k7LySrw4jukkeFmhXJD6B-oG0mxjV4xtCGpK41D/s1600/pagliacci+sabadell.png" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "verdana"; font-size: x-small;"><br /></span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Finaliza la temporada de ópera en nuestra ciudad. Y lo hace con sumo éxito
y con dos óperas populares del repertorio verista, la “Cavalleria Rusticana”
del maestro Pietro Mascagni y “Pagliacci” de Ruggero Leoncavallo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un binomio que asegura casi un teatro a rebosar y que se traduce en una
taquilla generosa, sirviendo al público una tarde de emociones, pasiones, celos
desmesurados, amores desesperados y, como no podía ser de otra manera en el
verismo, venganzas y muertes.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Dos montajes con una chispa de modernos, sobre todo en lo que se refiere al
vestuario, que acerca la acción, sino a los tiempos actuales, a tiempos que
todos los que llenábamos el teatro el domingo por la tarde éramos capaces de
reconocer. Trajes ellos y vestidos negros en ellas para la Cavalleria. Colores
sobrios, austeros y grises que cuadran a la perfección con el retrato de una
Sicilia rural y pueblerina, y que sabe alcanzar el toque de seriedad, de respeto
y de honor de sus habitantes.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La cosa cambia en Pagliacci. Aparece el color, la alegría y el calor de un
15 de agosto en Calabria. Sol sofocante perfectamente recreado por la genial
iluminación de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">NANI VALLS </b>que se
rompe con la oscuridad de los momentos más trágicos de la obra. El vestuario,
variopinto y lucido. La disposición escénica del coro, perfectamente cuadrada.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ambos montajes, son firmados por el tándem <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">MIQUEL GÓRRIZ </b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PAU MONTERDE</b>,
antecesores de Carles Ortiz y Jordi Galobart. Los primeros firman dos producciones
con un decorado único y ambivalente para recrear los dos ambientes: con más
seriedad la Cavalleria, y con más luminosidad en la segunda. Carteles de estrenos
de películas italianas que se han convertido en clásicos, como “Riso amaro” (Arroz
amargo, 1949), colgaban de la pared del fondo del escenario en Pagliacci, dejando
adivinar a una imponente Silvana Mangano como protagonista principal de este
inmortal film.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Dirigir… y algo más</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Como siempre, un auténtico lujo y placer ver dirigir al sabadellense <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SANTIAGO SERRATE</b>. Entrega y pasión,
alentando siempre a los intérpretes. No se dejó ninguna de las entradas para
los solitas protagonistas, pero tampoco para el Coro, que lució como
últimamente nos tiene acostumbrados.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El volumen orquestal justo en Cavalleria y quizás un poco demasiado en
Pagliacci, no afean una interpretación, a mi gusto excelente, a la que se puso
el pulso justo de apasionamiento en pasajes en los cuales hubiera preferido un
poco más, sobretodo en el “Intermezzo” de la Cavalleria. Aún así, me emocioné
en este instante y lloré. Mi pensamiento se trasladó a otro momento de mi vida
que hace que no pueda escuchar este inspirado fragmento sin que en mis ojos
aparezcan lágrimas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ver como un director se convierte en la sombra, en el protector, en el
amigo y en el cómplice del intérprete es extraordinario. Era uno más en el fosado,
pero, también fue uno más en el escenario. Y el público así lo percibió siendo
merecedor de un gran aplaudo al finalizar la representación. Las dos
representaciones, valga decir.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Mención especial para el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CORO</b>
dirigido por el maestro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">DANIEL GIL DE
TEJADA</b>, que supo sacar un volumen nítido, aunado, fuerte y seguro. La
verdad es que es un gran placer ver la cantidad de gente joven que es
integrante de esta entidad. Jóvenes, con ganas, impetuosos, entregados y
felices de ser donde estaban y en el momento en que estaban. Sin dejar de ser
estáticos – suele ser el mal de todos los coros – se movieron bien, con una
distribución bastante simétrica y bien coordinada, que si bien, falta control
en cuadrar algunos mutis del escenario, por lo que respecta a la
interpretación, no hay nada que objetar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Fortes bien ejecutados en la plegaria de Cavalleria dieron paso a la jovialidad
del Paglacci, y todo ello, con 25 minutos de diferencia entre una y otra para
cambiar de chip y adentrarse en un ambiente festivo que ha sido precedido de un
terrible asesinato en la primera. Bravo el Coro. Bravisimo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Santuzza – Turiddu - Alfio</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Esta tripleta de personajes son los primeros que nos saludaron en la tarde
del domingo. La muchacha deshonrada, el típico macho siciliano, y el marido
cornudo que, por venganza y celosía, se entera de que hace tiempo que lleva adorno
en la cabeza.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzOetfj2tRbgmZiAJDnTXouTOcXEoWR6sQkEvs3eDcG4AuK2GOBzIHq8TFqEQvMLJoUDfiHPMGi9E1VvxyER5s8B2SPDbwmkRIDZrSaFQFqhlvnqDWIECdJRQh3gWY2c2na2gMCqIzX3j5/s1600/IMG_0105-min.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="573" data-original-width="860" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzOetfj2tRbgmZiAJDnTXouTOcXEoWR6sQkEvs3eDcG4AuK2GOBzIHq8TFqEQvMLJoUDfiHPMGi9E1VvxyER5s8B2SPDbwmkRIDZrSaFQFqhlvnqDWIECdJRQh3gWY2c2na2gMCqIzX3j5/s320/IMG_0105-min.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La Santuzza de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">EUGENIA MONTENEGRO</b>
tiene una voz bonita y timbrada, pero a la que falta dramatismo, o pasión, o…
algo le falta para abordar un papel de esta envergadura y entidad. Empezó bien,
tanto en su “Voi lo sapete, o mamma” y siguió regular en la plegaria junto al
coro.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La cosa empezó a declinar en la segunda parte del dúo con Turiddu. La voz
estaba un poco resentida, pues la de Montenegro es para afrontar papeles con
una pizca más de lirismo y no tanto al extremo verista. La voz pierde corporeidad
en las notas más graves, que quedan opacas, casi inaudibles. <span style="margin: 0px;"> </span></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El declive llega en el dúo con Alfio, que salva, pero utilizando un
discurso poco trabajado, muy plano, sin matiz, de autómata. Como si le
estuviera relatando el engaño por pura gimnástica verbal pero sin sentirlo, sin
emocionarse.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cierto es que su Santuzza no roza la locura o la desesperación de la mujer
traicionada de otras Santuzzas, cierto, y su enfoque es inicialmente válido,
pero, no suficiente. Quizás, un tanto reservada aquí para afrontar con notable
comodidad, el final de la obra que culmina con dos notas dificilísimas, que
deben ser casi gritadas a pleno pulmón.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un gran “tour de force” es lo que le tocó al tenor <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ENRIQUE FERRER</b> afrontando este pack Turiddu-Canio.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Dos personajes agotadores, escénicamente opuestos, pero que requieren de
inteligencia, fuerza y cambio de mentalidad. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Interpretar a lo largo de 2 horas, 2 horas y media un personaje que tiene
un arco de principio a fin de la obra es extenuante, pero, interpretar a dos y,
además, distintos, es para quitarse el sombrero. Del típico siciliano, joven, chulo
y macho al desesperado, viejo y abatido Canio, va realmente un abismo, y Enrique
Ferrer llegó y bien.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sí que es cierto que en cuanto a vocalidad se refiere, estuvo mucho más
cómodo en “Pagliacci” que en “Cavalleria rusticana”, pero, en conjunto, firmó
un más que digno Turiddu. Seguro y entregado aunque el enfoque del personaje se
aleja de su esencia, y aunque se ha cansado de Santuzza, sus gestos, sus
miradas, denotan compasión por la campesina, escondiendo y no mostrando su gran
desprecio y, a la par, asco, para aquella con la que ha medio apagado el
incendio de pasión por otra mujer que aún quema en su corazón.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su “Mamma, quel vino…” fue atacada con una pizca de dramatismo, quizás aquí
una siempre espera más, pero, con las notas asentadas y bien colocadas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifu61xjbMAqfmzBCbLcVUNA3paTQwXAOvl22FnTN6hVjvOFoWxeDcGYlJu2007-X1aKBO09FcRhP9R-z6kW_XOPp5DwwMLygQfM-hu2XFyS9pnsrHC-rqECaVKG2l1h_m2BFXsau3wOV68/s1600/cavalleria.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="151" data-original-width="333" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifu61xjbMAqfmzBCbLcVUNA3paTQwXAOvl22FnTN6hVjvOFoWxeDcGYlJu2007-X1aKBO09FcRhP9R-z6kW_XOPp5DwwMLygQfM-hu2XFyS9pnsrHC-rqECaVKG2l1h_m2BFXsau3wOV68/s320/cavalleria.png" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Caso a parte es el Alfio de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">TONI
MARSOL</b>, que aunque defiende el personaje, vocalmente se le escapa y no deja
salir la robustez que luego manifestó en su Tonio, para mí, mucho mejor
ejecutado y con mucha más comodidad.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su “Il cavallo scalpita” queda un poco a medio camino, aunque, ducho en su
oficio, sabe sacarle partido, artísticamente, para que no haya nada que
objetarle. Y en su escena final con Turiddu cumple con las expectativas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En cuanto al resto del elenco correctos todos en su cometido.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Avanti, avanti, avanti, avaaaaaaanti….</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Después de la obligada pausa, 25 minutos, llegó el momento de abandonar
Sicilia, y de poner los pies en Calabria.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Mezz´agosto. </span></i></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sobre el ambiente cae un calor infernal. La tarde avanza, lenta, sofocante.
El ambiente se torna pesado. Asfixiante. Saltos y brincos. Vestidos de flores,
de tirantes, gente arreglada y otros que simplemente van cómodos. Se avecina ya
nuestro verano. O es que tenemos ganas de verano, quizás sea esto y por ello
quizás la predisposición sea otra.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Nada. Nada de lo que vemos en el escenario delata que allí va a pasar algo
muy gordo. Violencia doméstica. Un nuevo crimen. Traiciones, celos.
Cuchilladas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Pagliacci” de Leoncavallo. Su obra maestra. Una de las grandes joyas del
verismo, fue la que pondría colofón a la tarde del domingo y a la presente
temporada.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">De nuevo, el mismo decorado que habíamos apreciado en la Cavalleria y con
el cual ya estábamos familiarizados. Solo una hilera o dos de bombillas
incandescentes, los pósters de cine, y un toldo descorrido encima de unas mesas
y sillas en la parte izquierda del escenario marcaban territorio.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El maestro <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SERRATE</b> daba inicio a
la ópera con unas pulsaciones seguras y marcadas seguidas de una imitación de
carcajada de los instrumentos de viento que, dieron paso a uno de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“hits”<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">
</b></i>de esta ópera: el “Prólogo”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un haz de luz recorre el escenario. Sabemos que está a punto de salir Tonio
y hacer una manifestación de todo lo que vamos a ver y a vivir a continuación,
matizando que nada de lo que vamos a ver es mentira. Al contrario. Simplemente
vamos a ser testimonio de un pedacito de vida de personas humanas, no de
personajes. Veremos amar, tal y como se aman lo seres humanos y como el fruto
del odio engendra maldad y crimen. </span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7n6t44cCaRkaBN0wrXw9O4bKxjkKPA8xHID6KgB8wuTn3XsdIskRWoyJrmYb-N7P7f3EBmWnCU6Tc8hs4X9lLctIE4YkyBY63WjYMlmSyVkNYUjA_ymRH9GcbSi-xqs1GJhwzpu-6Fzyz/s1600/31437418_10216717827677796_5759304827166814370_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7n6t44cCaRkaBN0wrXw9O4bKxjkKPA8xHID6KgB8wuTn3XsdIskRWoyJrmYb-N7P7f3EBmWnCU6Tc8hs4X9lLctIE4YkyBY63WjYMlmSyVkNYUjA_ymRH9GcbSi-xqs1GJhwzpu-6Fzyz/s320/31437418_10216717827677796_5759304827166814370_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Todo esto y más, es lo que bordó el barítono <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">TONI MARSOL</b>, muy puesto – y mucho más cómodo- como Tonio, el payaso
desgarbado, lascivo y vengativo que desea a la mujer de su jefe. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ya desde su primera nota, desde su “Si può?” se adivina que su Tonio va a
ser lo que se espera de un Tonio. Con él sabe fusionar, a la perfección la
parte vocal con la artística. Sí que es cierto que quizás el timbre de voz no
sea especialmente bello, pero, su fraseo, su gesto y su entrega pasan por
encima de este detalle cual tsunami que arrasa una playa. También es cierto que
no apostó por ninguna de las notas agudas del Prólogo. Fue a lo seguro y dónde
quizás se sentía más cómodo. Esta es la única espinita que me queda de su
Prólogo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Choca ya de entrada su caracterización: ojos negros muy profundos sobre una
cara blanca rematada por una sonrisa roja casi de oreja a oreja. Vamos, que,
solo le faltaba la peluca verde y otra clase de vestuario, pero estoy segura
que todos reconocimos en el Tonio de Toni Marsol a uno de los personajes más
psicóticos del cine moderno. Claro está, me estoy refiriendo al Joker que
interpretó el tristemente fallecido Heath Ledger al lado de Christian Bale en “El
caballero oscuro” (2008).</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Con esta perspectiva podíamos ya esperar cómo sería su Tonio. Acorrala a
Nedda, pero lo justo. Toda la maldad la manifiesta con gestos y sonrisas, con los
ojos, con ironía. Y claro está con la voz. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Firmó un excelente prólogo como decía pero también un gran dueto con Nedda “So
ben che difforme…” uno de los momentos más bellos de la ópera. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Bravo!!!. Bravo il mio Tonio”</span></i><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">, si se me permite parafrasear el personaje de Nedda,
aunque yo, en esta ocasión lo haga en sentido positivo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La soprano <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">SVETLA KRASTEVA</b> dio
vida a Nedda, personaje que combinaba con la también soprano Montserrat Martí.
Descubrí a esta cantante el año pasado con su interpretación de Manon Lescaut.
Me gustó ya entonces y me gustó, obviamente, el domingo por la tarde. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Fraseo limpio y agudos bien atacados en todas y cada una de sus
intervenciones: con Tonio, con Silvio y con Canio. Sacó carácter y valentía con
el último; el más puro lirismo en el dueto de amor con Silvio, y el asco y
desprecio con Tonio.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Aunque su personaje se mueve un poco en arenas movedizas, se apasiona pero
tiene que esconderlo, tiene miedo pero tiene que vencerlo, encontré un punto,
solo un punto de frialdad que le va bien al personaje, tanto a Nedda, como a
Colombina en la pantomima que cierra la obra. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En definitiva una buena, buenísima apuesta por esta soprano de la que
esperamos gozar mucho más en Sabadell.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnU4OogjRf_atbdT7uU4DnbUJuGbhwSqIW-VttK_DElu8qW1oJ0YKcwqkQWuwCK3-knviAF0xZAZmNY2FPhYZutJRTOm8Z-NI6h8SfmMXCniChhkoy7rOxs4DnVK5ut8LRPIWyrrpzb_1G/s1600/31404038_10216717832077906_5930028054096500203_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnU4OogjRf_atbdT7uU4DnbUJuGbhwSqIW-VttK_DElu8qW1oJ0YKcwqkQWuwCK3-knviAF0xZAZmNY2FPhYZutJRTOm8Z-NI6h8SfmMXCniChhkoy7rOxs4DnVK5ut8LRPIWyrrpzb_1G/s320/31404038_10216717832077906_5930028054096500203_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Tu sei Pagliaccio”. </span></i><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Si, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ENRIQUE FERRER</b>
fue Pagliaccio. Y Canio. Dos personajes, quizás no tan distintos, y si un tanto
iguales. ¿La diferencia? La que cree Canio que es: una, solamente una y la
conocemos en los labios del propio Canio: “Il teatro è la vita non son la
stessa cosa…” Esto es lo que cree el feriante. Y lo cree firmemente, aunque el
público, ya desde un principio sabe que no es así porque así, ya nos lo ha
explicado Tonio en su prólogo.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Canio se da cuenta de ello tarde. La vida y el escenario es lo mismo. Canio
es a Pagliaccio, lo que Pagliaccio es a Canio. Y Enrique Ferrer, convencido de
lo contrario aunque acaba claudicando, así sabe reflejarlo en su personaje.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Vocalmente, y ya desde su entrada en escena está más cómodo, en una
tesitura que se amolda mucho mejor a sus posibilidades vocales. Una voz que ha
hecho desfilar por el escenario vallesano con Otello, Manon Lescaut, Carmen, y
ahora con este binomio de óperas cortas, pero, de una exigencia suprema.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Debutaba a Canio el día del estreno, por tanto, el del domingo era su tercera
representación. <span style="margin: 0px;"> </span>Cuando tenga el
personaje mucho más rodado, cuando se sienta seguro del todo en su piel y
también musicalmente, puede hacer de él una gran interpretación a la que faltó
un poco de dramatismo en el instante justo anterior a su “Vesti la giubba”. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El aria por antonomasia de esta ópera – junto con el Prólogo de Tonio – fue
afrontada más desde el hondo dolor del hombre traicionado que no desde el
histrionismo patético y llorón que, al largo de muchas décadas, ha quedado
incrustado e indisoluble en manos de muchos de los Canios que haya podido
escuchar en mi vida (aunque, sinceramente, prefiero esta visión).</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Hace una introspección al personaje, y no solloza. Su canto liga porque no
imita el llanto ni la falta de respiración del que entra en cólera y no sabe
dominarse, y que tanta veracidad sugiere cuando todo el cuerpo y todo el
cerebro se encuentra en fase o estado de catarsis.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Esto, condiciona también la brutalidad con la que podía afrontar la
pantomima final, pero, Enrique Ferrer equilibra bien al personaje y no se le va
de las manos. Sigue la senda trazada y aunque furioso, intenta dominar al
personaje.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Su vocalidad se adecua y sale victorioso con creces de un cometido, para
nada fácil, brindando, no solo un buen Canio (apostando por todas las notas
altas ya desde el principio en la suicida “Ricordatevi…. A venti tre ore…”)
sino también un magnífico Pagliaccio con su dificil “Meretrice abbietta”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ahora por ahora, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ENRIQUE FERRER</b>
es nuestra mejor opción para afrontar en el teatro de nuestra ciudad este tipo
de repertorio, que tanto disfruto y que tan buena tarde de domingo me hizo
pasar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sí que llegados a este punto quiero hacer dos menciones especiales: la
primera para el Silvio de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JOAN GARCIA
GOMÀ</b>, un cantante al cual he visto nacer desde que cantaba en el Cor de la
Sarsuela de Maria Teresa Boix cuando aún era un chavalín, y que ahora, me ha
sorprendido corrigiendo aquella pizca de nasalidad de la que adolecía su voz.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">También destacar la bonita y limpia voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CÉSAR CORTÉS</b> en su breve papel de Beppe y Arlecchino. Hay buen
material aquí. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1kG1QFKHXh-n0N-8fB3YA-x9T2GrE2bKKHWvFs3qIE1680Sgbekdr6NDjbbM3su3HAEA6OeNGGVRr4dtpN67ssRFE8FcCOuUIKCmoMc3MvqKotml3pMfJ7IBussJlPcXWId_8QN67p-9F/s1600/31562235_10216651371102919_4260772069579386757_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="960" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1kG1QFKHXh-n0N-8fB3YA-x9T2GrE2bKKHWvFs3qIE1680Sgbekdr6NDjbbM3su3HAEA6OeNGGVRr4dtpN67ssRFE8FcCOuUIKCmoMc3MvqKotml3pMfJ7IBussJlPcXWId_8QN67p-9F/s320/31562235_10216651371102919_4260772069579386757_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Il concetto vi dissi, or ascoltate com´egli è svolto….”</span></i></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cual dice Tonio en el final de su prólogo. Parafraseo de nuevo. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Yo solo he explicado una parte. Si queréis saber cómo todo esto se
materializa, se vive y se siente, no dejéis pasar la oportunidad de asistir a
cualquiera de las representaciones que podrán verse a lo largo de la geografía
catalana.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El espectáculo es mucho más que recomendable. Qué digo recomendable…. Es
imprescindible verlo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: x-small;"><br /></span></div>
Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-30011695319438047202018-04-16T20:26:00.001+02:002018-04-16T21:25:09.059+02:00Luisa Miller en HD desde el MET (14-4-18)<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: "verdana"; font-size: x-small;">Algunos la disfrutaron en vivo. Otros afortunados la siguieron en el cine. Otros, ni tan siquiera la pudimos disfrutar.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: "verdana"; font-size: x-small;">Pero siempre nos queda el soñar con que el MET la edite en DVD. Mientras esto ocurre, si es que llega a materializarse, gracias a mi ya colaboradora habitual, mi querida amiga<b> MÓNICA MENCONI</b>, hoy podemos tener una impresión en primera persona de lo que el sábado por la tarde ocurrió en el MET.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: "verdana"; font-size: x-small;">Desde el cine, en pantalla gigante, aquí tenemos qué es lo que dio de sí esta tan poco programada ópera y qué le hizo sentir a Mónica nuestro tan querido y apreciado Plácido Domingo.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: "verdana"; font-size: x-small;">Pura pasión es lo que supura en sus palabras.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: x-small;"><span style="color: blue;"></span><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="color: blue; font-family: "verdana"; font-size: x-small;">Como siempre, agradecerle el esfuerzo dedicado a escribir estas cuatro líneas después de una intensa función.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana"; font-size: x-small;"><span style="color: blue;"></span><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="color: blue;">¡¡<span style="font-family: "verdana"; font-size: x-small;">Gracias Mónica!!</span></span></div>
<b></b><br />
<div style="margin: 0px;">
<span style="color: blue;"></span><br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjskUm_vvZBQdyIi3bvcBPGTFwOMBj7FYX17YKnjUozl458cBSIVxR6DwCEBX7ECMewVd3d05Q5kZhCtApZVTa-THUAdvpqLP3XLLv4RF98JBsvAN_R4QG-nWSsPDXy7IAyAIYCv7w5zYv3/s1600/Captura00.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="487" data-original-width="1145" height="136" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjskUm_vvZBQdyIi3bvcBPGTFwOMBj7FYX17YKnjUozl458cBSIVxR6DwCEBX7ECMewVd3d05Q5kZhCtApZVTa-THUAdvpqLP3XLLv4RF98JBsvAN_R4QG-nWSsPDXy7IAyAIYCv7w5zYv3/s320/Captura00.JPG" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin: 0px;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Había una vez o cuenta la leyenda……</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Todos fuimos pequeños y hemos oído mil y una vez estas tres palabras, o
las otras tres, al inicio de un cuento. A partir de ellas todo podía suceder. Historias
mágicas y maravillosas hacían volar nuestra imaginación.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Crecimos. Fuimos viviendo la vida y perdiendo de vista ese mundo de los
cuentos. Pero la vida…la vida se encarga de darte tantas posibilidades como
sorpresas. Y un día uno descubre los deportes, el cine, el teatro y las artes
en todas sus manifestaciones.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">A mi la vida me puso todo eso por delante, y más. Y como soy devoradora
y profundamente apasionada me incliné por aquello que más me fascinaba: el
ballet, la música clásica y la ópera. Vi todo y a todos los que pude en mi país
y fuera de él. Hasta que me hice “adicta” a ese arte que para mi reunía todo:
una historia (verídica a veces, o no), la escenografía, la actuación, el
vestuario, la iluminación, la coreografía, la música,<span style="margin: 0px;"> </span>y por sobre todas las cosas la voz humana
expresada a través del canto. Y con ese descubrimiento creo que recuperé todo
lo mágico que había ido perdiendo en el camino.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Pero no es que reseñaría Luisa Miller de G. Verdi? En eso estoy, créanme.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">No les voy a contar lo que ya saben, porque los que leen este blog saben
de qué va la cosa. Al final, verán que todo tiene una explicación. O no.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">La ópera</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Luisa Miller es una ópera poco representada, estrenada en 1849 y fruto
del primer período productivo del compositor que venía a ser nexo entre el bel
canto y el verismo. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">El argumento doy por sentado que lo conocen. Si así no fuera, Wikipedia
ayuda mucho. Digamos que muchacha del pueblo (plebeya claro) enamórase, siendo
correspondida, por un joven noble, condición ésta que oculta a su enamorada.
Padre de la muchacha: ex militar, honorable y respetado. Padre del joven: conde
de origen sospechoso y enemigo del anterior. El padre de ella sospecha del
joven, quien finalmente le confiesa a su amada su verdadero origen.<span style="margin: 0px;"> </span>Todo parece encausarse pero este amor estará
sujeto a los juegos maléficos del conde y su mayordomo (a la sazon enamorado de
Luisa), amenazas y malos entendidos que desencadenan una verdadera tragedia.
Ambos padres ven morir a sus hijos, y el conde además a su mayordomo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Se le adjudica quizá escaso valor musical aunque yo no lo creo así.
Dícese que la historia es remanida y cae en lugares comunes, como si nunca se
hubiese hablado de amores no correspondidos o intrigas, traiciones y engaños en
otras óperas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Luisa Miller es posterior a Macbeth y musicalmente es bella y gentil en
su inicio para ir tomando caminos tensos que derivan en drámáticos y fatales.
Sus personajes demuestran ser profundamente humanos en sus sentimientos y hasta
“políticamente incorrectos”. Esto se manifiesta claramente cuando Miller padre
declara que su hija se casará con quien ella ame, que el derecho a elegir
marido es sagrado. Y era el siglo XIX!!! </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">El elenco</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Convocados a esta performance estuvieron Sonya Yoncheva (Luisa), Piotr
Beczala (Rodolfo, que otrora encarnara Domingo tenor), Plácido Domingo (Miller
padre), Alexander Vinogradov (Conde Walter, padre de Rodolfo), Dmitry
Belosselskiy (Wurm, mayordomo del Conde y enamorado de Luisa), Olesya Petrova
(Federica, Duquesa enamorada de Rodolfo) y Rihab Chaieb (Laura, aldeana amiga
de Luisa).</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">El elenco no podía ser mejor. Beczala (tenor) encaraba su primer Rodolfo
(que otrora cantara Domingo), Yoncheva (soprano) su primera Luisa y tercer rol
de la temporada en el MET y Plácido Domingo (hoy barítono) estrenaba su rol n°
149 (según se propia cuenta) como Miller padre. Los rusos Belosselskiy (debut)
y Vinogradov, ambos bajos.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNotYc5gxkz-t_eMNhVYlUo8mDQEWAjO6KLtrhpkjesU9GUIIkhE1Kg1iUQB4vezSKdm-bfoSvUAOlkqgPMUgpmm-Y3lBI62lD14CJg1TYOhWMIiGx4PFi3ArUTwn4Wfin41K-Chh_fZP1/s1600/80281-luisa-miller-met-opera-c-chris-lee--1--resized.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="510" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNotYc5gxkz-t_eMNhVYlUo8mDQEWAjO6KLtrhpkjesU9GUIIkhE1Kg1iUQB4vezSKdm-bfoSvUAOlkqgPMUgpmm-Y3lBI62lD14CJg1TYOhWMIiGx4PFi3ArUTwn4Wfin41K-Chh_fZP1/s320/80281-luisa-miller-met-opera-c-chris-lee--1--resized.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">YONCHEVA </span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">demuestra una
ductilidad asombrosa al encarar su tercer rol en una misma temporada. Y creo
que esta Luisa le va muy bien a su voz. No tiene la exigencia de una Elizabeth
de Valois, pero sí tiene momentos belcantistas que ella sortea con gran
solvencia y arias y dúos de notoria exigencia expresados todos con gran
sentimiento, compromiso y veracidad. Su voz siempre bien proyectada aunque en
la zona baja tenga una cierta tendencia al engolamiento. Su Luisa está muy
enamorada y lo manifiesta, también se angustia ante el posible engaño y se
muestra estoica cuando decide no ingerir alimento alguno. Los dúos finales,
primero con su padre y luego su enamorado son de enorme entrega y
magníficamente cantados.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">(Aquí me detengo en dos pequeños detalles: </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">a) un gesto vulgar me llamó la atención, cuando le dicen que su
enamorado es noble, hijo del Conde Walter el enemigo de su padre, ella
manifiesta su incredulidad juntando la yema de los dedos y moviendo la mano
hacia arriba y abajo; </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">b) debe dejar de mirar tanto los monitores laterales, consideremos que
es la quinta función y va al mundo en HD).</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmn56Ku6Nsjem0F_5tEgCya55GjZBMZfO4S9O_m9MIjsIRihDtT4nzr2hoSKoxff4EW6UR9-GQITDkbMsGD94KeFYHPEguISkm6lpIEVNgUvtDl1v4d_YaJZPF1ly76HS2ghyuGdLdJdsq/s1600/80277-luisa-miller-met-opera-c-chris-lee--5--resized.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="510" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmn56Ku6Nsjem0F_5tEgCya55GjZBMZfO4S9O_m9MIjsIRihDtT4nzr2hoSKoxff4EW6UR9-GQITDkbMsGD94KeFYHPEguISkm6lpIEVNgUvtDl1v4d_YaJZPF1ly76HS2ghyuGdLdJdsq/s320/80277-luisa-miller-met-opera-c-chris-lee--5--resized.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">PIOTR BECZALA</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"> se consagra a su Rodolfo y con su Rodolfo. Asi se lo demostró el
público con su ovación al término de la famosa aria “Quando le sere al placido”
y en el saludo final. Fue de menos a más pero siempre entregado, la voz
abierta, nítida, muy prolija dicción, agudos emitidos con absoluta limpieza
para irrumpir en el tercer acto con una determinación, potencia e
interpretación notables. Gran tarde para él!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Notable el bajo ruso <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">VINOGRADOV</b>.
Su Conde Walter fue malo, falso e indiferente según fue desarrollando su rol
hasta sufrir el castigo final viendo morir a su hijo. Posee una voz importante
que proyecta muy adecuadamente y se desenvuelve con soltura. Fue muy bien
recibido por el público.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">DMITRY BELOSSELSKIY</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"> resultó una sorpresa por su gran desenvoltura, la potencia de su voz e
importante presencia escénica. No dudó en acomodar la carta y la pluma que
Luisa había desechado por los aires, ni descuidó detalles de cómo sentarse y
cruzar las piernas frente al Conde cuando éste le revela su plan. Muy
aplaudido. Para tenerlo muy en cuenta.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">OLESYA PETROVA</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"> dotó a su Federica de los aires propios de una noble enamorada y
caprichosa dispuesta a todo para desposar a Rodolfo. Muy buena mezzo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Un papel agradecido aunque pequeño es el Laura, la aldeana amiga de
Luisa. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">RIHAB CHAIEB </b>lo cantó con
mucha ternura, su voz es dulce y ligera sin dificultades para llegar a los
agudos. Joven y bonita. También ella para tener en cuenta….</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">El coro tuvo un desempeño correctísimo si bien no tiene tanta presencia
durante la obra. Excelentes los niños de la aldea, como si jugaran y corrieran
en la suya propia.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">La puesta</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">ELIJAH MOSHINSKY</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"> se caracteriza por su rigor, su extremo cuidado, su exquisitez en lo
sencillo. Impecable puesta. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">La escenografía y vestuario fueron responsabilidad de Santo Loquasto.
Debería agregar algo más a su nombre? No lo creo….</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Un excelente diseño de luces estuvo a cargo de Gregory Keller. Nada fue
descuidado en este aspecto.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Dirección y orquesta</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Es notable cómo un gran director puede extraer de una partitura su
esencia, transmitírsela a sus músicos y a los cantantes logrando que cada momento
tenga la tensión necesaria. Un gran desempeño de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">BERTAND DE BILLY</b>, su autoridad al servicio de la música de Verdi
hizo de esta Luisa Miller un verdadero disfrute.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Lo que creen que me olvido, no lo olvido: merece párrafo aparte</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9OMkRStZfNkLreI3XsHNlvYczEufizMdwRY8cx1HYffvxwDeyJ15kFSGJ7KtXNKqmFN12r8gzP6UeTEUINmegj7TSlUxMiRzhxGZAtuncLFuvO6e3cYwrYxLrBWwjrPV8GvBQF_-zPO7M/s1600/AUDITORIO-NACIONAL.-LUISA-MILLER-1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="271" data-original-width="671" height="129" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9OMkRStZfNkLreI3XsHNlvYczEufizMdwRY8cx1HYffvxwDeyJ15kFSGJ7KtXNKqmFN12r8gzP6UeTEUINmegj7TSlUxMiRzhxGZAtuncLFuvO6e3cYwrYxLrBWwjrPV8GvBQF_-zPO7M/s320/AUDITORIO-NACIONAL.-LUISA-MILLER-1.png" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">PLÁCIDO DOMINGO</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Este señor de 77 años irrumpe en la escena con tal vigor que de entrada
ya te tira para atrás en tu butaca. Uno esperaría que comenzara tranquilo para de
a poco ir creciendo y no cansar demasiado su voz. De ningún modo! Canta y
parece que ya estuvo calentando hace horas. Su papá Miller posee toda la
dulzura por una hija única que sospecha ha sido enamorada por un hombre de poco
serias intenciones. La ama pero no le impone su autoridad sino que le da
libertad. Sufre por ella, enfrenta con fiereza a Rodolfo y a su padre que es su
enemigo, pero cede cuando comprende que el amor de Rodolfo es verdadero. Qué
prodigio vocal es Domingo! Qué actor consumado! Su entrega en la escena no
tiene límites, sinceramente no los tiene. Ese dúo final con su hija transmite
tan profunda emoción que es imposible contener las lágrimas. Y no he sido solo
yo, hubo varios en la platea en las mismas condiciones.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Al principio les hablé de las historia mágicas que nacían con “había una
vez” o “cuenta la leyenda” y de cómo la ópera me ayudo a recuperarla. Fue algo
más que la ópera…fue el señor Plácido Domingo cantando ópera.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Siempre digo dos cosas: </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">1) si Plácido subiera a un escenario y cantara “Mambrú se fue a la
guerra” seguramente todos lloraríamos por Mambrú debido a la credibilidad de su
interpretación. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">2) Los que pasamos los 50, y más, no tuvimos la posibilidad de ver y
gozar de una María Callas; en compensación Dios nos permitió ser contemporáneos
de este señor. Del señor Plácido Domingo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Cuando las generaciones que nos sucedan busquen, quieran saber o
simplemente investiguen en los libros (si para ese entonces existen claro), en
Wikipedia, Google o lo que fuera que haya, encontrarán que todo se inicia con:
“Había una vez…un tenor” o “Cuenta la leyenda que un tenor…..”. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Gracias a Dios es real, tan real que lo disfruté en vivo varias veces,
muchas veces. Hablé con él hasta por celular. Le di abrazos y besos. Era tan
real….en serio….pero claro…..se lo juro!!!!</span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-74380179476704728612018-04-11T21:18:00.000+02:002018-04-11T21:18:40.588+02:00Piano. Cóctel. Ópera y Zarzuela.
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS_KdTZTYfWJp2YYl_2hpbvDHwUk7JK2Z6YySsPuVbNsgVqBGibnZq4dkID0NcjwIHZ_pJ5iK3fprs6-35fhXqnld2QHKEiGyQ4jTzDCayVHHmTme6WlaxtyxYU47Rq8bXMnLw63d7ltmu/s1600/DWG6cK5W0AAUPD4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="1024" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS_KdTZTYfWJp2YYl_2hpbvDHwUk7JK2Z6YySsPuVbNsgVqBGibnZq4dkID0NcjwIHZ_pJ5iK3fprs6-35fhXqnld2QHKEiGyQ4jTzDCayVHHmTme6WlaxtyxYU47Rq8bXMnLw63d7ltmu/s320/DWG6cK5W0AAUPD4.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: verdana; font-size: x-small;"><br /></span></u></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sabadell, años 195... Una docena de mesas. El triple de sillas. Ambiente de
cóctel. Espacio distinguido. Piano y solistas amenizando una tarde-noche de
domingo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sabadell, 8 de abril de 2018… Una docena de mesas. El triple de sillas.
Ambiente de cóctel. Espacio distinguido. Piano y solitas amenizando la tarde-noche
del domingo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Entre estas dos situaciones, lo único que habría podido diferenciar estas
dos veladas, hubiera sido las molestas columnas de humo que se hubieran elevado
hacia el techo de las Cavas Urpí allá por los años 50. Por lo que hace
referencia al resto, bien hubiéramos podido retroceder en el tiempo y nada
habría cambiado. Buena música y buenas voces. Y para dar aún un toque más de
elegancia, posibilidad de disfrutar de una copa de cava o un refresco mientras
las voces de la soprano <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">LAURA OBRADORS </b><span style="margin: 0px;"> </span>y del barítono <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CARLOS DAZA </b>afrontaban obras de Mozart, Verdi, Bellini y de
compositores españoles, en una segunda parte dedicada a la zarzuela.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Caves Urpí</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Era la primera vez que asistía a este recóndito espacio de nuestra ciudad.
Y me gustó. Disfruté, de manera diferente, de aquella música que viene
acompañándome desde que era muy pequeña. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El reducido recinto me permitió poder apreciar – casi tocar- a los
cantantes a distancias muy cortas. Caras relajadas, y una buena compenetración
que descubre quizás una bonita amistad fuera del escenario y evidenciaba una
complicidad encima del mismo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La iniciativa, a tenor de lo que dispone el programa de mano, vino de la
mano de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">LAURA OBRADORS</b>, y se le
agradece encarecidamente. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CARLES DAZA</b>
apoyaba también la idea, con ganas y entusiasmo. Ambos, estuvieron arropados
por el pianista <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">VICTOR GALIANO.</b></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Una tarde de ilusión y de retos para Laura Obradors, sin duda alguna.
Tampoco hay duda de que las voces están en caminos muy diferentes y encauzadas
de diferente manera.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaISNDf5E4oy3ljrO97Wy-aJLxZs4CTFskhl4GA9LquPnx82j2WIm5KVwM1fKTQDkzYzpAOjfbExIKUxh2dCV4uUcU18lwXDF8YOSXbeZkoEibX8mMTIFkQRa9D-HiMAzw4Vu57aEnG5gx/s1600/Carlos_portadab_W700.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="478" data-original-width="700" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaISNDf5E4oy3ljrO97Wy-aJLxZs4CTFskhl4GA9LquPnx82j2WIm5KVwM1fKTQDkzYzpAOjfbExIKUxh2dCV4uUcU18lwXDF8YOSXbeZkoEibX8mMTIFkQRa9D-HiMAzw4Vu57aEnG5gx/s320/Carlos_portadab_W700.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">CARLES DAZA</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">, a quién vi nacer profesionalmente con un – para mí –
muy recordado Silvio de “I pagliacci” en el año 2005 en la Faràndula, llevaba
la batuta. Ni rastro hay de aquel chaval que no alcanzaba aún los treinta años
y que, con un sólido y buen material de origen, intentaba abrirse paso en este
mundo tan difícil.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Han pasado los años. Y no en balde.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La voz se ha ensanchado. Ha crecido. Ha ganado volumen. La impoluta dicción
y su expresividad, innatas, se mantienen intactas y, además, ahora, “es” más el
personaje. Su cara, su movimiento corporal, sin ser exagerado, es adecuado y suficiente.
Noble. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Aunque tuvo algún que otro pequeño desliz durante el concierto, para nada
empañó una interpretación que hizo despertar sonoros y variopintos bravos.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirFCeZ-XvBzyVeoGsNOwhs6Zks8kVJn5NGzZsgXpJclfozhTkGmiIXLGrYKOv2baW9XwXgQNR4SpkSzXedgLSHMxYy03MBuCShxxZZ0MIHh6vMHYL6B9obUMz2R-zAPQwZ4wmU6MMKGz6g/s1600/QN8BXGEk_400x400.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirFCeZ-XvBzyVeoGsNOwhs6Zks8kVJn5NGzZsgXpJclfozhTkGmiIXLGrYKOv2baW9XwXgQNR4SpkSzXedgLSHMxYy03MBuCShxxZZ0MIHh6vMHYL6B9obUMz2R-zAPQwZ4wmU6MMKGz6g/s320/QN8BXGEk_400x400.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">LAURA OBRADORS</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">, se enfrentó a piezas especialmente complicadas y
difíciles como el “Quante volte” de “I puritiani” de Bellini o el “Deh vieni
non tardar” que quizás requieran un mejor dominio de la coloratura en la
primera y mejor control de fiato, en ambas. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Al lado de Carles, en sus dúos, y quizás sintiendo el apoyo de quien estaba
pendiente de ella, de quien confiaba en ella, de quien le daba aliento y
felicitaba al finalizar cada intervención, es cuando sacó lo mejor de sí misma.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Se la veía feliz y contenta, a la par que emocionada.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Los mejores momentos</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Como no podía ser de otra forma, la interpretación de Carles en la “Cançó
de l´avi Castellet” de la zarzuela catalana “Cançó d´amor i de guerra”.
Pausada, sentida. Y qué gozo escuchar nuestra lengua, el catalán, tan bien
cantada y pronunciada. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En ambos, la dicción en catalán era perfecta. Sin mácula alguna.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero si hubiera de quedarme con un solo momento, con un solo instante, esta
vez sería el fantástico dúo de “El Caserío” de Guridi “Con alegría inmensa”.
Dúo que apenas se canta de una zarzuela que ni se interpreta. De aquellas que
quedan olvidadas en un cajón y van acumulando polvo, pero cuando con un suspiro
ese polvo revolotea por el aire, descubrimos pasajes tan bellos y emotivos como
el que nos ofrecieron Laura y Carles.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El dueto evoca ecos de la romanza, también cantada por el barítono, “Sasibil”,
un momento de exultante y emotiva inspiración de Guridi al recordar un amor de
juventud guardado en lo más profundo del corazón de un hombre y que nunca fue
revelado.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Simplemente, sensacional. Gracias a los intérpretes por hacerlo posible y
por emocionarme tanto en cinco minutos de música.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Capítulo de propinas</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Dos, solamente. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">“Otro” Mozart. No había bastante en el programa. Tres piezas de “Le nozze
di Figaro” y una de “Don Giovanni” y su celebérrimo “La ci darem la mano”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En esta ocasión, el turno fue para el simpático y divertido dueto de “La
flauta mágica” entre Papageno y Papagena… para acabar con una especial versión
del dúo de “La viuda Alegre” (Lippen schweigen) cantada en catalán y traducido
como “Calla el llavi”.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Aplausos. Bravos. Reconocimientos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Todo esto en casi dos horas que supieron a poco.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 10.66px; text-align: justify;">
<br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-88020479375350529092017-11-01T11:55:00.000+01:002017-11-01T12:00:30.158+01:00Don Carlos con "dream team" en París (entre lo perdurable y lo efímero).<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmhq3btnq2VudXGeGsTXU4mqpXouKdwPyJIz65DVVtQYtJU99_fb6pW7y1Lbiu37W_tbn6WT6xwzlesH07oloKY0vIVCCSwkeM1lRbI38hiCEC-co6znR4Ii_o7sLHtm3qmb8SMqhmDXgw/s1600/ob_e9be61_adon-carlos-03.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="615" data-original-width="800" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmhq3btnq2VudXGeGsTXU4mqpXouKdwPyJIz65DVVtQYtJU99_fb6pW7y1Lbiu37W_tbn6WT6xwzlesH07oloKY0vIVCCSwkeM1lRbI38hiCEC-co6znR4Ii_o7sLHtm3qmb8SMqhmDXgw/s320/ob_e9be61_adon-carlos-03.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: blue;"><br /></span></span>
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: blue;"><br /></span></span>
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: blue;">Segunda valiosísima aportación de Mónica Menconi, que desde el otro lado del Atlántico ayuda a complementar este rincón dedicado a la ópera. Como siempre de forma exquisita, con pasión y realidad, repasando hasta el último detalle y comentando siempre con toda gama de matices una ópera que adora. </span></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: blue;">Conocedora y ducha en la materia, Mónica nos traslada hoy hasta París haciendo un extenso repaso al esperado "Don Carlos" que interpreta Jonas Kaufmann en la capital francesa.</span></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: #000025;"><br /></span></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: blue;">Gracias Mónica.</span></span><br />
<span style="color: #000025; font-family: Verdana; font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="color: #000037; font-family: Verdana; font-size: x-small;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: #000055; font-family: Verdana; font-size: x-small;"></span></div>
</div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: #000025;"><br /></span></span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: #000025;"><div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
</span></span><div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><span style="color: #000037;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkPO0gNy6QVMrF8js4ZagXvYpV9qHr4EprmdaXJ4kr5-MQvn5fGbQryRvWoXRx-dqJmvttN_4iYXvVCn3ff-Wz8vfnpsJW5NBjgwFo46Hqa0eYocGxJqeAxOUyzEP22roPcwAoJ52QfDG9/s1600/IMG-20170607-WA0001.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="768" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkPO0gNy6QVMrF8js4ZagXvYpV9qHr4EprmdaXJ4kr5-MQvn5fGbQryRvWoXRx-dqJmvttN_4iYXvVCn3ff-Wz8vfnpsJW5NBjgwFo46Hqa0eYocGxJqeAxOUyzEP22roPcwAoJ52QfDG9/s320/IMG-20170607-WA0001.jpg" width="192" /></a></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Una vez más, y sin ánimo alguno de competir siquiera con las autorizadas
palabras de valiosos y admirados críticos musicales, he aquí mi impresión
sensorial y emotiva de esta versión en francés del Don Carlos de Giuseppe Verdi
de casi 4 horas según consta en youtube.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">El registro es de excelente calidad HD con subtítulos en francés.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Era ésta, junto al Otello del pasado julio en Londres, la segunda ópera
más esperada de la presente temporada. El cast no podía ser mejor: cinco
grandes estrellas de la lírica actual, un gran director de orquesta y una nueva
puesta. Esos lujos se los pueden dar pocas casas de ópera. En este caso <st1:personname productid="la Opera" w:st="on">la Opera</st1:personname> de París.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Mi primer pensamiento, cuando me entero de la programación de este Don
Carlos, fue hacia 1996…Le Chatelet: José Van Dam, Roberto Alagna, Thomas
Hampson, Karita Mattila, Waltraud Meier, todos bajo la batuta de nada menos que
Antonio Pappano y la puesta de un atrevidamente moderado y austero Luc Bondy. Inmediatamente
me pregunté cómo se podría “empardar” un acontecimiento tal. Pues aquel Don
Carlos, aún hoy a 21 años de su estreno, tiene tal magnetismo, tal poder que
traspasa la pantalla.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">También recordé aquellos cantados en italiano pero con puestas no tradicionales
y también austeras: Munich 2012 con Kaufmann, Harteros, Pape (maravillosos los
tres) con puesta de Jurgen Rose y dirección de Asher Fisch. <span style="margin: 0px;"> </span>Salzburgo 2013 con Kaufmann, Harteros, Hampson
y Salminen, batuta de Pappano y puesta de Peter Stein. Londres 2008 con
Villazon, Poplavskaya, Keenlyside, Furlanetto, Lloyd, Halfvarson y otra vez
Pappano.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Nada menor se podía esperar de Jonas Kaufmann, Sonya Yoncheva, Ildar
Abdrazakov, Elina Garanca y Ludovic Tezier, dirigidos por el gran Philippe
Jordan, puesta de Krzysztof Warlikowski y dramaturgia de Christian Longchamp.
Todos ellos casi los mejores en su cuerda y menester (menos uno, ya se verá).</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Quizás me traicionaron mis ganas, la ansiedad, los nombres más que
rutilantes. Pero no, este Don Carlos no tiene “aquella aura”. No hago
comparación alguna, solo marco una cualidad. Bien es cierto que no es
exactamente el mismo, este dura casi 20 minutos más, pues es la versión
original que incluye segmentos musicales y cantados que no estaban en la
primera señalada.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Y voy a ir a lo peor primero: la puesta en escena. Horrible. Es como
decirles que David McVicar hará un Trovatore que habita en una favela de Rio de
Janeiro y lucha contra el capo narco…..o una Boheme que tiene lugar en una nave
espacial del 2085. Porque si es cuestión de ser originales…..vamos, no nos
quedemos atrás. Este señor no va tan lejos, se queda por aquí cerca, 1950/60,
con un bello vestuario eso sí, pero con una mesa que bien hubiera estado en la
corte, un busto del gran Carlos V, un caballo blanco que todavía me pregunto
qué hace allí desde la obertura y todo el primer acto. Claro que a Don Carlos
lo viste con pantalón amplio, sweter de tenis (blanco con vivos azul petroleo)
pero descalzo (y después se quejan que el pobre se enferma y cancela…) y
pareciera estar en alguna “casa de descanso”. El joven tiene las muñecas
vendadas y manchadas de sangre (no me digan que se quiso suicidar???), sufre movimientos
espasmódicos tan poco naturales (pobre Kaufmann…). Oh si claro, debía yo
recordar que el verdadero Don Carlos era un hombre feo, semi deforme, carente
de inteligencia y que murió muy joven. Mala mía!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Nuestra querida Isabel de Valois entra en escena ya vestida de novia,
con velo y todo aunque en un momento se lo quitan para luego volvérselo a poner.
Descansa sus pesares apoyada amablemente en su caballo blanco frío e inmóvil.
Todo esto sucede como si fuera la mala proyección de una película en blanco y
negro; el escenario tiembla levemente, hay manchas negras como en los viejos films
y el rostro de Don Carlos (ya con saco y camisa) con mirada triste y perdida
ocupa todo el fondo de la escena.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Mientras el coro (todos vestidos de calle) canta cercado por un vallado
como el que se usa en el MET o en cines para ordenar la cola de ingreso; un
joven siervo vestido de época (de época como tal digo…) se acerca a la futura
reina para entregarle un presente, Don Carlos se sienta en la mesa y con una
tijera recorta notas de los protagonistas que serán puestas en un panel como
recordatorio. Perdón, olvidé decir que todo transcurre como en una gran caja
(está muy de moda….). Semi recostado en una cama/sillon de época (de época como
tal digo….) -cama que se quedará como sillón para la reina en el tercer acto,
cama donde pondrán el cuerpo inerte del Marques de Posa en el cuarto- <span style="margin: 0px;"> </span>recuerda nostalgioso el bosque de
Fontainebleau. Y como por arte de magia de pronto alli están ambos, en aquellos
bosques. Bueno así se traduce de la proyección del film pues semejan árboles
mientras, inquieta, la dama de compañía (Thibault) de la futura reina se acerca
rápida y espléndida en su outfit blanco de pantalón y chaqueta y zapatos negros
de tacón. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Stop aquí.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Si, porque este Don Carlos es muy largo. Solo voy a señalar algunas
otras “cositas descolgadas” que me hicieron mucho ruido durante el transcurso
de esta bellísima ópera. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">La corte de la reina está integrada por esgrimistas de blanco níveo
menos Eboli que está de negro y tiene un approach lésbico con una de las damas,
y fuma</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">El rey Felipe toma…y bastante, viste trajes muy caros pero su capa en el
auto de fé es original de época (de época como tal digo….). Canta su “Elle ne
m’aime pas” mientras Eboli descansa en un sillón contiguo y sin zapatos y con
su falda abierta, y a juzgar por el estado de la camisa del rey han hecho el
amor. Qué lindo que la gente se quiera!!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">La reina cambia varias veces su lujoso vestuario al igual que Eboli,
aunque los vestidos sí corresponden a los 50/60.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">El Marques de Posa viste muy bien y también bebe, aunque menos que el
rey y sin duda es el más inteligente y ubicado de todos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">El Gran Inquisidor no es ciego, lleva lentes de sol (también la reina en
varias ocasiones) y fuma.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Don Carlos por momentos es aniñado, infantil, y por momentos muy
decidido y sufre, sufre mucho. Yo diría que es bipolar y regresa a sus
movimientos cuasi epilépticos. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Stop segundo.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Hasta aquí todo pareciera ser un “esperpento” no? Pues no es tan asi, en
verdad. Qué es lo que hace que yo no diga que ni se les ocurra ver este Don
Carlos? Qué pasa que a pesar de una puesta semi desquiciada yo no haya podido
dejarla hasta el final? Porqué a medida que avanzaba el desarrollo de la misma
“algo” me tenía tan prendida a una historia harto conocida? Y en definitiva,
porque la gente pagó carísimos tickets, llenó <st1:personname productid="la Bastilla" w:st="on">la Bastilla</st1:personname> y gritó y braveó
con fervor? </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Yo creo que es la magia intrínseca de la ópera, de la ópera como género.
Y las voces (ya iremos a ellas una por una). Y las interpretaciones. Y la
música. Y la dirección de Jordan (en general criticada y en lo que no coincido).
Y la música…..Y la música…Verdi…Verdi!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP6Q1FfaGKRQ30Rhts8FQhEgbiqvRps1EenxtyZ8ot66AZOGFSXcivh19Tr3A8KCgTNVdf-5bks_tz0qxT9RI5so_tsbk6XfesiLv4RjddXWUBbqGCQ5Pzwh__JZE6EG1qnIMJ-6fGwGos/s1600/maxresdefault.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP6Q1FfaGKRQ30Rhts8FQhEgbiqvRps1EenxtyZ8ot66AZOGFSXcivh19Tr3A8KCgTNVdf-5bks_tz0qxT9RI5so_tsbk6XfesiLv4RjddXWUBbqGCQ5Pzwh__JZE6EG1qnIMJ-6fGwGos/s320/maxresdefault.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Voces</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Don Carlos es una ópera en la que el CORO tiene un rol importantísimo,
es fundamental. Y vaya si lo fue. No se podía pedir nada mejor. El nivel fue
superlativo, tanto coral como actoralmente. Qué delicia fue escucharlo. Una
paleta de matices de altísimo nivel. Asi fue también el reconocimiento del
público y del Mtro. Jordan en su abrazo fraterno a su director el Mtro. José
Luis Basso (y…argentino tenía que ser!) en los saludos finales. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">JONAS KAUFMANN</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"> nunca pudo, para mí, conectar de forma honesta con su personaje.
Simplemente lo actuó, pero no lo sintió. Tuvo momentos espléndidos y en el
final, donde se dejo fluir, lució todos sus recursos pero ya más relajado
porque no quedaba mucho por delante. Vale decir, cuida <span style="margin: 0px;"> </span>su voz, la dosifica para llegar entero. Y esto
es lo que viene sucediendo con él después de su largo parate de más de 4 meses.
Ha perdido brillo pero no potencia ni matices. Sigue siendo un placer
escucharlo pero no es ese “actor” comprometido como en <st1:personname productid="la Carmen" w:st="on">la Carmen</st1:personname> de <st1:personname productid="la ROH" w:st="on">la ROH</st1:personname> o el Werther de París o el
MET. Hay que ser honesto y decir que no es todo su responsabilidad, aquí ha
habido una dramaturgia muy marcada lo que ha resultado en cierta frialdad. El
dúo con Posa fue muy correcto pero casi sin contacto físico. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">SONYA YONCHEVA</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"> fue de menos a mas. Hubieron tres momentos de zozobra notables (uno de
ellos ni bien comienza a cantar) pero tiene mucho oficio y es una gran actriz.
Isabel de Valois tiene una tesitura muy aguda y algunos de esos momentos
tuvieron una emisión metálica y muy al límite sin embargo llevó dignamente su
rol. En el final, la extensa aria “Toi qui sus le néant” (Tu che la vanitá),
fue un tour de force magnífico.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">ELINA GARANCA</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">….qué voz, qué interpretación, qué soltura escénica más allá de la
marcación. Seduce desde que aparece. Si bien su registro es de mezzo llega a
ser casi una soprano. No noté problemas en los graves (que sí marcaron algunos
críticos y que suele tenerlos), todo lo contrario. Quizás con el correr de las
funciones pudieron equilibrar más con el foso. No tuvo fisuras y su aria “O don
fatal” fue una clase magistral, decididamente. Y así también fue la respuesta
de la audiencia: una ovación que no cesaba aún sin ella en escena y ya con Posa
sobornando al guardia de Don Carlos en la prisión (se repitió en el saludo
final y fue, por lejos, la más aplaudida, el público la amó). Impresionante
momento.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">ILDAR ABDRAZAKOV</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"> tiene la voz y el porte pero le falta edad, madurez. Tiene 41 años y
Jonas 48 que es su hijo. Bien, no hilemos tan fino, de acuerdo. Pero pesa. Aún
y asi es un grandísimo intérprete que fue quien mejor juzgó su rol (después de
Elina) fuera de la marcación. Gran rango de voz que hace correr con facilidad.
Su presencia es notable, no solo por su altura, si no porque la impone desde su
propia personalidad. Es un alcohólico, culposo….(bueno, así lo decidió el
regista) pero debo decir que la famosa aria “Elle ne m’aime pas” fue una clase
de canto, con dos momentos en donde hizo gala de un fiato absolutamente
increíble. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">LUDOVIC TEZIER</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">, finalmente el local. Admiro profundamente a este hombre. Tiene una
dignidad escénica como pocos he visto. Se mueve como en su casa, con
naturalidad pasmosa. Él es el Marques de Posa, él sí! Lo siente y no lo actúa,
lo vive. Su voz se proyecta todo el tiempo con una fluidez abrumadora. Cada
matiz de su voz es perfecto, no hay un vibrato que interfiera ni moleste. Su
emisión es perfecta. Está en un momento de total plenitud. La escena final con
Don Carlos es helada porque no hay contacto físico alguno (bueno….nuevamente el
regista), es desgarrador porque todo el sentimiento está en la voz. Cuando
muere la ovación es atronadora. Bravo!</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">DMITRY BELOSSELSKIY</span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;"> fue un Inquisidor correcto, simplemente correcto. No imprimió temor,
ese horrible temor de un ser nefasto y manipulador. Es un rol de gran peso en
esta ópera y su voz no tuvo la profundidad ni la autoridad suficientes.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Philippe Jordan y orquesta estuvieron muy a la altura. Impresionante
rendición del foso y gran batuta. Repito lo dicho, encontré mucho equilibrio
entre escenario y director. Quizá en dos momentos fue demasiado apabullante y
tapó un poco a los cantantes pero eso no empaña para nada el gran
profesionalismo y el nivel que tienen. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Entre lo perdurable y lo efímero</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 10pt; margin: 0px;">Y aquí vale que regrese a mi subtítulo. Porque este Don Carlos será
efímero, no es una versión que recorrerá otras casas de ópera ni la
recordaremos 21 años después. Creo en la urgente necesidad de revalorizar el
arte de “poner” una ópera, o de ser reggiseur, o regista, o set designer o como
quieran hoy llamar a estos “illuminati”. Lo que “ilumina” es la música, ese don
maravilloso que han tenido algunos genios de combinar notas en un pentagrama y
regalarnos óperas como esta. Eso perdura. Verdi perdura y perdurará más allá de
las voces que la inmediatez del mundo de hoy quiera imponer.</span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3182656706295797881.post-13152656498097077232017-07-05T19:33:00.000+02:002017-07-05T19:33:36.025+02:00José Cura, el otro Otello de nuestros días
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSBSCbak-Zhq-B_CcSm1svIKpz4CHIKEhNlD8tCMIsmrBtKwTBGVNbyQBFsW5bz-ca9afJose2HhbK1B_iykHAqrXG7h0JCQRoiOPbD02_lTDjUj1GR9NgtfocrW0Z6nkYpf0YI1E6V0ew/s1600/Captura+de+pantalla+2017-07-05+17.53.05.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1366" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSBSCbak-Zhq-B_CcSm1svIKpz4CHIKEhNlD8tCMIsmrBtKwTBGVNbyQBFsW5bz-ca9afJose2HhbK1B_iykHAqrXG7h0JCQRoiOPbD02_lTDjUj1GR9NgtfocrW0Z6nkYpf0YI1E6V0ew/s320/Captura+de+pantalla+2017-07-05+17.53.05.png" width="320" /></a></div>
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></b>
<br />
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Quizás no sea el mejor Otello. No quizás no. Pero es más que un digno
Otello. Quizás no sea la voz que tenga en mente para el Otello. No, quizás no.
Pero cumple más que con creces. Quizás no sea lo que esperas de Otello. No.
Quizás no. Pero el enfoque me ha gustado.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Este reciente “Otello” de la Ópera de Wallonie interpretado por el tenor
argentino <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JOSÉ CURA </b>es en mi
opinión, una más que interesante alternativa al “Otello” que estos días está
representando el alemán <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JONAS KAUFMANN </b>en
la R.O.H de Londres. </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No entraré en comparar personajes y voces. Ambos son dos grandes cantantes.
E inteligentes, y, en el gusto personal de cada uno de nosotros está el apostar
por uno o por otro. Y para gustos, como decimos, los colores. Los dos tienen
sus cosas buenas y también detalles a corregir, pero, si hoy llevo aquí esta
versión grabada en la ópera de Wallonie es precisamente para alardear y poner
sobre la mesa el trabajo de un cantante como José Cura que ha sabido
reinventarse a sí mismo y con un role tan complejo y difícil como el Otello
verdiano. Es simplemente una cuestión de justicia y de profundo reconocimiento
a este artista.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9wIBeET812av5Cmk_s4JOmWf1emyo1XpWDAUCTU161TKJ8Wb2rvsSFX9nQ6HLTcGrOZgJ-q913UX0C12Atc7wFlWI5JmJiH4SjcALBO3fj-sBywU87tXmbabx3fx41Fkbj9UJIqjijm0v/s1600/Captura+de+pantalla+2017-07-04+17.55.12.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1366" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9wIBeET812av5Cmk_s4JOmWf1emyo1XpWDAUCTU161TKJ8Wb2rvsSFX9nQ6HLTcGrOZgJ-q913UX0C12Atc7wFlWI5JmJiH4SjcALBO3fj-sBywU87tXmbabx3fx41Fkbj9UJIqjijm0v/s320/Captura+de+pantalla+2017-07-04+17.55.12.png" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Un “Otello” que es “Otello”</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Producción a mi estilo. Clásica y con vestuario acorde, gracias a Dios, que
ambienta, no distrae y que entra por los ojos proporcionando al oyente una
sensación de satisfacción por adelantado antes de que empiece a transcurrir la
música y la acción.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Aquí el director de escena <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">STEFANO
MAZZONIS DI PRALAFERA</b> no juega con el simbolismo a cada momento, y se
agradece. Deja que el discurso siga por si solo apoyado en el trabajo escénico
de los cantantes. Pero sí que quiero destacar un detalle que me gustó, y es
cuando en plena tempestad, cuando Otello lucha para amarrar su nave al puerto,
Yago, que está jugando con un barco de juguete lo hunde en una pecera. Sabemos
que Yago es malo. De entrada. Pero nos lo confirma y corrobora su gesto. Para
que no queden dudas.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Por otro lado también hubo detalles que no me convencieron porque, ¿a santo
de qué Otello apuñala a Desdémona? </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">En medio de tanto equilibrio, siempre tiene que haber el elemento
discordante que da la nota aunque, a pesar de ello, no empaña para nada una más
que digna función.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Orquesta y coro</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y aunque al principio decía que no haría comparaciones – de voces- aquí me es
inevitable. Y lo es porque, en menos de una semana, dos “Otellos” escuchados.
Dos orquestas diferentes y dos directores musicales completamente opuestos.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No hay ni punto de comparación en cuanto a orquesta. Aquí, los profesores
de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ORQUESTA DE LA OPERA ROYAL DE
WALLONIE, </b>inclusive los coros, pierden la partida frente a la brillante y
electrizante orquesta de la ROH. Y los coros, igual. Hay menos voces y no lucen
tanto en una ópera donde tan importantes son, <span style="margin: 0px;"> </span>sobre todo en el primer acto cuando empieza
con la tempestad.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">El director musical <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PAOLO ARRIBAVENI
</b>también queda relegado a segundo plano, cuando su opositor en el podio
responde al nombre de Antonio Pappano. No añado nada más al respecto. Ya se
sabe que… a buen entendedor…</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cumpliendo</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">La Desdemona de la soprano <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">CINZI
FORTE </b>no es una gran voz. Ni atractiva al oído ni extremandamente llena de
matices, pero, cumple con su papel de Desdemona al que no dota de carácter
inclinándose por una psicología clásica del personaje. Como de toda la vida.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">PIERRE-YVES PROUVOT </span></b><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">asume el papel de Yago. Es una voz que no destaca ni por
buena ni por mala, pero le permite afrontar todas las dificultades del
personaje. Quizás en algún momento hubiera tenido que imprimir un poco más de malicia,
no digo que no, pero estuvo en todo momento en su papel y muy bien compenetrado
con José Cura, el gran pilar y atractivo de esta versión que hoy comento.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi92alf35xw1Iuq_rp1j7HJAxJkcpQwuasGGE6ISBFLnQqdi2eJIh-Z4FeP8-ZwA9112KYBpMUkjCn4aGaPvNNLpkBLiM6_sPzLgESLMaFq3FqDpV_KY2TmQRmMkeqawR6sTqBUcuKKGxTD/s1600/Captura+de+pantalla+2017-07-04+17.42.02.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1366" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi92alf35xw1Iuq_rp1j7HJAxJkcpQwuasGGE6ISBFLnQqdi2eJIh-Z4FeP8-ZwA9112KYBpMUkjCn4aGaPvNNLpkBLiM6_sPzLgESLMaFq3FqDpV_KY2TmQRmMkeqawR6sTqBUcuKKGxTD/s320/Captura+de+pantalla+2017-07-04+17.42.02.png" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sorprendente Cura</span></b></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Y merece por ello un apartado especial en solitario con un análisis vocal y
artístico-psicológico del personaje.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Si tuviera que calificar, con un solo adjetivo la voz de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">JOSÉ CURA</b> es que la voz suena
sorprendentemente sana. No hay ni rastro de aquellas oscuridades que años ha
había asociado a la voz del tenor argentino. Sí, francamente, me sorprendió que
con unos cuantos “Otello” en sus espaldas y con la friolera de 54 años la voz
suene tan limpia. Tan sana. Y se me perdone que me repita pero es que sana es
como me llegó a mí.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Sí que es verdad que ello no quita que tenga sus momentos en los cuales
reconoces al impetuoso José Cura y el estilo de canto al que fue acercándose y
que hizo que yo me alejara precisamente de él por apostar por una línea canora
demasiado brusca faltada de elegancia. Cierto es que la voz no sufre con los
estragos de una endiablada y tremenda partitura, y su voz le da para cantar, de
sobra, este arduo personaje. Y en esta función lo demuestra una vez más.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Ayer, sin embargo, me encontré con alguien inteligente que ha sabido
reeducarse a sí mismo. Recuerdo sus tonos brunitos de sus primeras incursiones
operísticas y también su aproximación primeriza al personaje de Otello. La voz
ha cambiado. Él ha cambiado. Y la interpretación también.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cierto es que a todos nos viene en mente cuando hablamos de Otello al
guerrero desquiciado, al que sufre complejo de inferioridad, aquel hombre que
ruge de ira tan o más fuerte que el León alado de Venecia, el amante despechado
y celoso que no razona sino que actúa, y el marido que – sabiéndose cornudo-
actúa y trata a su esposa con fatal brutalidad.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimV-AaSyVQyGB107cRBDHim_b3fBA1s5Ven2RwEA8Etv27FptQtBjvcFaW0VC40odpVtcq3ddk-i3jFyfhzTplnjj90_rYoMklzq6Jx78CBnTEHL5ILCAzaABdfQ6SFzotQOywmbY5mFKO/s1600/Captura+de+pantalla+2017-07-04+17.32.00.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1366" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimV-AaSyVQyGB107cRBDHim_b3fBA1s5Ven2RwEA8Etv27FptQtBjvcFaW0VC40odpVtcq3ddk-i3jFyfhzTplnjj90_rYoMklzq6Jx78CBnTEHL5ILCAzaABdfQ6SFzotQOywmbY5mFKO/s320/Captura+de+pantalla+2017-07-04+17.32.00.png" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cura ha reinterpretado el personaje. Su Otello no tiene 40 años. Ha
traspasado la línea de los cincuenta, sus sienes se han plateado y ha alcanzado
la madurez, y dota al personaje de reflexión dando pleno sentido a su genial
razonamiento del segundo acto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“pria del dubbio
l´indagine, dopo il dubbio, la prova, doppo la prova, Otello ha sue leggi
supreme”</i>.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Con ello, consigue diferenciar claramente en el primer acto al Otello
maduro que llega vencedor de la batalla, con el ímpetu justo del hombre
acostumbrado a luchar en más de cien batallas y lleno de honores. La dulzura
con la que aborda el dueto del final del primer acto muestra al amante
reposado, no al impetuoso cuya sangre arde en las venas al ver la figura de su
esposa.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Pero es que en el segundo acto, a pesar de que Yago ya le ha lanzado el
dardo que envenena su mente, Otello continua tratando a Desdemona con una
sorprendente prudencia y precaución: desde la reflexión, desde la duda, con un
respeto que otros Otellos ya han perdido al oír simplemente el eco de las
emponzoñadas palabras de Yago. Y no es hasta que jura vengarse de ella que
Otello-Cura da el cambio. A raíz de ello, el tono de voz con el que se dirige a
Desdemona aumenta y se vuelve más altanero a medida que va perdiendo el respeto
hacia su persona y su trato, se torna brutal e implacable, y ello, sin recurrir
a tópicos tan típicos como el exceso de gritos, el exceso de ademanes para
mostrar la locura y la rabia interior de un ser que se ha convertido en la
marioneta de Yago.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Llega pues a un cuarto y último acto donde borda su escena final y aun
sabiendo de la injusticia que acaba de cometer, el león no es tan fiero como lo
pintan: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Ecco è il leon”</i> y se saca de
la manga un sensacional <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“E tu, come sei
pallida, e stanca, e muta…”</i> con dos “Desdemona” brutalmente diferenciados:
dulce, amoroso y lleno de pasión contenida para dar paso a un segundo
desgarrador y fuera de sí, completamente desquiciado.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQqlhyWYTBVZJ2Q48n7SObSyRL3YS3xrZ0RspvXlDau8bKCPa8EDSR1Gx8Dtd8LhKgDi8N3Kld2BBX5APFJihbc5j-WlshMfuZIVeSuyzUhblHj0cKtZt5W0ElZCvFOP-61WR1GuHRLq3s/s1600/Captura+de+pantalla+2017-07-04+18.06.26.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1366" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQqlhyWYTBVZJ2Q48n7SObSyRL3YS3xrZ0RspvXlDau8bKCPa8EDSR1Gx8Dtd8LhKgDi8N3Kld2BBX5APFJihbc5j-WlshMfuZIVeSuyzUhblHj0cKtZt5W0ElZCvFOP-61WR1GuHRLq3s/s320/Captura+de+pantalla+2017-07-04+18.06.26.png" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Realmente la visión del personaje que imprimió José Cura, más que aceptable
y coherente me encantó.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">No es lo mismo tener en nuestro haber personal 30 años, 40 o 50. La vida
enseña. Las experiencias nos hacen crecer y mejorar en muchos casos. La edad
nos ayuda a reflexionar, a acercarnos al sosiego en contrapartida a la
impetuosidad e impulso del cuerpo y cerebro joven que actúa, en muchas
ocasiones, sin pensar.</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Cura da un giro a Otello. Y me gusta. Por ello aplaudo esta introspección y
este trabajo de buceo en el alma de Otello intentando sacar la luz a un
personaje que de entrada ya tachamos de oscuro porque comete un brutal e
injusto asesinato. ¿Es realmente tan malo Otello? </span></div>
<br />
<div style="margin: 0px 0px 11px; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Verdana",sans-serif; font-size: 10pt; line-height: 107%; margin: 0px;">Otello no es nada más que un hombre. En el fondo, <span style="margin: 0px;"> </span>Otello, no es nada más que un pobre hombre.</span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Teresa Rocahttp://www.blogger.com/profile/13141215688662682508noreply@blogger.com2